¿Sabes qué siente tu perro o tu gato tras la castración?

La castración es clave para alargar la vida de nuestras mascotas ya que evitamos ciertas enfermedades. En hembras, evita enfermedades relacionadas con los ovarios y el útero como tumores ováricos, ovarios poliquísticos e infección uterina (piometra). Además, reduce el riesgo de enfermedades hormonales como tumores mamarios y pseudogestación (embarazo psicológico).

En machos, la castración evita enfermedades relacionadas con los testículos como tumores testiculares. Además, reduce el riesgo de enfermedades prostáticas como tumores prostáticos, prostatitis e hiperplasia prostática benigna.

No solo debemos hacerlo por la prevención de estas enfermedades, si no para el control de la población, reduciendo el número de animales abandonados.

Y aún así muchos propietarios tenemos miedo de castrar a nuestros compañeros peludos porque tenemos miedo a que les pase algo. Muchos, también, piensan que el carácter de su mascota va a cambiar. Nos aclara las dudas la veterinaria Paula Sánchez Lobato de Clinicanimal, centro que, junto a Clínicas Kivet, está llevando a cabo una Campaña de Esterilización Veterinaria hasta el próximo 30 de junio, y que tiene como objetivo concienciar a la población de los beneficios que reporta la esterilización, además de ayudar a prevenir numerosas enfermedades y evitar problemas de conducta a causa de los cambios hormonales.

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¿Qué sienten nuestras mascotas cuando los castramos?

Durante las primeras 24 horas después de la operación, nuestras mascotas suelen estar tranquilas por los efectos de la anestesia. Después, volverán a comportarse con total normalidad. Con el tiempo, algunos pueden estar más tranquilos, pero seguirán teniendo ganas de jugar.

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¿Experimentan cambios en el comportamiento?

La testosterona es una hormona que se segrega principalmente por los testículos y en menor medida por los ovarios y las glándulas suprarrenales. Esta hormona controla la conducta sexual y ciertos comportamientos, como el marcaje y la agresividad. Por lo tanto, al realizar la castración, evitaremos el marcaje, los comportamientos agresivos hacia otros animales (reduciendo así el riesgo de mordiscos y arañazos que pueden transmitir ciertas enfermedades como la leucemia y la inmunodeficiencia felina), irse de casa en busca de hembras en celo…

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¿Por qué están más tranquilos?

Están más tranquilos porque se disminuye el comportamiento sexual. La agresividad por dominancia disminuye generalmente, aunque a veces, especialmente en el perro, debe ir acompañado de adiestramiento para modificar la conducta. No debemos olvidar, que los perros pueden tener comportamientos de escape y agresividad hacia el dueño debido al estrés que les ocasiona la hembra en celo. Además, evitaremos el estrés que sufren muchas hembras (especialmente gatas) cuando tienen el celo.

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¿Conservarán instintos de dominancia por territorio, por ejemplo?

Nuestras mascotas serán menos territoriales y dominantes. Eso sí, estos problemas de comportamiento pueden solucionarse siempre que la castración se haga a tiempo. Animales con edades adultas tienen comportamientos que han aprendido con el tiempo por lo que es complicado que se solucione completamente con la castración.

Qué riesgos tiene la castración 

En general, la castración no suele presentar complicaciones y tiene numerosos beneficios para la salud de nuestra mascota. No obstante, existen algunos riesgos, pero la probabilidad de que sucedan son muy bajos.

Podría haber un aumento del riesgo de incontinencia urinaria. En este caso, observaremos pérdida de orina en hembras por un déficit de estrógeno, y en machos por un déficit de testosterona, que hace que se debilite el esfínter de la vejiga. Este riesgo es más frecuente que pase en hembras.

Además, puede aumentar el riesgo de causar una infección urinaria, formación de cálculos y obstrucción uretral en machos, especialmente en gatos. Observaremos pequeña cantidad de orina con mayor frecuencia de micción, malestar al orinar, sangre en la orina, falta de apetito, lamido excesivo de la zona genital e, incluso, incapacidad de miccionar en el caso de la obstrucción.

También puede haber un aumento de peso, hecho que se evitará manteniendo una alimentación y ejercicio adecuado.

No debemos olvidar que, aunque existan estos riesgos poco probables, hay muchas más razones para castrar, ya que alargará la vida de nuestras mascotas.

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