Si escuchas a tu mascota mejorarás vuestros lazos
Con las mascotas pasa algo parecido a lo que ocurre con nuestros hijos cuando son pequeños, y es que solo nosotros conocemos su lenguaje personal.
Probablemente ya trates de escuchar a tu mascota y entiendes cuando está feliz, cuando te necesita y se muestra dependiente, y cuando lo que quiere es que le saques a dar un paseo. Son gestos que entiendes, pero que no siempre son universales, porque no todos los animales se expresan de la misma forma, aun perteneciendo a la misma raza. Y ese detalle hace que sean únicos y que vuestra relación sea tan especial, porque tú eres una de las pocas personas en el mundo con quien se comunica de esta forma, y los lazos que habéis establecido son la constatación del cariño que os dedicais.
Sin embargo, en algunos momentos de nuestra vida damos por sobrenetendido que nuestra mascota siempre estará ahí, y que ocupa el lugar que le corresponde. Entonces puede ocurrir que sus necesidades no siempre sean atendidas, y que según nuestra carga de trabajo o de ocupaciones familiares incluso podemos descuidar nuestra relación con él.
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La importancia de escuchar
No hay una sola necesidad importante para tu mascota que no te esté comunicando, especialmente si es un perro. La cuestión es ¿tú le escuchas? A veces se trata de su postura, ya que puede adquirir una posición más dócil para avisarte de que está a tu disposición y que necesita tu ayuda; o puede mover la cola de forma insistente para decirte que te quiere y que se siente feliz por estar contigo, pero también la puede mover simplemente porque está expectante; o puede moverse con cierta velocidad de un lugar a otro de la casa como señal de ansiedad y de ganas de que por fin le saques a dar un paseo.
Los perros son capaces de ladrar de forma muy diferente según la persona y la situación que se presente. Un ladrido bien modulado a su dueño a veces es un saludo, y cuando no logra romper a ladrar, sino que parece más bien un quejido, es la forma de no resultar demasiado violento y generar un sonido afectuoso sin las estridencia del ladrido clásico.
De la misma forma, los gatos también maúllan pensando en el ser humano, pues es ya conocido que esta facultad “fonadora” no la dirigen nunca hacia otro animal, ni siquiera de su especie. Maullar es un acto que los gatos dirigen únicamente para comunicarse con los humanos, y se ha estudiado que el tipo de onda e intensidad es muy distinto cuando se dirigen a un extraño, a su dueño, piden comida o expresan territorialidad.
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Para entenderle no trates de humanizarle
Un error que cometemos a veces es humanizar en exceso a nuestra mascota y considerar que se rige por las mismas normas que los humanos, y que, por tanto, entiende el mismo tipo de comunicación. Por ejemplo, cuando estás enfadada con tu mascota puedes tender a recriminarle y explicarle con mal humor qué ha hecho mal. Pero el perro o gato no entenderá nada. Los animales no logran unir con coherencia que una acción que han realizado luego conduzca a una consecuencia “explicativa”. Es decir, que tú te enfades ahora porque hace tres horas rompieron un jarrón no cabe en su cabeza.
A veces también creemos que nuestro perro está cansado o tiene sueño porque bosteza. En los humanos el bostezo es un mecanismo involuntario que está diseñado para enviar más oxígeno al cerebro y así despejarnos. En el caso de los perros está relacionado con un saludo: los perros abren la boca como si bostezaran para decir "hola", y también lo pueden hacer contigo. Según los especialistas, que tu perro bostece puede significar que se siente vulnerable y que no resulta peligroso.
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