Por qué apostar por la moda sostenible no es una opción, sino una necesidad

La responsabilidad hacia el medio ambiente no deja de aumentar, algo que al fin empieza a notarse en nuestros hábitos de vida y consumo. Cada vez somos más conscientes de la importancia que tiene reciclar y reutilizar, mientras que nos encaminamos hacia un consumo responsable que nos hace reducir la compra de productos envasados o fabricados con plástico, por poner el ejemplo más evidente. 

Al año se compran en el mundo cerca de 70 millones de toneladas de ropa, una cifra inmensa cuya producción consume recursos naturales y contamina.

Por mucho que las grandes empresas comiencen a tomar medidas al respecto, y aunque cada vez haya más empresas volcadas en la producción de moda sostenible, si no hacemos nada como consumidores es imposible que se produzca un cambio realmente apreciable. Apostar por firmas como Hupi, Fika Activewear o Nanushka, o plataformas como ES fascinante, precursora del slow fashion, es la medida númera uno.