Un signo tímido como Tauro se sentirá muy atraído por la rapidez, ingenio e inteligencia de Géminis ya que despertará su interés por conocer cosas nuevas y estar al día; Y Géminis admirará la determinación con la que Tauro llega a conseguir cualquier meta y también el modo en que se guía por sus sentidos y emociones.
Ambos son un aliciente el uno para el otro y sus veladas a la luz de las velas, con una copa de vino y una buena cena prometen ser largas y llenas de matices. En sus conversaciones entrelazarán sus corazones y aprenderán mucho el uno del otro; pero Tauro podría sentirse amenazado por la variedad que siempre buscan los gemelos, mientras que Géminis tendrá que aprender la escucha activa y pararse a ver los matices que se esconden tras las ideas de Tauro.
Lo mejor. Risa garantizada, inversiones productivas y numerosos amigos en común.
Lo peor. Estrés en la convivencia, con sensación de falta de tiempo para Tauro y sensación de alas cortadas para Géminis.