Un perro permanece más de 80 días en el lugar donde falleció su dueña
El vídeo del animal merodeando por el lugar donde su dueña perdió la vida se ha hecho viral
Una nueva e insólita noticia ha vuelto a demostrar que el perro es el mejor amigo del hombre. En esta ocasión, el protagonista ha sido un can chino que ha permanecido casi tres meses, 80 días para ser exactos, en el lugar en el que su dueña perdía la vida en un accidente de tráfico. A pesar de que su fiel amigo también sufría diversas heridas, la mascota salvó la vida y ante la curiosidad los transeúntes, decidió esperar a su compañera. La tierna historia, que se ha hecho viral gracias a un vídeo publicado en Youtube el pasado 10 de noviembre, ha provocado que numerosos curiosos se hayan desplazado a ese tramo de carretera de la localidad de Hohhot, en Mongolia, para encontrarse con el tierno animal esperando en guardia el regreso de su ama. Un retorno que nunca se producirá.
El portal chino Weibo se hacía eco de esta historia que nacía en las redes sociales, como viene siendo habitual en este tipo de situaciones humanas. En pocos días, diferentes medios internacionales ahondaban en la conmovedora historia del perro y su dueña. Tanto es así que, en declaraciones a la cadena BBC, un taxista que pasa habitualmente por la zona ha asegurado que la solidaridad de la gente mantiene al perro con vida: "Muchas personas se acercan a darle comida y bebida, pero el animal se asusta y no vuelve a acercarse hasta que la gente se ha ido". Esta misma fuente asegura que la relación entre el animal y la fallecida era muy estrecha. Aunque de momento no se ha tomado ninguna decisión al respecto del futuro del can, la agencia china ABC Net ha informado de que un grupo de voluntarios siguen intentando contactar con la familia de su dueña y que, de no encontrar respuesta, buscarán una familia de acogida donde entregar a la ya famosa mascota.
No es la primera vez que un suceso de este tipo cobra relevancia pública, ya que es común que numerosas mascotas muy unidas a sus dueños permanezcan en el lugar donde perdieron la vida o incluso en el lugar donde yacen sus cuerpos. Tanto es así que esta emotiva realidad se convierte incluso en un exitoso guion de cine, como el caso de Hachiko, un perro japonés de raza akita que esperó a su amo varios años después de su muerte. Un filme basado en un hecho real y protagonizado por Richard Gere.
El amor de los perros por sus animales ha protagonizado diversos estudios de carácter científico. Según Stanley Coren, profesor de psicología en la Universidad de Columbia e investigador neurosicológico conocido por sus trabajos referentes a la inteligencia de los perros, el mejor amigo del hombre posee una mente equivalente a la de un niño de entre dos y tres años. En uno de sus últimos estudios, Coren aseguró que pueden experimentar tristeza, dolor e incluso depresión cuando falta su amo, pero no son capaces de comprender el carácter definitivo de la muerte. Un hallazgo que tristemente ha vuelto a hacerse presente en una historia que ha conmovido al mundo gracias a la inmediatez del universo 2.0.