Un mes apropiado para dedicar tiempo a la introspección y hacer un profundo balance de tu vida en diversos ámbitos. Es momento de ver qué cosas deberían quedar para siempre en el pasado y cómo dar esos pasos. Entender qué te ha llevado hasta aquí, cómo lo has hecho y qué puedes mejorar puede ser fantástico.
A partir de ahí, tendrás que comprometerte en un proceso de depuración o limpieza, tanto en un sentido físico o material como emocional o psicológico. Pero sin prisas. De lo contrario, podrían aparecer fantasmas del pasado. Una etapa apropiada para efectuar una especie de catarsis o para saber cerrar etapas, pero también para la sanación entendida desde un amplio punto de vista.
Asimismo, para conectar con terapias, mundos sutiles, colectivos que necesitan ayuda o para tareas de investigación. En cualquier caso, momento de cuidar la salud de un modo especial y buscar formas de recuperar o recargar energías, tanto físicas como morales.
En el último tercio del mes, ya con el Sol y Mercurio en tu signo, es momento de recuperar todas las energías y actuar con acierto.