La vida de las personas se divide en etapas. No es lo mismo la infancia, que la adolescencia, la juventud, la madurez o la tercera edad. Cada una de estas etapas tiene unas características propias y requiere unos cuidados específicos. De la misma manera que ocurre con las personas, la vida de los animales también puede dividirse en etapas con rasgos propios cada una de ellas. Muchas personas pasan la mayor parte de sus vidas acompañadas por mascotas con las que comparten su tiempo y de las que cuidan desde cachorros hasta sus últimos días.
Sin embargo, la vida de un perrito suele ser mucho más breve que la de una ser humano. Es cierto que las etapas de su desarrollo son similares, lo cual nos puede ayudar a entender cómo podemos ayudar a nuestras mascotas a afrontar algunos de los momentos más complicados de su ciclo vital. Igual que para las personas la tercera edad es un período de cambios bastante difícil, los perros viven estos últimos momentos de su vida de una manera también compleja.
Las mascotas envejecen a una velocidad muy superior a la de los seres humanos. Por este motivo es muy importante darles los cuidados específicos y todo el cariño del mundo cuando se encuentran en las etapas finales de su vida. Aunque no todos los perros envejecen a la misma velocidad, lo habitual es que a partir de los diez años empiecen a considerarse ancianos. Es en este momento cuando una atención adecuada se vuelve fundamental para procurar al animal una buena vejez y los mejores cuidados posibles en los años más complejos de su vida.
Cuando llega la vejez
Hay una serie de detalles que pueden ayudarnos a comprobar si nuestro perro ha pasado de la madurez a la vejez. Las canas comienzan a poblar su hocico y su cabeza, igual que ocurre en los seres humanos, se vuelve más tranquilo, pasea de una forma sosegada, busca el cariño de su dueño y evita las situaciones de soledad porque se siente intranquilo. Un comportamiento que también es habitual en seres humanos a edad avanzada, que tienden a buscar la compañía de la familia.
Al margen de los cuidados básicos que siempre suelen llevarse a cabo con cualquier mascota, en el caso de los perros ancianos, es necesario prestar especial atención a una serie de factores.
- Más cariño: Los perros de avanzada edad necesitan más cariño todavía que una mascota joven. No escatimes en caricias y mimos, es muy importante que se sientan queridos y parte de la familia.
- Una alimentación adecuada: En esta etapa, es probable que aparezcan nuevas enfermedades provocadas por un sistema inmunitario debilitado y la falta de energía. Por esto, hay que prestar especial atención a la alimentación, con piensos específicos para perros senior que les aporten todos los nutrientes necesarios y les protejan de infecciones.
- Ejercicio: Aunque es posible que en esta etapa se encuentren mucho más cansados de lo habitual, no hay que descuidar la actividad física, ya que ayuda a que la musculatura no se atrofie y se mantengan activos por más tiempo.
- Revisiones veterinarias: Es importante incrementar la frecuencia de las revisiones veterinarias para prevenir cualquier tipo de enfermedad. A esta edad es habitual que surjan dolencias como la artritis, la artrosis, la displasia, cataratas, ceguera o problemas cardiovasculares.
- Adapta tu hogar: En muchas ocasiones puede ser necesario hacer algunas pequeñas modificaciones en nuestra forma de vida para favorecer el bienestar de nuestra mascota. Los perros mayores son menos resistentes a los cambios de temperatura y por eso es importante que encontremos un buen lugar para que pueda descansar adecuadamente, con una cama cómoda. Una buena opción podría ser en una zona cercana a nosotros, para que pueda sentirse cómodo y querido.