Los gatos son una especie territorial, la mayoría disfruta de lugares tranquilos y silenciosos en los que se sientan seguros y protegidos. Las fobias pueden aparecer cuando su entorno cotidiano se ve afectado por una situación que se escapa de su control.
Entre el temor y la fobia hay diferencias notables y, en ambos casos, su comportamiento es la mejor manera de detectarlo. Lo notarás ansioso, huidizos, con el pelo erizado y, en algunos casos, pueden llegar a atacar. Estos son los temores más frecuentes que puede sufrir tu mascota:
Visitas de personas de desconocidas
Para saber si la conducta de tu gato es por temor o una fobia, basta con observar e identificar si el comportamiento es exagerado. Como pasa con las personas, la fobia representa una conducta que obliga a modificar la rutina de manera tal que incomoda a quien la padece y a su entorno.
Como los gatos se sienten a gusto cuando tienen el dominio de su espacio, cualquier factor que se entrometa le molestará. Si tienes visitas, que tu mascota desconoce, es probable que reaccione con una actitud de ataque. Su respuesta no es más que el sentimiento de que está en peligro.
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Si esto ocurre evita que tus invitados se acerquen para tratar de calmarlo. Esto provocará un temor aún mayor. Lo aconsejable es el animal se tranquilice solo o en compañía de alguien cercano y querido por él. Ocurre, con mayor frecuencia, con animales que tienen problemas para la sociabilización o no fueron acostumbrados a esto.
Truenos y ruidos extraños
Como te darás cuenta, las fobias de estos animales tornan sobre algo que modifica su entorno. Las noches de tormenta, los petardos y los fuegos artificiales son los ruidos que, con frecuencia, más los asustan. Ante un comportamiento fuera de lo común, como que se quede paralizado ante estos sonidos o por el contrario se muestre en una actitud de ataque, con el pelo erizado, bufando y con las orejas hacia atrás, es probable que el miedo haya dado lugar a una fobia.
Si la conducta se repite y tu mascota sufre ante estos ruidos, más de lo que la mayoría de los animales los padece, consultar con el veterinario sería una buena opción. Tal vez pueda ayudarlo con alguna medicación concreta y específica para estos momentos.
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Muebles nuevos
A veces ni siquiera es necesario que el gato cambie de residencia para sentirse molesto. Probablemente hayas notado que si ubicas los muebles en otro lugar diferente al que estaban en la casa, el animal se altera. Necesita volver a reconocer que, aunque en otro lugar, siguen siendo los muebles que conoce y a los que está acostumbrado.
Si compras muebles nuevos, el período de adaptación será mayor. Probablemente se esconda y no quiera salir de su sitio de confianza. Los expertos recomiendan no obligarlos a salir, que sean ellos quienes decidan en qué momento hacerlo. Puedes incluso, acompañarlo y quedarte a su lado mientras reconoce el nuevo espacio.
Hábitats y animales desconocidos
Si llevas una nueva mascota a casa o por casualidad os cruzáis con otro animal y tu gato se queda inmóvil, paralizado en el lugar, es probable que esté sufriendo miedo ante ese factor imposible de controlar. A veces también tiemblan, se orinan o se enferman.
Notarás cambios en su carácter y también físicos. Suelen mostrarse ansiosos y alterados. Es importante que recuerdes que los gatos con miedo pueden tener conductas de ataque aunque en el día a día no las tengan, es una respuesta inconsciente. Las fobias en los animales pueden tratarse y curarse, el veterinario es la persona indicada para ayudarlo. Tu paciencia y el amor que le demuestres ante este problema seguro consiguen ayudarlo.
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