Se trata de dos signos totalmente diferentes que se atraen nada más verse. Lo suyo es un déjà vu en toda regla y siempre tendrán la sensación de que se han conocido en un sueño o en otra vida.
Es por eso que la natural atracción que existe entre estos signos surgirá con fuerza a la mínima oportunidad, y ya no será fácil resistirse a la tentación de conocerse más a fondo. Estar juntos resultará estimulante y pocas cosas ensombrecerán esta especial complicidad. Una de ellas será la obstinación por parte de ambos lo que podría producir más de una frustración que les lleve a abandonar la carrera antes de llegar a la línea de meta.
Lo mejor. Exquisita sensualidad, gustos refinados que se comparten. Calma emocional.
Lo peor. La ofuscación y la exigencia. Sacarle punta a los fallos y errores del otro.