Estéticamente ambos hacen una bonita pareja, ya que comparten preocupaciones y coinciden en gustos, por ejemplo, en crear un hogar bello y acogedor, llevar una buena administración de los gastos, darse apoyo en la salud como en la enfermedad, hacer frente común ante las dificultades y, por supuesto, darse también amor y mimo.
Pero también deberán hacer frente a su tendencia al pesimismo y a las constantes críticas de Virgo que siempre quiere todo en perfecto orden; y eso es algo que no puede entender el lunático Cáncer quién un día le da por ordenar todo para, al momento, desordenarlo simplemente porque no sabe qué color de camiseta le dará suerte. No obstante, si ambos logran acercarse y no meterse en sus “defensas naturales”, su relación será fuerte y sólida como una roca.
Lo mejor. Respeto mutuo, juegos eróticos, estabilidad emocional, compañerismo.
Lo peor. Caer en preocupaciones innecesarias. Demasiado control o cuidados que agobian.