Paula Ordovás es una de las influencers primigenias. Comenzó su andadura en el mundo digital hace 16 años, cuando no existía Instagram y, por aquel entonces, su blog (My Peep Toes) se convirtió en una referencia en España y fuera de ella. En la actualidad sigue siendo uno de los nombres fundamentales de la creación de contenido en español, gracias, en sus propias palabras, a que ha sabido adaptarse y reinventarse. Hoy, a punto de comenzar una nueva etapa vital como madre de su primera hija, a la que su marido, Eduardo Nieto, y ella llamarán Manuela, nos abre las puertas de su recién estrenada casa en el castizo barrio de Chamberí en Madrid.
-Paula, ¿cómo llegó a ti esta casa?
-Me quedé embarazada en mayo y desde entonces comenzamos a buscar una casa más amplia y con más luz para nuestra futura vida con nuestra hija Manuela. La anterior se nos quedaba pequeña. La búsqueda no fue fácil, pero cuando entramos en esta casa, lo tuvimos claro. Ambos nos vimos en ella. Sus techos altos, sus molduras y su luz natural nos enamoró. Además, la ubicación era simplemente perfecta. Es una casa que tiene una energía única y la sientes desde que entras. Nos recordaba a la sensación de bienestar y calma que nos aporta nuestro proyecto Casa Manuela en el sur de España.
-Estás a punto de ser madre por primera vez, ¿cómo estás viviendo tu embarazo?
-Estoy disfrutando muchísimo. Pensaba que me iba a costar mucho, pero lo estamos viviendo con mucha ilusión y, además, me encuentro fenomenal. Sigo con mi vida: trabajo, deporte, viajes... Los primeros meses me causó mucho impacto el cambio de mi cuerpo. Es alucinante lo deprisa que se adaptó a tener un bebé dentro: me salió tripa desde el segundo mes, se me ensancharon las caderas... Es cierto que soy muy pequeñita y estrecha y que todo lo noté mucho más rápido por esto. Sin embargo, he aprendido a relativizar y disfrutar del proceso, después de todo, nueve meses no es nada, y sin darme cuenta ya estoy en la recta final del embarazo. Esto no pasa muchas veces en la vida. Sentir al bebé, conectar con él, preparar todo con ilusión... Está siendo una etapa mágica.
-¿Habéis hecho alguna reforma para la llegada de Manuela?
-Sí, en la cocina y en el actual vestidor. También hicimos un pequeño cuarto de baño para invitados, pero manteniendo la esencia clásica de la casa. Nos gusta su aire romántico. Las casas extremadamente modernas y sin una historia detrás no van mucho con ninguno de nosotros.
-¿Siempre has vivido por esta misma zona?
-Vivía relativamente cerca; pero este barrio, a pesar de ser muy céntrico, cuenta con una tranquilidad que me apasiona y que no tiene el barrio de Salamanca, donde vivíamos antes. Me gusta la sensación de barrio-barrio con mercado de carne, frutería, quesería y tiendas locales a pie de calle. Además, puedo ir caminando a mi gimnasio, al estudio y a muchas de mis reuniones. Hay muchos cafés y restaurantes en la zona y un parque maravilloso donde pasaré mucho tiempo con Manuela.
-¿Te ha ayudado alguien con el interiorismo?
-Todo lo he elegido yo con mucho cariño e ilusión. Para la habitación de Manuela sí he contado con la ayuda de Susana, de Peek&Pack. Tenía una idea muy clara: no quería muebles muy vistos y me apetecía mezclar un estilo clásico con un aire más moderno. Todo partió de una cómoda antigua que encontré en una tienda de antigüedades de El Rastro y que el día de mañana formará parte de la casa de Manuela. Quiero que siempre la acompañe y que comience siendo un cambiador en su infancia. Partiendo de esa madera acogedora, hemos creado todo su universo.
-¿Cómo es este universo?
-Quería que el arte tuviese un papel fundamental, que la inspirase desde pequeña. Por eso, mi amigo, el artista Jorge Parra, creó una obra de arte en el techo y las paredes. El mejor regalo para Manuela. Para que despertase y se acostase con planetas, estrellas, nubes, lunas, soles, la diosa de los sueños y la protección, y El principito, mi cuento favorito de siempre.
-¿Cuáles son tus marcas deco favoritas?
