En el caso de los perros la gestación dura hasta cuatro veces menos que la de los humanos, pero es complejo de determinar pues no siempre disponemos de información exacta respecto a la fecha de concepción y, en el caso de camadas grandes, las perras pueden dar a luz antes de tiempo para preservar el desarrollo de los cachorros.
Por tanto, los embarazos caninos duran alrededor de 9 semanas, pero determinar cuándo comienza es mucho más difícil que en humanos y no se puede saber con exactitud hasta el dia 24 de gestación.
La dificultad para saber si una perra está embarazada estriba en que las pruebas hormonales no son efectivas porque los ciclos de celo interfieren en los resultados y, por tanto, se darían falsos positivos en cualquier caso. Por esta razón, la mejor forma de conocer el estado de una perra es realizarle una ecografía hacia la tercera semana.
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Cambio de alimentación
En cuanto tenemos la seguridad de que nuestra perra está embarazada debemos cambiar su alimentación para asegurarle los nutrientes necesarios para la gestación de su camada.
Aunque la comida para perros adultos tiene todas las garantías nutricionales para cualquier perro, lo cierto es que una perra embarazada debe cambiar su alimentación por comida para cachorros, que aporta más nutrientes y energía que la de los adultos y que está especialmente enfocada a la formación ósea y muscular. Se recomienda no cambiar esta dieta hasta que no termine el destete, pues la mamá se la transmitirá a sus cachorros por medio de la leche materna.
Una gestación múltiple y veloz
El número de cachorros que se gestarán en el interior de tu perra determinará las semanas que dure el embarazo y el cansancio que ella acumule y va a depender de la raza: los golden retriever alojan 8 cachorros de forma general mientras que los chihuahuas son solo dos perritos por parto.
Cuando culmina el primer mes de gestación ya está muy avanzada la formación de los principales órganos de los cachorros y el corazón comienza a latir. Las extremidades todavía no existen como tal pero empiezan a formarse y a avanzar en su desarrollo. Hasta la semana 4 aún podría producirse un aborto espontáneo, porque el cuerpo de la perra rechace el proceso de embarazo.
A partir del día 55 los cachorros ya podrían nacer, sus cuerpecitos están previamente formados y podrían llegar a subsistir fuera del útero de su madre aunque necesitarían muchos cuidados y es muy probable que todos no resistieran un parto precoz. El momento del alumbramiento no llegará hasta el día 63.
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El parto es un espectáculo de la vida
Sabremos que nuestra perra va a dar a luz porque su vulva se relaja y empieza a segregar leche, esto es porque está en pleno proceso de disminución de la progesterona y se produce una baja de un grado en la temperatura de su cuerpo. La naturaleza es sabia y el espectáculo del alumbramiento nos podrá dejar con la boca abierta al ver que la perra es capaz de encargarse de todo de forma autónoma.
La única situación que debemos vigilar para evitar un problema en el parto es el hecho de que la perra pudiera estar teniendo contracciones de parto y, sin embargo, este proceso no llegue a iniciarse. En este caso es necesario que contactemos urgentemente con un veterinario para que tome el control del parto, aunque esta situación no es demasiado común.
Cada cachorro tardará un tiempo en nacer. Es un proceso que puede hacerse muy largo y que para los dueños de la perra puede producir un estrés añadido, porque es difícil ser conscientes de cuántos perros quedan por salir, en qué estado se encuentra la perra y cuál es la siguiente fase en el parto. Lo importante es que cada vez que nace un cachorro, la perra se desenvuelva con normalidad acicalándolo con su lengua, cortándole el cordón umbilical y predisponiéndose para que el cachorro mame. Los perritos pueden nacer cada 15 minutos, pero se han dado casos de tardar varias horas.
Sin embargo, la intranquilidad de los dueños se ve recompensada por la confirmación de la perra cuando han salido todos. Es un momento mágico en el que sale el último y la mamá cambia de actitud, varía su respiración jadeante por una mucho más normal, se la percibe más tranquila y ya se relaja interactuando con los cachorros de forma muy natural.
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