Si tienes perro y sales al campo, seguro que en más de una ocasión habrás tenido que quitarle una espiga de alguna parte de su cuerpo. Incluso puede que hayas tenido que acudir al veterinario. Por ello, en verano, es importante que revises bien a tu mascota y que evites los lugares donde más espigas hay, ya que que se le clave una espiga puede causarle un problema de salud grave.
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¿Donde se puede alojar una espiga?
"Las principales ubicaciones donde solemos encontrar los cuerpos extraños vegetales de manera más frecuente en la práctica diaria con pequeños animales son las orejas, la zona interdigital de las extremidades, almohadillas y la nariz. Con menor frecuencia estas espigas se pueden clavar en otras ubicaciones del cuerpo formando abscesos, quistes o incluso haber migrado a otras ubicaciones como los pulmones, vejiga o cavidad abdominal", advierte José Ignacio Ballester, veterinario de AniCura Velázquez Hospital Veterinario.
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¿Cómo podemos sospechar que se le ha clavado una espiga?
Los síntomas suelen estar relacionados con la ubicación donde tenemos alojado el cuerpo extraño. "Los pacientes con espigas dentro de las orejas suelen mostrar inquietud, dolor, sacudida constante de las orejas y rascado. Si tenemos una espiga alojada dentro de la cavidad nasal, el paciente suele presentar estornudos, molestia, rascado de la cavidad nasal con las extremidades anteriores y, normalmente, sangrado por el orificio nasal donde se aloja la espiga", indica José Ignacio Ballester. Cuando se alojan en la zona interdigital o las almohadillas el perro se suele lamer la zona entre los dedos donde presenta molestia llegando, en muchas ocasiones, a provocarse dermatitis interdigital.
¿Cuál es el riesgo?
El riesgo al clavarse una espiga depende de la ubicación y el tiempo de extracción. El riesgo más grave es la migración de este cuerpo extraño hacia otra cavidad del organismo pudiendo causar infecciones secundarias.
"Toda espiga es susceptible de causar una infección, la gravedad dependerá de la ubicación donde se encuentre, el tiempo de permanencia en dicha ubicación, y desarrollo de síntomas y signos secundarios como fiebre, inflamación o presencia de pus", señala el experto en salud animal.
El veterinario añade que cuando hay una fístula suele indicar que el suceso no es reciente. Este hallazgo suele estar asociado con inflamación e infección secundaria y la gravedad dependerá de la ubicación donde la encontremos y de su profundidad.
¿Cómo extraer una espiga?
Lo más importante es prestar atención al desarrollo de cualquier síntoma clínico después de pasear con nuestro perro por zonas de campo, parques o praderas. "En el caso de que nos demos cuenta de que nuestro perro tiene una espiga clavada en una ubicación de fácil extracción, como por ejemplo entre los dedos, y esta espiga no esté ubicada en un plano profundo, es recomendable extraerla y a continuación, limpiar y desinfectar. Si se considera necesario, acudir al centro veterinario", señala.
En el caso de que se tengan sospechas de la presencia de una espiga en nuestro perro y no la visualicemos de manera directa, lo mejor es acudir al centro veterinario con la mayor rapidez posible. "Esto permitirá al veterinario valorar si el paciente necesita algún tipo de sedación para poder extraer el cuerpo extraño con seguridad, evitar migraciones a otras cavidades y poder desinfectar y aplicar el tratamiento en el caso que sea necesario".
Si se sospecha que nuestro perro tiene una espiga alojada en el oído se recomienda no tocar ni manipular las orejas y acudir al centro veterinario con la mayor brevedad posible para poder proceder a su extracción.
¿Qué puede pasar si se le mete en el ojo?
Otra de las zonas donde se puede alojar una espiga es en el ojo. Si sospechamos que así le ha ocurrido, es recomendable acudir al centro veterinario con carácter de urgencia para comprobar la presencia del cuerpo extraño y, en el caso de que se confirme, proceder a su extracción. "Los daños secundarios en el ojo por este tipo de cuerpo extraño suelen ser frecuentes. En la mayoría de los casos los pacientes presentan úlceras corneales lo que implicara la necesidad de instaurar un tratamiento", alerta el especialista.
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¿Es necesario sedar al perro?
En el caso de que la espiga se encuentre en el ojo o en el oído, es muy probable que sea necesario la aplicación intramuscular o intravenosa de fármacos sedantes para poder tranquilizar al paciente y proceder a la búsqueda y posterior extracción de la espiga con mayor seguridad.
En el caso de que la espiga esté en el oído, "una vez el paciente esté sedado se procede a la exploración del canal auditivo mediante un otoscopio. Esta herramienta de trabajo nos permitirá visualizar el interior de la cavidad, localizar el cuerpo extraño e introducir por un canal de trabajo unas pinzas de cocodrilo para proceder a la extracción", señala José Ignacio Ballester. Una vez se haya conseguido extraer se volverá a explorar la cavidad para comprobar que no queda ningún resto, visualizar posibles sangrados y comprobar el estado del tímpano.
En el caso de que esté en el ojo, el primer paso que se deberá realizar será la aplicación de colirios anestésicos en el ojo afectado para controlar las molestias y así poder proceder a la exploración para localizar cualquier anomalía. A continuación, se realizará un test de fluoresceína en ambos ojos para así comprobar la presencia de úlceras corneales y posteriormente iniciar el tratamiento necesario.
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En conclusión, si has estado en una zona con espigas y sospechas que se le ha podido clavar alguna, es muy importante conocer los síntomas clínicos. Observar y reconocer cualquier anomalía después de un paseo y actuar con rapidez puede determinar la complejidad de la extracción y el desarrollo de complicaciones secundarias.
Explorar y limpiar las zonas alojadas entre los dedos después de un paseo con nuestro perro por alguna zona verde puede ayudar a localizar y eliminar espigas de carácter superficial.
También hay que recordar que la migración de los cuerpos extraños vegetales puede tener consecuencias graves.