Amigas y actrices. Blanca Suárez y Ana Fernández no solo comparten profesión y el gran éxito cosechado con su serie Las chicas del cable, estrenada hace un año. Las dos jóvenes se han convertido en inseparables y pasan mucho tiempo juntas. Muestra de ello fue el concierto de Marlon (grupo de Adrián Roma, pareja de Ana) al que asistieron el pasado enero, evento que quisieron compartir en las redes sociales con una fotografía a la que pusieron el título de “Gemelas”. Con el paso del tiempo, su amistad no ha hecho más que afianzarse y, además de los mismos gustos musicales, ambas tienen una gran pasión en común: sus respectivas mascotas. Se trata de dos simpáticos perros, Pistacho y Olivia, que, al igual que sus dueñas parecen haber congeniado a la perfección.
La propia Ana dejaba constancia de ello con unas graciosas imágenes compartidas en sus ‘Stories’ de Instagram, en las que se puede apreciar cómo sus peludos compañeros juegan entre ellos. “En Las Chicas del Cable ha surgido el amor” y “Blanca Suárez y yo de consuegras”, eran los divertidos mensajes que escribía la actriz después de ver cómo las mascotas se llevaban tan bien. Sus distintas razas y tamaños no fue ningún obstáculo para ellos a la hora de perseguirse y enredar, algo con lo que sus respectivas propietarias se muestran encantadas. Un entrañable día entre amigos al que, a buen seguro, seguirán muchos más.
Pistacho es el perro de la raza teckel que llegó a la vida de Blanca Suárez hace ya varios años. Se ha dejado ver en su compañía en numerosas ocasiones y no cabe duda de que se han convertido en prácticamente inseparables. A pesar de que, en un primer momento, se pensó que se trataba de un regalo de su entonces pareja, el actor Miguel Ángel Silvestre, lo cierto es que la decisión de adoptarle fue solo de la protagonista de El Bar. Ella misma lo aclaró: “Nadie me regaló a Pistacho, nadie apareció con él con un lazo a modo de obsequio. Fue una decisión mía y solo mía. Y, desde luego, una de las mejores que he tomado en mi vida”, relataba la artista en 2015.
Por su parte, Olivia (Oli, como su dueña la llama cariñosamente) es la preciosa perra labrador que Ana Fernández adquirió en 2014, según la propia actriz explicó en su blog personal. La vio en una tienda de mascotas y, aunque no es partidaria de comprar animales, ya no pudo separarse de aquella “bolita de pelo”, como ella misma la llamaba cuando era apenas un cachorro. Desde entonces, se ha convertido en la auténtica mejor amiga de la actriz y es muy frecuente que comparta entrañables estampas suyas en las redes sociales.