Se trata de una combinación algo compleja pues la naturaleza cambiante y llena de reformas de Acuario choca con el sentimiento estático de la vida de Tauro. Es por este motivo por el que al principio la relación puede parecer complicada. Ambos deberán armonizar estas tendencias contrarías.
Tampoco combinan bien el gusto de Tauro por la comodidad y estabilidad material, frente al afán de Acuario por vivir cambios y nuevas experiencias. Pero si Acuario consigue ofrecer a Tauro esa seguridad y lealtad que necesita para confiar en una relación, puede que esta historia tire hacia delante y ambos puedan conseguir una relación de aprendizaje mutuo muy duradera.
Lo mejor. Sensualidad placentera, inspiración, apertura de horizontes y logros sociales.
Lo peor. Querer llevar razón a toda costa. La indiferencia y la falta de comunicación.