-Me gusta mucho comprar piezas antiguas y clásicas y retapizar. En El Rastro encuentro auténticas joyas. También me gusta invertir en piezas artesanales de menaje. Adoro recibir en casa y esto me divierte mucho. Mis últimas adquisiciones son una vajilla de cerámica hecha a mano en Lanzarote y unas copas de vidrio soplado de Vidrio Studio. Además, me encanta LA Studio, El Jueves Furniture, Marlot Baus y sus piezas artesanales de microcemento, los textiles de la firma danesa Cappelen Dimyr y los linos naturales de Arteo Home. También compro mucho en Zara Home y Westwing y en mis viajes. Muchas de mis piezas más especiales me las traigo de viajes que me marcan. Es una forma de recordar esos lugares.
-Tu casa en Marbella se llama también Casa Manuela, el nombre elegido para tu hija; ¿qué significa este nombre en tu vida?
-Pues este nombre ahora mismo es todo para nosotros. Cuando encontramos Casa Manuela y arrancamos con ese proyecto de arte, bienestar e interiorismo en Marbella, al pensar en el nombre que le pondríamos lo tuvimos claro: Manuela. La próxima primavera inauguraremos el Jardín de Manuela, el nuevo proyecto de arquitectura e interiorismo de Casa Manuela, y lo disfrutaremos con la pequeña Manuela en su primer verano de vida.
-Esta casa, igual que la de Marbella, tiene un estilo muy personal, ¿cómo lo definirías?
-No sabría describir mi estilo en una palabra. Creo que ha evolucionado mucho, como yo, en los últimos años. Mi anterior casa estaba cargada de color: sofá rosa, sillas verdes en el comedor, estampados, papeles en las paredes... Todo eso perteneció a una etapa de mi vida que nada tiene que ver con la de ahora y con la que ya no me siento identificada. Adoro la evolución natural de las personas. Forman parte de su historia. Los tonos neutros aportan calma y tranquilidad a mi vida. Me gusta muchísimo mezclar materiales naturales: textiles de algodón, alfombras de lana, madera...
-Hay varias piezas de arte, como el tapiz y el cuadro del salón, que tienen mucho protagonismo.
-Adoro el arte desde niña, mi familia se ha dedicado al mundo del arte y siempre nos han transmitido la pasión por este mundo en casa. Por nuestros cumpleaños nos regalaban cuadros o esculturas de artistas emergentes y fuimos creando nuestra pequeña colección desde niños. Descubrir nuevos artistas es algo que me apasiona y quiero inculcar esta pasión en Manuela, que aprenda a valorar el arte desde pequeña. Creo que esto hará que su creatividad se desarrolle desde niña, como me sucedió a mí.
-Sois siete hermanos, ¿cómo recuerdas tu infancia?
-Nunca nos aburríamos. Siempre estábamos tramando algo, había risas y peleas constantes, pero lo cierto es que mis hermanos son uno de mis pilares fundamentales y mis mejores recuerdos de la infancia están en su mayoría ligados a ellos. Yo ocupo justo el lugar de en medio, tengo tres mayores por arriba y tres menores por abajo.
-¿Te gusta cocinar?
-Muchísimo. Adoro tener invitados y generar experiencias en la gente que quiero. Crear estilismos de mesas es algo que me apasiona. La estética, las mesas especiales y diferentes, mezclar estilos y materiales en el menaje, descontextualizar elementos, la gastronomía... Creo que una comida o una cena va más allá de lo que se sirve en la mesa, hay algo especial en cómo se sirve que lo hace siempre diferente. Cocinar me encanta, disfruto mucho y me relaja.
-¿Cuál es el menú con el que siempre aciertas cuando ejerces de anfitriona?
-Me gusta hacer comidas o cenas tipo bufé con ensaladas supervariadas y exquisitas con producto natural y de temporada y mezclar sabores, tablas de aperitivos, quesos... Me divierte mucho. También hago, según mi marido, la mejor tortilla de patata con cebolla caramelizada y las mejores lentejas tradicionales, pero puede que sea que me quiere mucho... ¡jajajaja!
-¿Algún propósito de año nuevo que quieras cumplir?
-He aprendido en los últimos dos años a no planear nada y vivir en el presente, por lo que diría que no me gustan tanto los propósitos. A pesar de todo soy una persona muy ambiciosa y me gusta ponerme retos tanto personales como profesionales que me permiten seguir evolucionando en los dos sentidos. En 2025 lanzo uno de mis grandes proyectos de vida: mi segundo libro. Un libro completamente diferente al anterior. Es mi biografía, y diría que ese propósito sería disfrutar y exprimir cada proyecto y éxito que venga. Antes no me permitía el tiempo necesario para saborearlos. También quiero exprimir al máximo mi maternidad y el tiempo con mi hija. Nunca me he permitido tener mucho tiempo para mí, y creo que con ella ha llegado ese momento.