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Está comprobado que los animales de compañía mejoran la calidad de vida de sus dueños. Implican responsabilidad y cuidado, pero devuelven ese esfuerzo que hacemos por ellos con creces.
Muchas veces elegir entre un gato y un perro no es una opción, según las necesidades del dueño. Ocurre algo similar con el destino de vacaciones, eres de playa o de montaña, no hay una opción mejor que otra, sino una cuestión de identificación y gustos personales. Los dueños de perros te dirán que son leales, cariñosos y protectores y los de los gatos que son fáciles de cuidar, independientes y mimosos. Ambas partes tienen razón, se trata de saber qué prefieres tú y lo que puedes brindarle.
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Gatos de raza o pedigrí
Si estás buscando un gato con pedigrí existen cerca de 60 especies por las que puedes optar. Los gatos de raza son algo, solamente algo, predecibles. Con frecuencia exigen más atención que otros gatos y algunas razas, como el gato siamés, suele ser maullador y travieso.
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Si te gusta regresar del trabajo y pasar un rato con el gato en tu regazo jugando y mimándolo los de raza son más predispuestos, siempre que sean gatos mayores. Es un tipo de animal que puede ayudar con la emociones y ayudar a sanar algunos traumas emocionales. Cuando las personas que tienen gatos atraviesan una situación de duelo el proceso suele ser más rápido.
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© iStock
Tener una mascota reduce el estrés pero, con frecuencia aquellas personas que tienen un gato en casa tienen la tensión arterial más baja que aquellas personas que no conviven con mascotas. Por lo tanto, si tienes una mascota gatuna en casa tienes menos posibilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares.
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Gatos sin pedigrí
Si te acercas a un centro de acogida a buscar un gato, cuentas con la ventaja de que estará esterilizado. Los gatos de raza, a menudo, tienen una salud más delicada que los gatos callejeros, porque existe entre ellos la posibilidad de tener lazos de consanguinidad.
Los gatos inspiran emociones positivas, de alegría, ternura o felicidad. Por algo, los vídeos o fotos de gatitos son los más buscados y vistos en Internet. El ronroneo de tu gato puede curar y sanar, sí como lo lees, la frecuencia vibratoria del ronroneo de los gatos podría estimular el proceso de curación en lesiones en los tendones y los músculos. Al tener un efecto relajante también alivia el dolor y algunas molestias.
Efectos terapéuticos de los gatos sobre los niños
El contacto físico entre niños y mascotas de compañía estimula muchos aspectos de su crecimiento. La sociabilidad es uno de los más mencionados, pero también aportan protección e incrementan los niveles de oxitocina en sangre. Esta hormona estimula las relaciones sociales, fortaleciendo el vínculo y mejorando aspectos de la conducta como los trastornos obsesivos o repetitivos.
En ocasiones, también se ha detectado que mejora la entonación de los niños al hablar, cuando tienen un gato en casa, además de influir positivamente en su manera de relacionarse con el mundo exterior.
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