Si tienes gato probablemente no te sorprenderá saber que ellos siempre están atentos a lo que ocurre en su entorno, por mucho que su actitud parezca pasiva y despreocupada, constantemente sus orejas están inclinándose hacia atrás para escuchar lo que ocurre tras ellos, y su postura corporal parece percibir un volumen de información inusitado que nosotros no vemos. En ocasiones abren los ojos con tanta atención y profundidad que pareciera que están viendo a través de las paredes.
Ahora un estudio de la Universidad de Kyoto ha establecido que los gatos son radares en plena actividad, y que no dejan de mapear el entorno en el que están para disponer siempre de la máxima información acerca de qué ocurre en su hogar. Esta facultad la tienen otros animales, como los osos, suricatos y chimpancés, no pierden detalle de la actividad del hogar, y en el caso de los gatos con especial atención a la localización de su dueño.
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Mapas mentales: cognición socioespacial
Algunos animales realizan representaciones mentales del lugar donde están sus congéneres y otros animales. Es decir, ocupan una parte de su mente en escuchar, percibir pistas y elaborar un seguimiento contínuo de la localización de los seres vivos que hay a su alrededor. Un estudio de científicos japoneses ha demostrado que esta cualidad, a la que se denomina cognición socioespacial, no solo reside en animales cazadores salvajes, sino que permanece innata en los gatos domésticos.
La cognición socioespacial hace que los gatos siempre estén prevenidos ante cualquier movimiento extraño, porque aunque tú creas que están relajados y no te prestan atención, su mente nunca deja de tomar buena nota de la posición de todos los miembros de la casa y de otras mascotas. Por eso, cuando intentas sorprenderle, él nunca parece extrañarse.
Los gatos utilizan su oído para esta labor, logran afinar su comprensión sonora hasta límites insospechados, y reconocen no sólo quién produce un ruido (pasos, palabras, manipulación de objetos…) sino que también son capaces de, utilizando estos datos sonoros, reconocer en qué punto exacto de la estancia se encuentra una persona o un animal en cuestión, aunque el propio gato no esté presente y lo haga a través de los muros.
Para realizar dicho estudio, la científica Saho Takagi de la Universidad de Kyoto analizó el comportamiento de más de 50 gatos domésticos, para ello instaló altavoces inalámbricos en sus casas y realizó pruebas para influir en el sonido de su hogar. De esa manera, la presencia del dueño del gato parecía estar al otro lado de la pared, realizando sus tareas habituales, pero no era más que un engaño, pues su dueño permanecía en una habitación diferente. Descubrieron así que los gatos quedaban contrariados cuando el dueño les sorprendía desde un ángulo que ellos no esperaban, casi como si el gato estuvieran frente a la teletransportación instantánea de su dueño.
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El resultado de este estudio determina que los gatos mapean el espacio en el que viven de forma completa, y realizan una actualización constante de los movimientos que ocurren allí y en función del movimiento de los demás y de la situación espacial de todos, los gatos toman sus propias decisiones a la hora de desplazarse, comunicarse o abandonar una estancia.
De forma primitiva esta cualidad relacionada con la cognición socioespacial tenía un objetivo claro, la caza. Los felinos exprimen sus sentidos para conseguir atrapar a sus presas, y el oído es la técnica más aguda de los gatos. Conocer la posición espacial de sus presas permite a los gatos saber si van solas o en grupo, si están activas o vulnerables, o si la distancia es suficiente para pillarles por sorpresa o si su presencia se hará evidente.
Síntoma de inteligencia, necesidad y aprecio por el dueño
Lo más interesante del resultado de esta investigación es que los gatos realizan este esfuerzo de mapear el espacio y de coordinar tus movimientos aun estando en habitaciones remotas, sin verte ni tener contacto visual contigo. Desde un punto de vista científico esta cualidad podría dar un nuevo impulso a la habitual pugna por determinar qué animal es más inteligente, si los perros o los gatos.
Este descubrimiento también marca una nueva forma de interpretar el apego de los felinos sobre su dueño, pues se ha demostrado que ellos ejercen este control de forma más clara y prioritaria sobre su humano de referencia. ¿Es una forma de controlar a su dueño o de amarle?
Se sabe que los bebés humanos también tienen una habilidad similar, desde los ocho meses de edad también parecen mapear el espacio sonoro en continua búsqueda de sus padres, una cualidad común también a los chimpancés y gorilas. Se cree que el objetivo principal de esta habilidad está basada en la supervivencia, si el bebé conoce cual es la localización de sus padres, podrá pedir ayuda para solventar sus necesidades de forma más óptima que si es completamente desconocedor del paradero de éstos. Además, podrá alertarles si van muy lejos, con el objetivo de que no se olviden de él y le lleven con ellos.
Por tanto esta habilidad forma parte de una habilidad estratégica que denota inteligencia, pues sirve para conseguir un comportamiento estructurado, estratégico y práctico. Pero también está relacionado con el apego, el sentimiento de pertenencia a un grupo y la necesidad de no desligarse o perderse.
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