Puede que la opción de castrar o esterilizar a tu gata te parezca muy radical, porque quieres tener la libertad de que tenga gatitos más adelante. Para evitar los cambios en el comportamiento que provoca el celo y para atajar embarazos no deseados existen otras alternativas reversibles para limitar la fecundidad de tu gata, pues, de la misma forma que los humanos podemos recurrir a medios anticonceptivos, tu gata también.
Se trata de pastillas e inyecciones de hormonas sintéticas. Sin embargo, son opciones a corto plazo, pues no es recomendable que las mascotas pasen toda su vida hormonadas. Realmente estos métodos están indicados para casos concretos en los que, por ejemplo, no se puede realizar una operación de esterilización porque la gata se está recuperando de otra dolencia; o porque, de forma temporal, se recurren a métodos anticonceptivos por vía oral
También puede darse el caso de que la gata ya haya tenido gatitos, deseemos que tenga más, pero pretendemos darle un tiempo suficiente de recuperación. Si recurrimos a los anticonceptivos temporales siempre podemos establecer un descanso en su fertilidad sin que sea irreversible.
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Pero si queremos que nuestra gata no tenga más gatitos, la única y mejor opción es recurrir a la esterilización, que consiste en una extirpación de sus ovarios. Esto no varía su comportamiento, ya que las gatas esterilizadas se comportan de la misma manera que antes de la operación. Y, además, esta intervención reduce significativamente la posibilidad de desarrollar cáncer de mama y útero.
Pastillas
El método más fácil para evitar que tu gata se quede embarazada es un anticonceptivo que emula a la hormona progesterona. Se trata de un fármaco que provoca la desaparición temporal de su ovulación. Su aplicación es sencilla: es una pastilla que la gata deberá de tragar, y puedes ponérsela junto a su comida u ofrecérsela como si fuera una chuche.
Para poder administrársela deberás acudir al veterinario. Él evaluará si tu gata cumple los requisitos necesarios, ya que, a fin de cuentas, se trata de aplicar una hormona a tu mascota, y en función de su edad y estado de salud podría ser desaconsejable. Además, deberás de llevar a rajatabla el calendario que el veterinario diseñe, con los días del calendario en los que deberás administrar la pastilla, y tener en cuenta cual es el plazo efectivo de este método anticonceptivo.
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Inyecciones
Otro método algo menos sencillo son las inyecciones. Contienen también una síntesis hormonal que producen en el organismo de la gata un efecto anticonceptivo similar a las pastillas, pero con una duración mayor. Este método es más seguro porque no depende de que tu recuerdes qué día le toca la dosis a tu gata, o de que creas que se ha tragado la pastilla y resulte que la ha escupido porque no le gusta el sabor.
Las inyecciones anticonceptivas para gatas pueden tener también efectos secundarios. A fin de cuentas, estamos inyectando hormonas y estas pueden afectar de forma muy distinta a una gata que a otra. Los efectos secundarios pueden ser impredecibles en lo que se refiere a cambios de temperamento y a afecciones de salud. Si observas cualquier aspecto negativo en tu gata en los días siguientes a recibir su dosis, es muy importante que se lo comuniques a su veterinario para estudiar la posibilidad de cambiar de método anticonceptivo.
Anticonceptivos temporales vs. esterilización
La razón por la que estos métodos anticonceptivos no se aplican de forma general es que tienen una serie de efectos secundarios. Son aconsejables sólo si existe realmente la posibilidad de que queramos que nuestra gata tenga gatitos. Pero no se recomienda alargar este proceso anticonceptivo mucho tiempo. Dado que estos métodos están compuestos por hormonas, si la gata las recibe durante años estaremos propiciando que sufra desequilibrios biológicos que pueden producirle serios problemas de salud.
Se han dado un número significativos de casos de cáncer de mama y de útero en gatas que pueden estar relacionados con estos métodos anticonceptivos. Además, también se ha detectado como efecto secundario la pérdida de pelo, cambios en su comportamiento y diagnósticos posteriores de diabetes
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