Tu gato te quiere y es feliz contigo, de esto no hay duda. Y aunque a veces sie muestre arisco o le dé por esconderse o haya intentado una escapadita para descubrir los alrededores, tu gato quiere estar contigo y te adora. La principal razón es porque garantizas su bienestar alimentándole y dándole de beber. De esta manera, tu gato no tiene que buscar comida en otro lugar, ni enfrentarse a otros felinos para conseguirla. Si además le das premios y comida húmeda, necesaria para su salud, tu gato te adorará. Pero hay más razones por las que tu gato no quiere estar con nadie más que contigo.
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Porque mantienes su arenero limpio
Los felinos son animales muy limpios y no soportan tener sus zonas sucias y abandonadas. Por eso, apreciará enormemente que dediques varios minutos al día a mantener su arenero siempre impecable.
Porque le prestas atención
Los gatos tienen fama de independientes. Y lo son. Hasta dónde ellos quieren. Porque habrás comprobado que cuando tu gato quiere algo de ti, te lo hará saber insistentemente. Y te adora porque, generalmente, siempre le contestas y atiendes a sus exigencias. Tampoco te suele dejar alternativa...
Porque le das amor
Sí, quizá te pases y, en algún momento, saque sutilmente sus uñas para decirte que ya basta. Pero en el fondo, aunque se haga el duro, le encanta que le achuches, le beses y le acaricies. No todo el día, por supuesto, pero que no se te olvide demostrarle tu amor.
Porque sabes dónde rascarle
Aunque, normalmente, los gatos no se pasan de mimosos, sí les encanta que les rasques o acaricies allá donde más gusto les da: bajo la barbilla, en las orejas, cuando pasas la mano sobre el lomo finalizando en la cola... ¡Para tu mascota es un placer!
Porque te has convertido en el mejor mueble de la casa
Sobre todo, cuando le prestas tu barriga para dormir sobre ella plácidamente. O el hueco que dejas entre las piernas. Incluso, si duermes boca abajo, encontrará en tu espalda o tu trasero la mejor cama donde descansar.
Porque juegas con él
A tu gato le encanta jugar. Y a veces se aburre si tiene que hacerlo solo. Por eso, corre hacia ti cuando vienes de la tienda con nuevos juguetes o cuando te dejas en la mesilla, obviamente, para tu gato, los auriculares, las horquillas, las gomas de pelo o cualquier objeto que a él le resulte atractivo.
Porque le escuchas y le entiendes cuando habla
Sabes interpretar su lenguaje, sus gestos, le contestas cuando te maulla haciendo un sonido parecido al suyo. Tu gato está, definitivamente, encantado de que te esfuerces por comprender su idioma y saber qué quiere o cómo se siente en cada momento.
Porque le proporcionas lugares para afilarse las uñas
El sofá, el felpudo, el sillón, tu silla de despacho, el colchón, la cortina... y, además, le compras rascadores especialmente diseñados para rascar. ¡Tu gato está encantado! Y muy relajado, porque ya sabrás que esta costumbre podría asemejarse a una sesión de meditación.
Porque le proporcionas un hogar
En definitiva, tu gato te quiere porque tú le quieres a él, porque le has dado un hogar, cobijo, alimento, amor, juegos y porque eres una gran compañera que siempre estás dispuesta y atenta a sus necesidades.