Los dueños de mascotas, sobre todo de perros y gatos, muestran muchas dudas y falta de información a la hora de decidirse a realizarles una castración o una esterilización, entre otras cosas porque no tienen muy claras las diferencias.
No es lo mismo castrar que esterilizar. Ambas opciones tienen como objetivo evitar que tu mascota tenga una camada no deseada, y así reducir el riesgo de abandono y de que se desarrollen tumores e infecciones.
La castración de un macho consiste en una cirugía en la que se extraen los testículos, pero conserva la bolsa escrotal. La esterilización no es tan invasiva, y en ella se seccionan los conductos que unen los testículos con el pene, llamados seminíferos.
En el caso de las hembras, se pueden realizar dos tipos de castración, la ovariectomía o la ovariohisterectomía. En la primera se extraen ambos ovarios de la hembra, y en la segunda, además de los ovarios, se extrae también el útero. La esterilización de la hembra también es menos invasiva, y consiste en la ligadura de las trompas de Falopio.
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Pros y contras de la castración en perros y gatos
En el caso de los gatos, parece ser que la castración tiene más ventajas que desventajas. En las hembras, en concreto, previene tumores de ovario, mama y matriz, además de posibles infecciones. Al eliminar el celo, desaparecen los problemas que este genera en el comportamiento de las gatas, que pueden tenerlo de manera constante durante todos los meses que dure el buen tiempo desde la primavera. En los machos, la castración, es decir, la extirpación de los órganos sexuales previene en el animal tumores en los testículos, ano y próstata.
Pero también hay desventajas, ya que la castración puede provocar cambios en el comportamiento, incontinencia urinaria y obesidad. Aún así, por norma general, los veterinarios recomiendan la castración de los gatos, especialmente por lo que mejora su comportamiento.
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En los perros, la ventajas de la castración son, entre otras, que inhibe el deseo sexual del macho y los conflictos que a él se asocian. La testosterona de los perros influye de manera evidente en su carácter, y tras la castración disminuye de manera significativa. Esto les permite socializar mejor con otros perros y mascotas al amansar su carácter. También se reducen las posibilidades de desarrollar enfermedades de próstata.
Las desventajas de la castración en el macho son, además del peligro que puede implicar una anestesia, el proceso de recuperación es más lento que en la esterilización, y es necesario prestar más atención a la dieta porque son más susceptibles de padecer obesidad.
En las hembras, la castración apenas produce modificaciones en el carácter, pero reduce significativamente el riesgo de padecer infecciones y cáncer de mama y útero. Las posibles desventajas son las mismas que para el macho.
La única diferencia significativa con la esterilización, es que esta última no ayuda a amansar el carácter ni de los perros, ni de los gatos, ya que sus hormonas siguen funcionando al mismo nivel que antes de la intervención, por lo que la conducta sexual no se modifica.
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