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Curiosidades

Ajolote, el anfibio que puede vivir hasta 30 años

Este extraño animal marino posee el secreto de la eterna juventud porque es capaz de regenerarse sin fin gracias a que su cuerpo nunca deja de ser una larva.


Actualizado 1 de diciembre de 2021 - 21:10 CET

Muchas veces nos enamoramos de un animal porque tiene un extraño parecido con nosotros, o porque resulta enternecedor. Este es el caso del ajolote, un anfibio fascinante que tiene un aspecto entrañable, pues parece tener una corona sobre la cabeza (son sus branquias, externas), sus ojos parecen los de un muñeco y camina con unas patas que recuerdan en algo a las del ser humano.

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El ajolote es una especie de anfibio que proviene de México y realmente se trata de una larva no metamorfoseada de la salamandra mexicana, es decir que conserva la aleta dorsal de cuando era renacuajo y esa parte no se desarrolla como lo haría si fuera una salamandra completa. Además, sus branquias son externas, por lo que se sitúan en la cabeza, dándole un aspecto menos parecido a un anfibio, su cabeza es predominante y flota.

Se trata de un anfibio que pese a que puede salir a la tierra, prefiere generalmente quedarse en el fondo de los lagos. En su hábitat natural también rehúsa de dejarse ver porque atraen la atención de los seres humanos, tanto para jugar con ellos como capturarlos. También padecen graves problemas de contaminación en las aguas de su zona originaria, Xochimilco. Razón por la que se trata de una especie que en su hábitat natural empieza a estar amenazada y en peligro de extinción.

Sin embargo, en España el ajolote no consta en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, es decir, que su adopción no está prohibida bajo la legislación española. Pese a ello, recuerda que cuando te haces cargo de una mascota siempre estás adquiriendo una gran responsabilidad, y si es una especie amenazada probablemente más.

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Es un anfibio con un súper poder

Los ajolotes tienen la extraña capacidad de poder regenerar partes de su cuerpo como las branquias, cola y extremidades. Este sería su secreto de la eterna juventud, su cuerpo puede “renacer” y mantenerse joven durante muchos años. Por esta razón el ajolote es un animal con un ciclo de vida largo, pueden vivir entre 10 y 20 años, pero en ocasiones no es extraño que lleguen a los 30.

El truco del ajolote se esconde en sus hormonas, tienen un nivel inferior a las que tendría un tritón o una salamandra, y por eso no llegan a traspasar la frontera entre larva y espécimen adulto, a esto se le llama neotenia, y hace que aun siendo un animal mayor, siempre mantenga cierta juventud porque su organismo no ha dejado jamás de ser una larva.

De hecho, existen estudios que tratan de analizar este fenómeno para implementar la forma que tiene el ajolote de regenerarse y poder así reconstruir tejidos humanos. La Universidad de Kentucky realizó una investigación en 2019 en el que lograron completar el genoma del ajolote, y así poder desentrañar su cualidad regeneradora.

Cómo son los ajolotes

Hay diversos tipos, desde los que muestran un color rosa chicle hasta los más oscuros, que nos recuerdan a los anfibios del interior de los lagos más habituales. Son animales que pueden llegar a medir hasta 30 cm, tienen cuatro patas con dedos finos, aunque sin uñas. Este tipo de extremidades le han valido el sobrenombre de “pez que camina” en México, y es una de las cualidades morfológicas por las que llaman más la atención.

Los ajolotes que en cautiverio viven más tiempo, hasta 30 años. Esto es porque las condiciones de temperatura, alimento y seguridad están más garantizadas que en su medio natural. Los ajolotes domésticos suelen ser grises, verdes, blancos o anaranjados, y tienen los ojos negros.

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Cómo mantener a un ajolote en un acuario

A los ajolotes no les gusta demasiado la luz, como a casi cualquier pez, prefieren entornos tenues y con tonos fríos (azules). Es un anfibio activo, le gusta recorrer el espacio e indagar en su entorno, por lo que agradecerá que coloques plantas y demás adornos en la profundidad del acuario para poder nadar alrededor. Además, estas plantas favorecerán zonas de sombra donde el ajolote se sentirá más a gusto.

La temperatura ideal para el agua del ajolote es de 20ºC, y debería cambiarse cada 10 o 15 días. Al ser un anfibio, no necesita oxígeno, el aireador no será necesario en su acuario, pero sí deberás disponer de un filtro de carbono para poder dar salida a los residuos de nitrógeno. Al ajolote no le gustan las temperaturas cálidas, por lo que todo lo que exceda los 20ºC empezará a estresarle. Además, a más calor tenga, menos oxígeno.

Respecto a las medidas del tanque, el ajolote puede ser feliz si tu acuario mide entre 70 y 100 cm de largo, y necesitará una altura mínima de 15 cm. Como a este anfibio le gusta arrastrarse y no tanto nadar, lo ideal para ellos es utilizar sustrato de arena para el fondo.

Aunque los ajolotes son carnívoros, no poseen dientes, por lo que se pueden alimentar de lombrices, peces pequeños o larvas. Ellos mismos son una presa fácil porque se mueven con lentitud, por eso es recomendable que no estén con otros peces. Por otro lado, dado que el ajolote es nocturno, es precisamente durante la noche cuando podría atacar a otros peces dormidos, lo que hace al ajolote un difícil compañero de acuario. Sin duda se trata de un animal que prefiere la soledad.

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