A lo largo de la vida, tanto de perros como de las personas, algunas de las células del organismo pueden llegar a experimentar un crecimiento descontrolado (que es cómo se inicia un tumor, tanto benigno cómo maligno); pero nuestro sistema inmune, que es muy complejo, logra identificar aquellas células que están actuando de manera que no deben y les obligan a morirse, eso se llama apoptosis. Sin embargo, no siempre ocurre así, y algunas células escapan a este control, se hacen pasar por buenas, comienzan a crecer y forman un tumor. Cuando se malignifica hablamos de cáncer. Y cuando se disemina a otros órganos, metástasis. Las personas no somos las únicas que sufrimos esta enfermedad. Nuestros animales de compañía también pueden padecerla. La buena noticia es que cada vez hay más avances que permiten tratar con éxito esta patología y ofrecer una mayor calidad de vida a nuestras mascotas.
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El cáncer en el perro y en el gato
Por norma general, "en la especie canina tenemos tres tipos de cáncer, que creo, que son los que más vemos en el día a día en la consulta, por ejemplo, los tumores cutáneos y, dentro de estos, el que más prevalencia tiene es, sin duda alguna, es el mastocitoma", explica María Bazán, responsable del servicio de oncología de AniCura Buenavista Hospital veterinario nos explica cuáles pueden ser las señales que nos pueden indicar que nuestra mascota está enferma y cuál suele ser el pronóstico de esta enfermedad. Otro tipo de cáncer frecuente es el linfoma y, por último, los tumores de mama.
En la especie felina, y según explica la especialista en oncología veterinaria "en gatas sin castrar los tumores de mama son los más habituales y en el resto de población felina el linfoma/leucemia".
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La raza predispone
Ante la pregunta de si hay razas de perro más predispuestas a sufrir cáncer, María Bazán asegura que sí y que, además, está muy contrastado. Por ejemplo, "los boxers, carlinos, bulldogs franceses tienen predisposición racial a desarrollar mastocitomas cutáneos", indica. Sin embargo, para tranquilidad de los dueños de estos perros, generalmente se diagnostica en un grado bajo y, con un buen diagnóstico y tratamiento quirúrgico, "el pronóstico de estos tumores suele ser excelente", afirma la especialista.
Por otro lado, los perros de razas grandes suelen tener una mayor predisposición a desarrollar cáncer de huesos. "Se ha visto que esta patología tiene un comportamiento muy similar al cáncer de huesos en niños", apunta la veterinaria.
Síntomas de cáncer en las mascotas
La mayoría de los propietarios suelen detectar acariciando al animal ‘bultitos’ y ese suele ser el primer síntoma. Por norma general, no suelen ser lesiones que duelan. Otras veces, si el cáncer está en órganos internos, la sintomatología es más inespecífica. Hay señales que pueden hacernos sospechar y por las que deberíamos acudir al veterinario para realizar un chequeo a nuestra mascota. Por ejemplo:
- Tos (si es de pulmón)
- Pérdida de peso y/o diarreas (si está en intestino)
- Apatía y/o fiebre
Hay que tener en cuenta, no obstante, que estos signos son tan amplios que pueden obedecer a otra causa, por lo que no hay que pensar, a priori, que nuestra mascota tiene cáncer. Lo que sí es conveniente es que se averigüe la razón con una buena exploración o con las pruebas que el especialista estime conveniente.
"Si se detecta un bulto, aunque sea pequeño, o si nuestro perro o gato cambia de hábitos, está más triste o percibimos algo fuera de lo normal, debemos acudir al veterinario, pero sin alarmarnos porque no todo tiene por qué ser cáncer", tranquiliza María Bazán.
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¿Qué pruebas ayudan a detectar el cáncer?
La gran mayoría de las veces, se puede realizar una punción de esa tumoración con una aguja (similar a la de las vacunas) para realizar una citología. "Estas pruebas podemos hacerlas en la misma clínica y podemos obtener el 'nombre' de esta masa. Pero para conocer los apellidos debemos realizar una biopsia del tumor", aclara.
