Mientras Sagitario fija su miraba en horizontes lejanos, Cáncer cierra los ojos para evocar recuerdos. Entre los dos abarcan, de extremo a extremo, la secuencia del tiempo. Será una historia de amor dulce y bonita, pero ambos deberán esforzarse por encontrarse, por comprenderse y por reservar espacios para cuidar esta historia de amor.
Cáncer además deberá controlar su espíritu posesivo porque Sagitario no va a permitir que nadie le diga dónde debe dirigir sus pasos. Si da libertad de acción y expresión a Sagitario es probable que ambos formen un buen tándem. Eso sí, cuidado con herir la sensibilidad del cangrejo con las críticas porque podría replegar velas y arrugarse al lado del arquero.
Lo mejor. La ilusión de ser cada uno para el otro “una caja de sorpresas”. Amarse sin más.
Lo peor. La falta de interés y el sentimiento de fracaso en la relación. Poca comunicación.