Los propietarios de perros y gatos siempre queremos lo mejor para nuestras mascotas. Y sabemos que uno de los pilares básicos para que estén sanas es la dieta saludable. En este sentido, quizá en más de una ocasión nos hemos planteado cuál es la mejor alimentación. Consultamos a varios expertos para valorar si la comida preparada a base de piensos, la comida casera o la dieta BARF son opciones válidas para los 'peludos' del hogar
¿Cuáles son las claves de una dieta saludable para nuestras mascotas?
La dieta debe ser equilibrada y sana, incluyendo todos los nutrientes que el can necesita durante el día y adaptándola a diferentes factores:
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Etapa de la vida: las necesidades de un cachorro son distintas a las de un perro adulto.
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Estado de salud: dependiendo de como este el organismo en un momento determinado hay que ajustar la ingesta de alimentos.
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Actividad: si el perro tiene un gran nivel de actividad, su alimentación tendrá unas características distintas.
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Tamaño: la cantidad de alimentos varía según la raza y tamaño del perro, nos cuentan desde Kiwoko.
- Dieta perros: ¿Sabes cuántas calorías extra le das a tu mascota?
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¿Qué debe comer un cachorro?
Marta Hervera, especialista en nutrición de perros y gatos por el European College of Veterinary and Comparative Nutrition (ECVCN), fundadora y consultora del servicio de referencia en nutrición canina y felina Expert Pet Nutrition nos explica que las necesidades energéticas y nutricionales de perros en crecimiento son distintas a los adultos, tanto cuantitativa como cualitativamente. Por esto existen alimentos específicos para esta etapa de vida, incluso para diferentes tamaños de raza.
El tamaño de raza tiene también un efecto en la duración de la etapa de crecimiento y en la velocidad de crecimiento. En general, perros de raza pequeña y mediana se consideran adulto a los 12 meses, mientras que los perros de raza grande y gigante se consideran adultos a los 18 y 24 meses respectivamente.
La fase de destete y la transición a la comida sólida es progresivo, y suele darse alrededor de las 3 o 4 semanas, su veterinario puede asistirle en como realizar esta transición.
¿Qué necesidades dietéticas tiene un perro o un gato adulto?
El perro adulto requiere obtener del alimento un determinado número de nutrientes esenciales en determinada proporción. Además de las proteínas, grasas e hidratos de carbono, necesita vitaminas A, B, C, D, E y K y fósforo y calcio, nos cuentan desde Kiwoko. Los gatos, por su parte, explican desde Virbac, necesitan alrededor de un 52% de proteínas, un 36% de grasas, y un 12%, de hidratos de carbono.
¿Qué debo tener en cuenta si opto por piensos?
Cuando se opta por alimentar a los perros con pienso, surgen varias dudas respecto al tipo de composición nutricional. Actualmente, hay muchas variedades de pienso en el mercado y, desde Kiwoko, señalan que lo más importante es saber leer la etiqueta nutricional para poder elegir siempre la opción más adecuada y saludable.
Antes analizar la composición nutricional, hay que diferenciar la etapa de la alimentación, si el can es cachorro, adulto o adult senior. Una vez que se ha elegido el pienso en función de este factor, se recomienda mirar la etiqueta y ver los nutrientes
Composición, la comida para mascotas debe enumerar todos los ingredientes que contiene ordenados por peso, de mayor a menor. Al leer la etiqueta, hay que tener en cuenta que la carne está compuesta aproximadamente de un 75% agua. El resto de la lista de ingredientes que se enumeran, aparecen en orden de mayor a menor cantidad (incluyendo los aditivos nutricionales, tecnológicos y organolépticos)
A la hora de elegir el pienso que más se adapte al perro, hay que tener en cuenta que todas las etiquetas deben de indicar la cantidad mínima de proteínas y grasas que contienen al igual que el porcentaje máximo de fibra.
¿Es saludable dar a nuestra mascota toda la vida pienso?
Marta Hervera señala que, debido a que hay alimentos comerciales en diferentes formatos completos, pueden ser administrados a nuestro perro durante toda la vida si nuestro veterinario no nos recomienda un cambio a causa de problemas de salud.
Los alimentos comerciales no son comparables nutricionalemente a algunos productos industriales humanos que no son recomendable consumir frecuentemente, como por ejemplo, los alimentos procesados o la comida basura. Los alimentos comerciales para perros completos y de un productor con garantías son equilibrados y saludables para el largo plazo.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que muchos ingredientes utilizados habitualmente en la producción de alimentos comerciales son naturales según la ley, aunque no todos los productores hagan esta alegación en sus productos. En cualquier caso, si queremos saber si los ingredientes (o cuáles de ellos) son naturales (o si no lo son a qué procesos han sido sometidos) es interesante contactar con el productor para que nos facilite esta información.
En cuanto a la repercusión de estos productos sobre la salud, por el momento no existe evidencia que dietas más naturales, es decir, con alimentos reales, sean más saludables o favorezcan una mayor esperanza de vida.
- Por qué tu perro debería tener una dieta variada (y su relación con el cáncer)
¿Cuándo debemos pasar a un pienso senior?