Además, siempre "nos ayudamos de las pruebas por imagen, radiografías, ecografías, escáneres. En muchos casos, nos ayudan a dar el diagnóstico definitivo y emitir un pronóstico", completa.
Para realizar una citología, nuestra mascota no tendrá que realizar ningún tipo de preparación. Si se va a realizar una ecografía, nos recomendarán que nuestro perro o gato acuda en ayunas. Si la prueba que nos recomiendan es un TAC, se tendrá que realizar bajo anestesia general. Para evitar contratiempos, el veterinario puede pedir realizar unas pruebas previas, como un análisis de sangre, una radiografía de tórax y un ecocardiograma para conocer el estado de salud del animal. Asimismo, ya que se trata de una anestesia, deberá acudir en ayunas.
La experta aclara que las pruebas diagnósticas son, en su mayoría, no invasivas, como puede ser la citología, la ecografía y la radiografía. Pero hay veces que necesitamos apoyarnos del uso del TAC, y éste se realiza con anestesia, para evitar que el animal se mueva, puesto que no entiende qué le vamos a hacer. Ya se sabe que el riesgo cero no existe pero, por lo general, anestesiar a nuestro perro no conlleva ningún problema, puesto que se realiza con el control de un anestesista así como con monitorización que supervisará en todo momento el estado de salud del paciente.
¿Qué debemos hacer ante un diagnóstico de cáncer?
Lo primero de todo, intentar no alarmarnos en la medida de lo posible. El animal (perro o gato) no sabe lo qué le pasa. En muchos casos, el cáncer le está haciendo enfermar y encontrarse mal. Ahí la opción sería tratar el cáncer, mediante cirugía y/o quimioterapia, para que se vaya encontrando mejor.
Por otro lado, buscar la ayuda y el apoyo de un veterinario que sepa manejarse en esta disciplina para poder valorar todas las opciones y así tomar las mejores decisiones para nuestra mascota.
"He de añadir que el objetivo es que tenga calidad de vida y se encuentre bien, siendo posible llegar a alcanzar la curación total con los procedimientos adecuados en cada caso", señala María Bazán que es especialista en oncología veterinaria.
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¿Qué tratamientos existen?
En la gran mayoría de los casos, la primera aproximación de tratamiento es la quirúrgica. "Muchas veces, sabiendo lo que tenemos mediante citología o biopsia previa, se pueden programar procedimientos quirúrgicos que lleguen a curar del todo al paciente. Pero otras veces, la cirugía es la primera fase y se hace necesario un tratamiento quimioterápico", indica.
Por lo tanto, tenemos a nuestra disposición quimioterapia (siendo intravenosa u oral dependiendo del tratamiento), radioterapia, electroquimioterapia, terapias dirigidas, quimioterapia metronómica (dosis más bajas, durante más tiempo y con menos efectos secundarios), etc. En definitiva, una amplia variedad de tratamientos que se van adaptando al paciente y a la enfermedad.
¿Cuál suele ser el pronóstico del cáncer en mascotas?
Todo depende del tipo de cáncer. "Si tenemos un tumor benigno o uno malo, pero de baja malignidad, con una buena aproximación quirúrgica, solemos conseguir curación total". Si se trata de un cáncer en un estado más avanzado o es imposible operar o tratar, el pronóstico cambia. En estos casos, intentamos que, aunque no podamos curar el cáncer, que éste este “quieto” y no cause problemas, ya que, en muchos casos, este tipo de patología se da en animales mayores con otras patologías añadidas (insuficiencia cardíaca, insuficiencia renal, etc...)", señala la oncóloga veterinaria.
En cualquier caso, debemos tener en cuenta que el principal objetivo es buscar el mayor bienestar y calidad de vida para el animal. Y que, gracias a los cuidados de los propietarios y los tratamientos que recomiende el veterinario, se puede lograr.