Con tres niños pequeños en casa y poco tiempo para sí mismos, María García de Jaime y Tomás Páramo necesitaban unos días para volver a disfrutar en pareja. “¡Y sin duda lo conseguimos! No nos cansaremos de recomendar Perú como destino de luna de miel... Ya sea la primera, la segunda ¡o las siguientes!”, dice Tomás. María le da la razón.
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“Creemos, además, que es muy importante cuidarse como matrimonio. Y es verdad que no siempre es posible, pero tuvimos la oportunidad de hacer una escapada con Inspiring Soho y no lo dudamos”. Hacía poco más de un año, la pareja había visitado por primera vez Perú y quedó enamorada del país andino, así que optaron por regresar y conocer lo que les había quedado pendiente.
“La primera vez estuvimos en el Amazonas, haciendo un crucero fluvial, y nos encantó la experiencia y el país en general: su gente, sus colores, los atardeceres, que son los más increíbles que hemos visto jamás”, sigue María. En esta ocasión, María y Tomás apostaron por viajar a Lima, y tras unos días descubriendo la ciudad y sus restaurantes -“Allí están algunos de los mejores del mundo, como Central, Mercado, Fiesta u Osaka Cocina Nikkei, uno de los highlights del viaje”, cuenta Tomás- , emprendieron un viaje al corazón del país, al Valle Sagrado, que los dejó sin palabras.
“De Lima nos encantó toda la historia que tiene. El Museo Pedro de Osma de Arte Birreinal o el Museo Convento de San Francisco creo que son imprescindibles para comprender el país, y los pasacalles tradicionales del domingo por el distrito Rimac son un espectáculo, nos encantó”, sigue María. Pero fue lo que vino después lo que recordarán para siempre.
Tras viajar a Cuzco, la puerta de entrada a la región, la pareja se adentró en la selva para reponer fuerzas en un lugar de ensueño a orillas del río Urubamba, el eco-lodge Tambo del Inka, en el que pudieron dormir entre las alpacas que campan a sus anchas por la propiedad. Descansados, cogieron el tren que sube a Machu Picchu y, como corresponde, remataron a pie la travesía. “Al llegar allí sientes una emoción indescriptible. Es algo muy espiritual”, dice María.
Y basta con echar un vistazo a las fotos de su viaje para darse cuenta de la emoción con la que ambos vivieron la visita. “Teníamos muchísimas ganas de visitar este sitio. Es increíble pensar cómo pudo desarrollarse una civilización semejante en ese lugar tan remoto. Es algo que hay que ver una vez en la vida”, concluye él.
Consejo de esperto
- EN LIMA: “Reserva con tiempo en alguno de sus restaurantes estrella, como Central o Mercado, porque a veces es difícil conseguir sitio y no te puedes ir sin conocerlos".
- EN CUZCO: “No te pierdas el Mercado de Urubamba, ¡es el más auténtico que hemos visto nunca! Verás frutas que no has visto jamás, artesanía increíble...”.
- EN EL VALLE SAGRADO: ”Antes o después de subir a Machu Picchu, reserva un par de días para coger (o reponer) fuerzas en alguno de los eco-lodge de la zona, en los que las alpacas suelen campar a sus anchas”.