Por mucho que las grandes empresas comiencen a tomar medidas al respecto, y aunque cada vez haya más empresas volcadas en la producción de moda sostenible, si no hacemos nada como consumidores es imposible que se produzca un cambio realmente apreciable. Apostar por firmas como Hupi, Fika Activewear o Nanushka, o plataformas como ES fascinante, precursora del slow fashion, es la medida númera uno.