Adoptar un gato o recoger un gato de la calle y darle un hogar en tu casa es una gran decisión, porque los felinos son animales que aportan muchos beneficios. Son divertidos, te sorprenderá su capacidad para estudiar el entorno, esconderse en los lugares más extraños y, aunque muchos no lo crean, también son muy cariñosos (cuando quieren). Pero si quieres disfrutar muchos años de tu mascota y, sobre todo, quieres garantizar su seguridad, tu hogar tiene que estar preparado para su llegada y así evitar accidentes.
De lo primero que te tienes que asegurar es de que tu hogar sea un lugar apto. Olvídate de la leyenda urbana que asegura que tienen siete vidas. Si bien es cierto que son animales muy ágiles y fuertes, una caída, por ejemplo, puede acabar en un disgusto. Por ello, antes de que tu gato llegue a casa, estudia las ventanas. ¿Son seguras realmente? Si vives en un ático con terraza, ¿puede caerse al vacío si ve un pájaro y se pone a perseguirlo? Y si tu casa es un bajo con jardín, ¿hay zonas por donde puede escaparse?
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Ventanas y terrazas, un riesgo para su vida
Si vives en un piso alto (un primero ya lo es para tu gato) tienes que proteger las ventanas o balcones para que no pueda caerse, ya que, como decíamos, ni tiene siete vidas ni es cierto que nunca se caen. Pese a que son excelentes equilibristas, una distracción, un error de cálculo o que quieran huir de ti porque tratas de alejarlos del peligro puede convertirse en una caída que, en el mejor de los casos, le produzca en una fractura en una pata o, en el peor, un traumatismo en el tórax, la mandíbula, o la cabeza que puede conducirles a la muerte.
Para evitar que esto suceda y proteger a tu gato permitiéndole estar en la terraza, balcón o asomarse a una ventana abierta, se recomiendan los cerramientos o catios (patios para gatos). Hay diversas soluciones para todos los bolsillos. "Idealmente, los cerramientos deben realizarse con materiales metálicos y herméticos (cubrir ventanas, balcones y terrazas en su totalidad, no parcialmente). Espacios grandes, como terrazas o patios, se pueden utilizar redes reforzadas anti rayos UV", nos explica Carlos, de Brico Miau Nia, especializados en adaptar tu hogar para tu gato.
Además, estas redes o mallas deben estar ancladas con materiales rígidos, como pueden ser perfiles de madera o de pvc para que no haya recovecos por donde se pueda escapar el gato. No se pueden utilizar argollas porque estas dejan grandes huecos y aunque la red esté muy tensada, la climatología y el sol pueden deteriorar la red y no impedir que tu minino se escape o lesionarse. O, incluso, tu mascota puede encontrar la manera de hacer agujeros.
Si se opta por un cerramiento con redes reforzadas, hay que tener en cuenta que solo pueden utilizarse bajo supervisión. Es decir, no se puede dejar al gato solo ya que, aunque estén fabricadas con materiales duros, si tu animal de compañía es muy curioso o muy activo podría romperlas.
Por otro lado, no pueden utilizarse redes mosquiteras. "Se les puede enganchar una uña, rajar la tela y hacer hueco", advierte Carlos. Además, muchas de las mosquiteras que tenemos en nuestras casas tienen huecos en los carriles laterales o en los del suelo. Asimismo, dichas mosquiteras cuentan con unos clips de sujección que el gato, con solo apoyarse, puede desenganchar y quedarse sin protección.
Por último, si vas a comprar una red reforzada en alguna tienda online o física para mascotas tienes que tener en cuenta varios aspectos. Por ejemplo, las transparentes hacen un efecto lupa con la acción del sol y se deterioran rápidamente, con lo que al cabo de un año deberían cambiarse por otras. Además, en los paquetes están incluidas las argollas para el anclaje, con el riesgo que supone por los huecos que se quedan sin anclar. "Además, vienen muy pocas", advierte Carlos. Y con ello, volvemos a tener el mismo problema, dejamos espacios no seguros para el gato.
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Oscilobatientes, una trampa mortal
Ojo con este tipo de ventanas. Son una trampa mortal para los gatos domésticos por varios motivos: por una parte, debido a su curiosidad, pueden meter la pata y quedar enganchados. Pero, además, pueden saltar por la parte más alta para escaparse y quedarse atrapados. "No pueden zafarse ni agarrarse en ningún lado para salir, por lo que si no lo detectas al instante, la vida de tu gato puede verse seriamente comprometida", indica.
Hay varios métodos para securizar estas ventanas. En Internet, por ejemplo, podemos encontrar protectores que consisten en rejillas para instalar en los laterales y la parte superior. También podemos utilizar inventos caseros como esponjas grandes que tapen la mayor parte de los laterales y dejar la ventilación solo por la parte superior. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el gato se puede escapar por ahí. Por lo que la mejor opción es segurizar estas ventanas.
Ahora que sabes cómo hacer de tu hogar un lugar seguro para tu gato, te damos un último consejo: ponte en manos de un profesional que acredite su especialización en este campo. Puedes consultarlo a tu veterinario o a las protectoras de animales, ya que una de sus premisas para dar gatos en adopción es que tu casa no sea una sentencia de muerte.