¿Conoces la raza maine coon? Una de las especies de gatos más grandes

El gran tamaño de los maine coon les hace únicos. Pero, además, son unos gatos muy afables, amigables y tiernos.

por Cristina Soria

Esta raza de gatos es, sin lugar a dudas, una de las más espectaculares. Tienen varias características que les hacen únicos y que además les aportan su gran belleza. Su cabeza es cuadrada y sus ojos guardan una perfecta simetría, lo que hace su mirada muy reconocible. Tienen las orejas altas y en punta, lo que también es una marca de su raza. 

Los machos pueden llegar a pesar entre 7 y 10 kilos y las hembras entre 5 y 10 kilos. Su gran tamaño y peso son una de las características que saltan más a la vista junto al pelaje de su cuello a modo de collar. La cola también tiene mucho pelo y se le ha comparado con la de los mapaches. Es sedoso e impermeable, características que le servían para cazar y desplazarse con facilidad entre la vegetación.

Una alimentación de gigantes

Como no podría ser de otra manera, los maine coon tengan un gran apetito que deban satisfacer de forma contínua, lo que hace que esta raza sea considerada una de las mayor peso. Es necesario llevar un control de su alimentación, pues un coon sobrealimentado puede llegar a pesar más de 12 kilos, y junto a su personalidad sedentaria puede acabar siendo un serio problema.

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No tiene remilgos a la hora de comer, a esta raza le gusta casi todo, es voraz y disfruta mucho comiendo. Pero los maine coon tienen una especial debilidad por el marisco, que incluso puede convertirse en una obsesión adictiva.

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Temperamento amistoso y activo

Este gato tiene un buen temperamento, disfruta jugando, es cariñoso y pese a su tamaño y ser considerado un gato de exterior, se integra muy bien en la rutina de una familia, aun cuando el espacio en el que le toca vivir sea interior. Es amigable, activo y socializa con gran facilidad.

Como todos los gatos, los maine coon disfrutan viendo la vida pasar apoltronados en un descanso intenso. Sin embargo, como buenos felinos, mantienen intactos sus instintos y la agilidad que les caracteriza, y siempre están dispuestos a jugar y a atrapar a una presa.

Su piel tiene una alta hipermeabilidad, por lo que no es raro ver a un maine coon jugando con el agua, con una manguera o zambullirse en un charco.  Es lo más normal tratándose de esta raza.

Los maine coon se consideran unos gatos muy inteligentes, capaces de reconocer un amplio abanico de palabras y órdenes de sus dueños. Y comunicarse “oralmente” también es una de sus cualidades, pues los maullidos y gorjeos de los maine coon son muy especiales, y es que esta raza tiene gran facilidad para modular su voz y es capaz de producir una rica variedad de tonos y texturas que le sirven para expresarse con los animales de su especie, los humanos y para amenazar a sus presas.

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Cuidados

Uno de los puntos débiles de los maine coon son sus articulaciones, debido a su gran musculatura y a que son proclives a llevar rutinas sedentarias. Las forma de mantener su salud articular es incluir en su dieta una alimentación específica que potencie su desarrollo articular. 

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También es importante cepillarlo con bastante asiduidad, pues su pelo es denso y largo, y puede generar nudos. Además, tiene mudas estacionales, por lo que suelta una gran cantidad de pelo, lo que hará aún más necesario tener su pelaje cuidado para que las bolas de pelo no se conviertan en un riesgo.

Su salud puede verse en peligro por la cardiomiopatía hipertrófica felina, que al igual que a los gatos Persa tiene una alta incidencia en esta raza. También se dan con cierta asiduidad casos de displasia de cadera, pues su peso y gran tamaño puede poner en peligro su sistema óseo, para lo que es indispensable llevar un control de su alimentación y luchar contra el sobrepeso.

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