Hay algo en la particular forma de ser de estos dos signos que les atrae como el imán al hierro. Ambos son optimistas, humanitarios, independientes, valientes y entusiastas. De algún modo intuyen que juntos pueden formar un gran equipo y hacer grandes cosas; y a ninguno les importará arriesgar porque en su naturaleza no está la de tener miedos ni tabúes que los limiten o encorseten. Son libres y saben que el mundo es un lugar maravilloso que explorar y cambiar.
La diversión estará garantizada y la sexualidad será su mejor estímulo. Una nube en la relación podría venir del egocentrismo de Aries puesto que a veces quiere imponer su opinión como un niño pequeño. No obstante, no es algo que suponga un gran problema. Con muchos mimos y amor por ambas partes, seguro que solucionan esta pequeña traba.
Lo mejor. Intensidad de emociones, mutua admiración, optimismo y libertad.
Lo peor. Los desórdenes en la economía, los reproches y los prontos de carácter.