¿Por qué mi perro cachorro lo muerde todo?

¿Tienes un perro cachorro en casa y no deja de morderlo todo? No te preocupes. Es normal, todos lo hacen y lo único que debes hacer es tener un poco de paciencia, garantizar su seguridad y enseñarle, poco a poco, a no hacerlo.

Según nos explica Paulo Chen, veterinario de AniCura Velazquez Hospital Veterinario, "los perros con pocos meses de edad tienen como método para explorar, morder objetos del entorno". De hecho, señala el especialista en salud animal, "muchas veces no controlan la fuerza de mordida hasta los cinco meses". 

El experto nos cuenta que una de las herramientas más eficaces para controlar la mordida es el juego con sus congéneres, especialmente, con la madre y los hermanos de la camada. "Cuando están con sus progenitores o sus hermanos, construyen lazos de jerarquía. La socialización es el periodo donde el cachorro aprende a relacionarse con personas, otros perros, otras mascotas y también con el ambiente (calle, metro, bicicletas, coches, etc.). En este periodo que dura desde las 2 semanas de vida hasta los 4 meses de edad pueden morder las manos y objetos por explorar o por miedo o inseguridad". 

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Cómo enseñarle a no morder 

Un cachorro en casa puede morder cualquier cosa:  plantas, cables así como cualquier elemento que desprenda un olor que le parezca agradable como, por ejemplo, zapatos, calcetines, etc. 

"En este periodo en que están explorando el entorno con la boca, suelen oler o morder todo. Una opción es ofrecer juguetes para que centren la atención y jueguen. Podemos encontrar todo tipo de juguetes. Los de goma o pelotas son una buena opción. Los hay, también, en los que se puede introducir golosinas en el interior para que se entretengan". 

¿Le pueden doler los dientes? 

Cuando un cachorro muerde también puede hacerlo porque tiene dolor por algo, tan natural como que esté cambiando sus dientes. "Es un proceso fisiológico que ocurre, generalmente, a partir de los tres meses y que se extiende hasta los 5 o 7 meses de edad. En este periodo pueden morder un poco más por la inflamación de las encías y por la erupción de la dentición permanente", afirma el especialista. 

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¿Cuándo debe dejar de morder un cachorro?

Considerando que el cachorro se ha socializado adecuadamente el acto de morder o destruir los objetos de casa suelen remitir entre los 5 y 12 meses de edad. "Cuando la mascota continúa con estos malos hábitos, aconsejamos que visite a un etólogo o adiestrador. El profesional estudiará las malas costumbres, identificará los errores de manejo de los dueños y trazará un plan de reconducción de conducta", recomienda el especialista en veterinaria. 

¿Podemos utilizar juguetes para que los muerdan?

Aunque te parezca que se comportan como pequeños 'salvajes' con sus juguetes, ya que pueden tardar muy poco en destrozarlos, no te preocupes, también es normal. "Los perros se relacionan con sus juguetes sacudiéndolos de un lado a otro o trayéndolos para que lo tires y que él tenga que buscarlo", nos explica Paulo Chen, quien insiste en que lo importante es que sepan controlar la fuerza de la mordida. "Hay adiestradores que aconsejan que muerdan nuestros dedos para que controlen la fuerza de la mordida. Si se pasan de fuerza, al mismo momento decimos un “Ay" y paramos el juego durante unos segundos".  El acto de parar el juego es la manera en la que nuestro 'peludo' se dará cuenta de que no debe morder tan fuerte. Haremos este ejercicio hasta que sepan controlar la mordida pero eso dependerá de la raza y el temperamento de la mascota. "No es lo mismo un yorkshire que un pastor alemán", recuerda. 

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¿Se pueden hacer daño al jugar con ellos?

Otro aspecto importante es qué tipo de juguetes les damos porque no vale cualquier cosa. "Lo que podría pasar con los juguetes duros como palos o las astas de ciervos es que se fracturen los dientes de leche. Los traumas o golpes pueden provocar alguna lesión en el germen dentario y que erupcionen de manera inadecuada", nos alerta. Asimismo, cuando ya tienen los dientes definitivos  y juegan con objetos duros, puede sufrir un desgaste prematuro de la pieza dental o fracturas de corona.