No está bien definida la edad a partir de la cual podemos empezar a considerar un perro adulto como geriátricos o senior. Estos términos se refieren en general a aquellos pacientes que han superado los dos tercios de su esperanza de vida. En estos años se dan con mayor frecuencia enfermedades relacionadas con la edad como el cáncer y las alteraciones cardiovasculares, gastrointestinales, ortopédicas y renales.
En los perros la esperanza de vida depende (entre otros) del tamaño adulto del animal. Según algunas publicaciones el perro con un peso adulto de menos de 9 kilos puede considerarse geriátrico a partir de los 11,5 años, los de entre 9 y 23 kilos a los 10, los de entre 24 y 40 kilos a los 9 y los de más de 40 kilos a partir de los 7,5 años de edad. Aunque estos datos no son más que estimaciones orientativas y existe una gran variación individual. Los signos físicos de la edad (como la disminución de la actividad, pérdida de audición y de visión, etc.), pueden ser más indicativos que la edad cronológica en cada paciente en particular.
Como cada perro envejece a una velocidad diferente y sus signos de envejecimiento son diferentes, lo mejor es adaptar la nutrición, entre otros cuidados a su condición específica en cada edad con el objetivo de proporcionar una dieta que permita minimizar las consecuencias negativas de los cambios fisiológicos asociados a la vejez y limitar las consecuencias del proceso del envejecimiento.
Los que los productores de alimentos para perros y gatos, recurren a sus conocimientos, experiencia y a los estudios existentes para ofrecer un alimento adecuado a un animal geriátrico.
En el mercado, existen múltiples productos con diferentes características pensados, todos, para la nutrición en esta fase de la vida del perro. Cada uno según su experiencia recomienda una edad orientativa para el cambio, sin embargo lo mejor es consultar con nuestro veterinario que nos orientara si este cambio es adecuado y en que momento además de otros cuidados a tener en cuenta para nuestros animales mayores, concluye Marta Hervera, especialista en nutrición animal.
¿Podemos darle una dieta casera a nuestras mascotas?
Según los expertos, no es lo más aconsejable a no ser que nos aseguremos de darle los nutrientes que necesita nuestra mascota en las cantidades y proporciones necesarias y correctas, prescindiendo de aquellos alimentos que puedan ser perjudiciales. Como apunta Marta Hervera
Los perros, por ejemplo, continúa la experta, son una especie diferente a los humanos con necesidades nutricionales específicas y diferentes, por lo que pensar que si se alimentan como nosotros es lo mejor es un error y puede tener consecuencias para su salud. Ni una dieta variada, ni una dieta parecida a la nuestra asegura que la ración del perro sea completa y se adecue a sus necesidades. De hecho, advierte, las deficiencias nutricionales suelen repetirse aunque variemos los ingredientes o si realizamos raciones ‘a ojo’ y no hacemos una evaluación de la ración para que aporte cada uno de los 40 nutrientes imprescindibles.
¿Qué riesgos entraña la dieta BARF?
La dieta BARF se basa en proporcionar a nuestros amigos de cuatro patas alimento crudo de todo tipo: huesos, carne, vísceras, órganos, huevos, leche, entre un 60 y 80% y también frutas, legumbres y vegetales entre un 20 y un 40%, explica Alicia Fernández Vitali, auxiliar Responsable de Nutrición de AniCura Abros Hospital Veterinario (Ourense).
"El objetivo de los propietarios que le dan este tipo de dieta a sus mascotas es alimentarlas de forma ‘natural y saludable’, como sus ancestros los lobos, perros y gatos salvajes", apunta Fernández. No obstante, la experta nos explica que los animales han evolucionado en su alimentación, en su digestión y en su metabolismo, al igual que la especie humana, por lo que este tipo de dieta no es la adecuada para los animales domésticos en la actualidad.
Otro de los argumentos más populares de los defensores de la dieta BARF es el supuesto incremento de vitalidad, mejora el estado del pelo, la piel, los dientes y los huesos, digestiones y deposiciones del animal. Incluso se ha llegado a alegar que, gracias a la supuesta reducción de las intolerancias alimentarias y las enfermedades, esta dieta les otorga longevidad. No obstante, no hay un consenso generalizado basado en evidencias científicas que respalden estas afirmaciones. Lo que sí existe es un riesgo asociado a contraer infecciones y transmirlo a otros animales y a los humanos. "El animal se convierte en un foco de contagio al excretar las bacterias en las heces y depositarlas en el medio ambiente en el que vive, ya que existen riesgos asociados también para las personas que la manipulan y que conviven con ellos siendo los más susceptibles de contaminarse son los niños, los ancianos y las personas inmunodeprimidas”, comenta Fernández Vitali.
Las mascotas que toman dieta BARF tienen más probabilidades de infectarse con las bacterias y parásitos, como la Salmonella spp., la Escherichia Coli, o el Toxoplasma Gondii, y de transmitírselos a su cuidador, incluso sin desarrollar ellos mismos la enfermedad podrían ser simplemente portadores de los patógenos.
Los gatos y perros que toman este tipo de alimento pueden tener menos respuesta a los antibióticos, ya que estas bacterias son resistentes a los mismos, cosa que no ocurriría si tomaran una dieta convencional.