Mantener la casa limpia y confortable es hoy fundamental dado los tiempos que corren. Inmersos en el confinamiento, viviremos mucho más felices y tranquilos si nuestro entorno está en buenas condiciones, libre de suciedad y caos. ¿Tienes mascota en casa? Entonces, todavía con más razón, es necesario extremar las tareas de limpieza doméstica, para disfrutar de un ambiente agradable en casa. Pero, ¿sabes cómo has de limpiar si convives con un perro o un gato? Aquí tienes algunas pautas a tener en cuenta.
Ventila cada mañana
Es la primera regla que has de observar para tener tu espacio limpio y saludable, más aún cuando hay mascotas. Abre las ventanas de par en par todas las mañanas y deja que el aire purifique el ambiente. Esta medida es muy efectiva cuando se trata de combatir los ácaros del polvo, y también te será de gran utilidad si necesitas eliminar los olores que pueden provocar los animales.
Tu mascota, siempre limpia y aseada
Tu perro es tu ojito derecho. El miembro de tu familia al que no puedes resistirte. ¡Y con razón! Es tan adorable… Y por eso, porque le quieres, te gusta que esté siempre limpio y guapo, y te preocupas de bañarle y darle los cuidados de higiene que necesita. Esto es importante para que tu casa esté limpia. Ahora, en tiempos del coronavirus, esta premisa es todavía más relevante por lo que puedes aumentar la frecuencia con la que bañas a tu perro (si es necesario, consulta con el veterinario). También es importante que le cepilles a diario, para evitar que se acumule la suciedad y el pelo por todas partes. Ten en cuenta que el pelaje de las mascotas es un refugio para los ácaros y el polvo. En el caso de los gatos, ellos necesitan bañarse con mucha menor frecuencia, ya que se asean por sí mismos y, además, no salen de casa.
Espacios libres de polvo
Puede que no tengas tiempo para todas las tareas domésticas que requiere tu casa, pero hay una que nunca podrás pasar por alto si convives con un perro o un gato: pasar el aspirador. Quitar el polvo es un trabajo esencial que no puedes dejar de realizar. Ten en cuenta que solo aspirando cada dos días el suelo y las superficies de tu casa conseguirás que esté limpia y libre del pelo que sueltan los animales. Un consejo: hazte con un aspirador potente y eficaz. Incluso podrías invertir en un modelo equipado con un filtro HEPA (High Efficiency Particulate Air) capaz de atrapar hasta las partículas de polvo más diminutas. Y para limpiar muebles y el resto de elementos, utiliza un paño húmedo que recoja el polvo y no lo disperse.
Las tapicerías, impecables
Tu mascota es uno más de la familia y comparte el espacio con todos vosotros. Sin embargo, en estos momentos no está de más ser precavido y no dejarle subir al sofá o a la cama, lo que te ayudará a mantenerlos mucho más limpios. Sea como sea, limpiar los textiles es prioritario en las casas en las que hay mascotas. Para hacerlo comienza por aspirar las tapicerías con frecuencia, como mínimo dos veces a la semana. Si tu sofá está protegido por una funda o la tapicería es desenfundable debes lavarla en la lavadora cada poco tiempo en agua caliente. Un consejo: para desinfectar la ropa has de programar una temperatura de 60º C. En caso de que tu sofá no sea desenfundable limpia la tapicería con agua y amoniaco.
¿Qué hacer (y qué limpiar) al volver del paseo?
Sacar a tu perro a pasear es uno de los grandes placeres cotidianos, ¿verdad? Y ahora, además, compartir con él esos momentos al aire libre se ha convertido en todo un lujo. Sin embargo, has de hacerlo con cabeza. En la situación que estamos viviendo es importante saber cómo has de limpiar a tu mascota al volver de la calle. Aunque los animales no sufren ni contagian el coronavirus, sí pueden traerlo a casa en sus patas, por ejemplo. Por eso, nada más llegar de la calle, igual que tú te cambias los zapatos por el calzado de estar en casa, es conveniente que limpies las patas de tu perro con agua y jabón o gel hidroalcohólico. También puedes hacerlo con una toallita de alcohol al 70 %.
Ojo con los productos de limpieza
La lucha contra el coronavirus ha cambiado muchas cosas, y también nuestros hábitos de limpieza. Ahora todos nos esforzamos por desinfectar a fondo nuestra casa, y eso implica el uso de productos que pueden resultar agresivos, especialmente si no los utilizamos bien. De hecho, según el Instituto de Toxicología, han aumentado las consultas por intoxicaciones producidas al mezclar limpiadores químicos incompatibles. Como la lejía y el amoniaco que cuando se mezclan liberan cloramina, un gas muy tóxico que puede provocar serios problemas de salud. El uso de productos de limpieza demasiado fuertes también puede perjudicar la salud de tu mascota. Los perros tienen el olfato muy desarrollado y los olores les pueden afectar. Además, también pueden lamerse las patas (los gatos especialmente) que habrán estado en contacto con las superficies domésticas. Un consejo: optar por productos naturales puede ser interesante (siempre para limpiar, no para desinfectar): bicarbonato de sodio, vinagre blanco, limón o sal. También puedes elegir productos de limpieza específicos para casas con mascotas.
Presta atención a sus cosas
Su cama, su mantita, los juguetes que más le gustan, el comedero… Mantener las cosas de tu perro o de tu gato bien limpias es muy importante. Las prendas textiles, como la cama o la colchoneta, has de lavarlas en la lavadora cada semana para eliminar posibles gérmenes y evitar que se acumulen en ellas los pelos y la suciedad. Un truco: si quieres asegurarte de una mayor higiene puedes pulverizarlas con un producto bactericida especial para la ropa, o programar la lavadora a 60º C.
Mantener a raya los malos olores
Las mascotas, especialmente los perros, desprenden un fuerte olor corporal que puede provocar ambientes desagradables, si no haces nada por evitarlo. Una forma de contrarrestarlo, además de la limpieza profunda y eficaz, consiste en utilizar productos naturales que desodoricen. Si utilizas ambientadores al uso, el remedio puede ser peor que la enfermedad. Un consejo: espolvorea bicarbonato de sodio en la zona en la que suele descansar tu perro, déjalo actuar por la noche y pasa el aspirador por la mañana. El bicarbonato absorberá los malos efluvios.
Protege sus espacios
Su lugar de descanso favorito, su zona de juegos, su rincón para comer… Tu mascota, como todos los miembros de la familia, tiene sus espacios favoritos en casa. Proteger las superficies más expuestas a la acción de tu mascota es una estrategia muy práctica para evitar su deterioro y tener que limpiar menos. Una idea: coloca en la zona en la que come, por ejemplo, una alfombra lavable que evite las manchas constantes en el pavimento. Elige un modelo apto para lavar en la lavadora o una vinílica que puedas limpiar con la fregona.