El tarot está compuesto por 78 cartas divididas en dos grupos: 22 arcanos mayores y 56 arcanos menores. Las cartas del tarot están inspiradas en la profundidad de la experiencia humana y en los niveles más íntimos de la psique.
Su esencia radica en el descubrimiento del ser humano consigo mismo, como una invitación a la toma de conciencia. El tarot actúa como un espejo que amplifica tu realidad interior, ayudándote a comprenderte mejor. Es una herramienta de autoconocimiento que permite entender la situación presente, identificar posibles bloqueos y orientarte hacia el camino que te permita alcanzar tu mejor versión.
A través de la interpretación de sus cartas, el tarot ofrece una visión más profunda de las distintas situaciones de la vida y sus tendencias.
Arcanos mayores
Los arcanos mayores son 22 cartas que representan arquetipos universales de la experiencia humana. En una lectura de tarot, hacen referencia a situaciones de gran importancia, momentos trascendentales que todos vivimos una y otra vez a lo largo de la vida.
El recorrido por cada uno de los arcanos mayores simboliza un viaje hacia el interior de uno mismo.
Cada carta del arcano mayor contiene una enseñanza, un aprendizaje y un trabajo personal. Nos invita a reflexionar, y posee tanto una interpretación con tendencia positiva como otra con una tendencia más desafiante. Explorar los arcanos mayores es, en esencia, realizar un viaje hacia el “yo”.
Estos arcanos pueden utilizarse de forma independiente en las tiradas, aunque no se recomienda realizar una lectura de tarot utilizando únicamente los arcanos menores.
Los arcanos mayores son: El Loco (0 o 22), El Mago (I), La Papisa (II) (o La Sacerdotisa), La Emperatriz (III), El Emperador (IV), El Papa (V) (o El Hierofante), Los Enamorados (VI), El Carro (VII), La Justicia (VIII), El Ermitaño (IX), La Rueda de la Fortuna (X), La Fuerza (XI), El Ahorcado (XII), La Muerte (XIII) (a veces sin nombre), La Templanza (XIV), El Diablo (XV), La Torre (XVI), La Estrella (XVII), La Luna (XVIII), El Sol (XIX), El Juicio (XX), El Mundo (XXI)
Arcanos menores
Los arcanos menores están formados por 56 cartas que representan situaciones cotidianas, pensamientos, emociones, acciones y relaciones que experimentamos en la vida diaria.
En una lectura de tarot, estas cartas aportan detalles específicos y concretos que complementan el mensaje de los arcanos mayores.
Se dividen en cuatro palos, y cada uno de ellos simboliza una actitud o aspecto de la vida, vinculado a uno de los cuatro elementos de la naturaleza, representativos de áreas específicas del vivir. Cada palo incluye diez cartas numeradas (del as al diez) y cuatro figuras de la corte: sota, caballo, reina y rey.
- Las espadas representan el elemento aire y, en el ser humano, personifican el pensamiento, las ideas, el intelecto y la comunicación.
- Los bastos representan el elemento fuego y, en el ser humano, son sinónimo de acción, vitalidad, entusiasmo, pasión, creatividad e inspiración.
- Las copas representan el elemento agua y simbolizan las emociones, los sentimientos del ser humano y las relaciones.
- Los oros representan el elemento tierra y están relacionados con lo material, lo tangible, lo práctico y lo racional.
El significado profundo de los cuatro palos
Los cuatro palos del tarot representan aspectos esenciales de la experiencia humana: mente, emociones, acción y materialidad. A continuación, tienes una pequeña aproximación al significado profundo de los mismos:
- El palo de espadas en el tarot representa el intelecto, el pensamiento racional, la comunicación y la toma de decisiones. Está asociado con el elemento aire, símbolo de claridad mental, objetividad y capacidad de análisis.
