La alimentación de los gatos no es una cuestión fácil, a diferencia de los perros, los felinos parecen muy exquisitos a la hora de comer, sin embargo esta no es una disposición caprichosa. Los gatos aprecian los sabores con mayor profundidad que los perros, en especial están preparados para rechazar los alimentos amargos, que les informan de que tal vez están en mal estado.
Un perro nunca despreciaría un alimento, es más, no se paran a comprobar su estado. Sin embargo los gatos realizan un examen a conciencia de todo aquello que ingieren y solo comen lo que realmente consideran válido, pese a que puedan tener un hambre voraz.
Los gatos tienen un comportamiento diferente sobre la comida en función de su estado de ánimo. Si están en una situación que les produce ansiedad, comerán menos. Esto ya se aprecia con los felinos cazadores que viven en libertad, que una vez que logran cazar a su presa no la devoran de forma inminente, sino que precisan de cierto tiempo para cambiar su estado de ánimo y poder degustar el alimento sin presiones ni sensación de estrés.
El olfato para los gatos es un sentido vital en lo que se refiere la comida. A diferencia de los perros, la comida seca no les maravilla, prefieren la comida húmeda porque desprende olor y así pueden entregarse con mayor deleite a esta experiencia “gastronómica”. Esto también tiene que ver con que los gatos no disponen de mandíbulas móviles en horizontal como la de los perros, ni tienen molares, por lo que la mayoría de los granos de pienso los ingieren tragándolos, sin apenas poder saborearlos.
Leer más: Estas son las opciones 'gourmet' para la alimentación de tu gato
Si tu gato no come
Si has adoptado a un gato y rehúsa a comer probablemente se deba a que el tipo de comida que estás dándole le resulta extraña, no está acostumbrado a ese sabor y lo rechaza. Lo ideal sería modificar gradualmente sus ingestas, pero como no conocemos cuál es el origen del que parte su educación alimenticia necesariamente será indispensable hacer una prueba de ensayo-error.
La alimentación de pienso probablemente le resulte fácil de comer, porque no le aporta un sabor específico ni molesto, el mayor problema estará en el alimento húmedo, dónde deberás experimentar cubriendo los sabores disponibles y evaluando cual le agrada más. Una vez identificado cual es el que se adapta a su paladar, puedes realizar un cambio gradual.
Hablemos de comida
Aunque los gatos son animales cazadores y que están abiertos a la improvisación, lo cierto es que como animales domésticos que son se han convertido en seres de costumbres. Si alimentas a un gatito desde pequeño con una dieta muy variada, estará abierto toda su vida a ese tipo de sabores. Sin embargo, los gatos que apenas han probado un par de alimentos, no querrán saber más sobre ningún otro sabor, les cuesta mucho educar su paladar para apreciar sabores nuevos. En este sentido, son partidarios del refrán “más vale malo conocido que bueno por conocer”.
La alimentación de cada gato depende de varios condicionantes, entre los que destaca el tamaño del animal, su propio metabolismo, el tipo de alimentación que ha tenido anteriormente y el estilo de vida que lleva. Es muy común que los dueños de gatos se limiten a dejar siempre lleno el recipiente del pienso seco, para que sea el gato quién se sirva cuando tenga hambre, y complementar esa dieta con una o dos tomas de alimento húmedo diarias.
Leer más: ¿Cuáles son los mejores alimentos para tu gato?
No todos los piensos aportan la misma cantidad de nutrientes
Sin embargo es importante tener en cuenta las necesidades reales de tu gato porque, entre otras condiciones, el contenido calórico y la concentración de nutrientes es diferente en distintos piensos, y para una misma cantidad el gato podría estar sobre-alimentándose o lo contrario.
De forma general, un gato que pese 2 kilos debería alimentarse con alrededor de entre 35 y 40 gramos de pienso diarios. Si pesa 3 kilos, entre 40 y 55 gramos de pienso. Pensando 4 kilos habría que subir esta cantidad hasta los 45 y 60 gramos diarios de pienso. Y pesando 5 kilos se llegaría a los 55 y 75 gramos. Debes tener en cuenta que este es el máximo (aproximado) por día, y no por ración.
No es una leyenda urbana, los gatos comen más cuando están esterilizados, pues se vuelven menos activos y necesitan mayor aporte energético, su metabolismo pierde el 30% de la energía usual en ellos. Por esta razón, podemos tener en cuenta que la cantidad de pienso debe compensarse o bien, directamente, optar por pienso específico para gatos esterilizados.
Cómo alimentar a un cazador
Los gatos son animales que nunca abandonan la actitud cazadora, no salen de su papel de felino sigiloso. Como buenos cazadores están programados para comer pocas cantidades, pero varias veces a lo largo del día, y hacerlo con una actitud activa. Por esa razón es muy recomendable la alimentación mixta, que por un lado aporte pienso seco siempre a su disposición, y que además tú complemente estas ingestas espontáneas con dos pautas diarias de alimento húmedo.
De esta forma el 70% de la hidratación que debe tener el gato se la estarás aportando con el alimento húmedo con dos tomas diarias. Además, este tipo de alimentos ayudan a controlar su peso pues, son saciantes al aportar unas calorías concretas en una porción grande.
Si tu gato tiene un problema de sobrepeso, en principio no se recomienda que se le racionen las cantidades del alimento que le das, siempre que se enmarquen en los márgenes que hemos comentado anteriormente. Sin embargo, la fórmula para conseguir que el gato tenga mayor salud y que su peso sea el adecuado se basa sobre todo en que lleve una vida activa, y que no completes su alimentación con opciones de las que no conozcas sus valores calóricos.
Leer más: ¿Los gatos castrados son más agresivos?