Los gatos son animales superexpresivos. Su forma de andar, los movimientos de su cola, su mirada, orientación de sus orejas y posición de sus bigotes pueden revelar información importante sobre su estado anímico y también de salud. Después de años de investigación, un grupo de científicos y veterinarios de la Universidad de Calgary y de la Universidad de Montreal y publicado en la revista científica Nature ha conseguido desarrollar una herramienta que consigue medir el sufrimiento de esta especie, que puede ser muy útil para todas aquellas personas que cuentan con uno o más de estos amigos peludos en sus hogares.
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El estudio se centró en analizar los gestos y movimientos de 35 gatos, a los que grabaron en vídeo sin ser molestados. A través del estudio y los diferentes controles, los investigadores descubrieron que los gatos que estaban enfermos y sentían algún tipo de dolor cambiaban sus expresiones con facilidad. Después de suministrarles los medicamentos y analgésicos pertinentes, y esperando un promedio de una hora para que estos hicieran efecto, comprobaron que esa misma expresión de dolor y pena en sus rostros había desaparecido. En este sentido, los expertos llegaron a identificar hasta cinco indicadores: posición y orientación de las orejas, apertura de los ojos, grado de tensión muscular en el hocico, movimiento y cambio de posición en los bigotes y posición de la cabeza.
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"Observando sus oídos, sus ojos, sus bigotes, su hocico y la posición de sus cabezas podemos obtener una muy buena idea de si los gatos sienten dolor o no", explica el Dr. Daniel Pang, uno de los líderes de la investigación y profesor asociado de anestesia y analgesia en la facultad de medicina veterinaria de la Universidad de Calgary.
"Si el gato se siente cómodo sus orejas parten de una buena posición, rectas y hacia hacia adelante. Si empiezan a tener dolor, estas comienzan a girar hacia atrás, en dirección hacia su cola y comienzan a aplanarse también", comenta el veterinario. "En el caso de los ojos, si presentan molestias en lugar de estar abiertos comenzarán a entrecerrarlos, llegando incluso a cerrarlos por completo en algunos casos", continúa.
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Medidores de dolor
Además, el hocico y los bigotes de un gato con dolor se tensarán, mientras que su cabeza se doblará debajo de sus hombros. El estudio desarrolló una escala de gestos felinos, que puede ser utilizado tanto por veterinarios, como por los propios dueños de los gatos. A cada indicador facial se le asigna una puntuación, siendo 0 la correspondiente a un gato sin dolor, 1 de dolor leve a moderado y 2 dolor elevado. Sumando la puntuación de cada uno de los cinco gestos analizados el resultado puede dar desde 0, ningún dolor, a 10, máximo dolor. Los autores del estudio consideran que cualquier puntuación igual o superior a 4 indica que el animal tiene que recibir analgésicos.