Refleja nuestros procesos mentales, ideas y habilidades para comprender y expresarnos. También se relaciona con los signos de Géminis, Libra y Acuario, conocidos por su enfoque intelectual y comunicativo. Cuando aparecen en una lectura, las espadas invitan a usar la lógica, mantener la mente clara y tomar decisiones con discernimiento. - El palo de bastos en el tarot representa la creatividad, la pasión, la acción y la voluntad. Está asociado con el elemento fuego, símbolo de energía vital, entusiasmo e iniciativa. Refleja el impulso personal, el deseo de avanzar y la capacidad de transformar ideas en acción.
Se vincula con los signos de Aries, Leo y Sagitario, conocidos por su dinamismo, liderazgo y empuje. Las cartas de bastos suelen mostrar a personas en plena actividad, persiguiendo sus metas con determinación. En una lectura, indican movimiento, ambición y deseo de crecimiento. También pueden señalar una necesidad de actuar, asumir riesgos o iniciar un nuevo proyecto con coraje y confianza. - El palo de copas en el tarot representa los aspectos emocionales, espirituales y relacionales de la vida. Está asociado con el elemento agua, que simboliza las emociones, la intuición y la conexión profunda. Las cartas de copas reflejan nuestras relaciones personales, afectos, deseos emocionales y experiencias espirituales.
Se vincula con los signos de Cáncer, Escorpio y Piscis, conocidos por su sensibilidad, empatía e intuición. En una lectura, las copas pueden indicar un enfoque en las relaciones, la necesidad de comprensión emocional o un momento de introspección. También pueden sugerir la conexión con los sentimientos más profundos y la búsqueda de armonía en la vida emocional. - El palo de oros en el tarot representa lo material, tangible, práctico y racional, y está asociado con el elemento tierra. Se vincula con aspectos como el dinero, el trabajo, los bienes, la salud y la estabilidad. Refleja cómo gestionamos nuestros recursos y lo que valoramos en el mundo físico.
Se asocia con los signos de Tauro, Virgo y Capricornio, conocidos por su enfoque realista, constante y orientado a lo concreto. Visualmente, se representa con discos o pentáculos, símbolos de intercambio, prosperidad y durabilidad. Cuando aparece en una lectura, propone un enfoque en la seguridad material, el crecimiento económico o la necesidad de construir bases sólidas. Según el contexto, también puede advertir sobre excesos o apegos al mundo físico.
Numerología en los arcanos menores
La numerología es una parte fundamental de la interpretación de los arcanos menores, ya que el número en cada carta aporta un significado adicional. Cada número está asociado con una energía o una lección particular, lo que influye en la interpretación.
- El 1: Representa el inicio, el potencial, la creación y los nuevos comienzos. Los ases, representados frecuentemente por una "mano del cielo", simbolizan un potencial puro a punto de manifestarse, un inicio lleno de posibilidades.
- El 2: Es el número de la dualidad, el equilibrio, la elección y las relaciones. Busca la unión y la armonía, reflejando la necesidad de tomar decisiones y encontrar equilibrio entre opuestos.
- El 3: Se relaciona con la expansión, la creatividad, el crecimiento y la colaboración. Indica desarrollo, cooperación y la energía creativa que impulsa el avance.
- El 4: Refleja la estabilidad, la seguridad, el orden y la estructura. Es la base sólida sobre la que se construye el progreso.
- El 5: Representa el cambio, el desafío, el conflicto y la adaptación. Suele mostrar obstáculos, pero también oportunidades de crecimiento.
- El 6: Está asociado con la armonía, el equilibrio, la resolución y la reconciliación. Busca restaurar la paz después de las pruebas.
- El 7: Es el número de la reflexión, la introspección y la búsqueda espiritual. Invita a mirar hacia dentro y cuestionar.
- El 8: Simboliza el poder, el control, la ambición y el progreso material. Es la cifra de la manifestación y el dominio del destino.
- El 9: Representa la culminación, la sabiduría y el cierre de ciclos. Anuncia que un objetivo está cerca de alcanzarse.
- El 10: Marca la finalización, el cierre y la integración de las experiencias vividas. Indica la llegada de un nuevo ciclo.