Los perros han copado desde siempre el ranking de los mejores amigos del ser humano. Solo en España, fuentes oficiales determinan que existen 6.270.000 canes, y 3.000.000 gatos. Sin embargo, estos felinos tienen características muy especiales que hace que les queramos y agradezcamos de forma muy especial su compañía: pueden ser terapéuticos para nosotros, entendernos mejor que ningún otro animal y dedicarnos toda su atención.
Los felinos son terapeutas de sus dueños y reducen su estrés
Un estudio realizado por los científicos de la Universidad de Minnesota, en Estados Unidos, descrubrió que los dueños de felinos tenían un 30% menos de probabilidades de sufrir un infarto de miocardo o un derrame cerebral. El estudio puso en marcha una evaluación de 4.000 voluntarios, de los cuales 2.000 tenían gato y otros 2.000 no. Además, se buscó un arco muy amplio de la población, con personas de entre 30 y 75 años, de ambos sexos, para dotar a la muestra de la mayor representatividad.
Según el profesor, Adnan Qureshi, la explicación de este porcentaje está relacionada con la sensación anti-estrés que implica acariciar a los gatos. Interactuar con estos felinos provoca sentimientos en el ser humano que relajan su ansiedad y producen un estado de desconexión que calma nuestro sistema nervioso, no solo a niveles psicológicos sino también biológicos, regulando los biorritmos.
Leer: ¿Cómo afecta la primavera a tus mascotas?
Según Chelsea Hudson, investigadora y terapeuta del Cityscape Counseling de Chicago, cuando cuidamos de nuestra mascota, y en concreto de los gatos, estamos relativizando nuestros problemas al contar también con la perspectiva de un animal que mantiene intactos sus instintos más primarios, y en esa relación de amor y cuidado es fácil que logremos atenuar nuestras preocupaciones, dándonos cuenta de que muchos de los problemas que nos preocupan son cíclicos y pueden ser afrontados desde otra óptica tan solo concediéndose menos importancia o urgencia.
Los gatos son animales con una afinidad especial con las mujeres
Se realizó un estudio estadístico en la Universidad Eötvös Loránd (Hungría) que basó sus resultados en los datos de voluntarios, dueños de animales, y se determinó que las mujeres son más propensas a buscar una mascota para la casa, y que por lo general eligen gatos. Y, a su vez, estas mujeres consideraban que su conexión con esta mascota felina era especial, con mayor nivel de entendimiento y empatía que en el caso de los hombres, o de mujeres con perro.
De esta forma, se extrajo de este estudio que las relaciones domésticas entre mujer y gato contienen patrones de comportamiento más repetitivos y complejos que en otras combinaciones, y que a su vez la percepción de las mujeres de recibir mayor empatía de sus gatos superaba al de hombres con gatos o mujeres con otros animales.
Leer: Si tu gato no usa el arenero puede que sea por uno de estos motivos
Este estudio sugiere que las muestras de cariño que los gatos mantienen con sus dueñas es superior al que demuestran con los dueños, o que por lo menos la percepción de las mujeres es notablemente más intensa que en otros casos.
El gato solo maúlla para interactuar contigo
Solemos pensar que el maullido es el sonido habitual que los gatos producen para comunicarse con su entorno. Sin embargo, un estudio del Centro ASPCA ha determinado que este sonido solo lo utilizan para mantener una comunicación con humanos. El maullido no suele dirigirse a otros gatos ni a otros animales.
A diferencia de los perros, que ladran para llamar la atención de otros perros y también realizan ese sonido para humanos, los gatos entre ellos se comunican de otras formas más silenciosas. De hecho, cuando pretenden demostrar fuerza o amenazar se limitan a enseñar los dientes y hacer un bufido. Esto querría decir que el gato es el único animal que ha desarrollado un sonido concreto, y muy reconocible, para comunicarse con el ser humano. ¿Cómo no entender que es nuestro mejor amigo?
Leer: Nos encantan los vídeos de gatitos, y la ciencia sabe por qué