Es curioso que algunas de las chaquetas más deseadas por las fashion insiders cada invierno procedan de México, donde siempre hace buen tiempo. Pero para Daniela Cassab fue algo natural empezar a diseñarlas, echando mano de la tradición artesana de su país. Procedente de una poderosa familia de empresarios, Daniela estudió Diseño de Moda en la prestigiosa Parsons School of Design en Nueva York, después se formó como historiadora del arte y trabajó de estilista en diversas publicaciones y programas de televisión, como La Voz México. Ahí, J Balvin, que ejercía como jurado, se enamoró de las chaquetas de cuero que ella hacía casi por hobby, y eso cambió su vida.
En 2017 creó su marca, y hoy son incontables las it girls que las lucen con orgullo. Aspen, Gstaad, París o Dubái son en la actualidad sus principales mercados, pero ella sigue desarrollando sus diseños en pequeños talleres artesanos de su país. Su casa, en Ciudad de México, ilustra de forma perfecta cuáles son sus intereses y sus gustos, entre los que no faltan el arte, el diseño y la artesanía de distintas partes del mundo.
-Háblanos de este lugar.
-Esta casa es mi espacio personal, un reflejo de todo lo que llevo dentro. Es mi pequeño refugio. Aquí es donde creo grandes recuerdos, donde reposan mis ideas... Es un hogar, pero también, en ocasiones, mi oficina, mi templo, mi pista de baile, y donde vengo a reír y a llorar.
-¿Cómo se traduce tu estilo, así como tu firma, al diseño interior de la casa?
-Hay un guiño al arte en todo lo que hago, por mis estudios como historiadora y por mi actual trabajo como diseñadora. Porque, sí, la moda también es arte. Mi hogar está lleno de esculturas, pinturas, piezas de diseño industrial... Hay una conexión entre los colores y las texturas de mi casa y los de mi marca. Me gusta pensar en ella como una cápsula del tiempo capaz de mezclar el pasado, el presente y lo que creo que será el futuro. Esto guarda un gran paralelismo con la moda, que es cíclica y, a la vez, trata de adivinar las tendencias del día de mañana.
-¿Alguna pieza especial?
-Una mesa y unas sillas Tulip, que pertenecieron a mi bisabuela y a partir de las cuales diseñé un pequeño espacio en su honor. Los coches que colecciono son mi propio ‘pedacito’ de historia. Algunas piezas de Pedro Friedeberg, a quien considero uno de los artistas más destacados de nuestro país; me fascina lo que hace y tener parte de su obra es un sueño. También guardo mucho cariño a unas canastas que traje conmigo de África. ¡Me encanta mezclar culturas!
-¿Por qué decidiste crear chaquetas de piel, viviendo en un país tan cálido?
-Porque todos necesitamos un buen complemento. Hay ciertos elementos en un look que llaman la atención y con los que puedes experimentar con mayor libertad, y las chaquetas son uno de ellos.
-¿Siempre te interesó el mundo de la moda?
-Sí, viene de familia. Ya de pequeña andaba de aquí para allá en la fábrica de mezclilla de mi padre, un lugar que recuerdo con mucho cariño. Tras terminar mis estudios en Nueva York, regresé a México para estudiar Historia del Arte en el Instituto de Cultura Superior, lo que me vino fenomenal para entender mejor esta pasión que siento por lo bello. Después de graduarme, ejercí como diseñadora para varias marcas, trabajé en publicaciones de moda y hasta hice estilismo para algunos programas de televisión.
-¿Cómo reinterpretas la artesanía mexicana?
-A través de la aplicación de técnicas tradicionales. Colaboro con artesanos y talleres que acumulan años de experiencia, familias que han trabajado el cuero durante varias generaciones.
-¿Qué cosas te inspiran?
-El Viejo Oeste y la música son mis principales fuentes de inspiración. Muchas de mis chaquetas homenajean a personalidades de la música como Courtney Love, Elvis Presley, Dottie West, Loretta Lynn... y la vida western siempre me ha llamado la atención por la sed de aventura, rebeldía y libertad que siento, es por eso que muchos diseños de Dancassab se fijan en los forajidos, los vaqueros y los jinetes a caballo.
Sus favoritos
- Marcas de cabecera: Entre las firmas internacionales a las que recurre Cassab, para comprar muebles y objetos para el hogar, se encuentran USM, Flos, Herman Miller, Knoll, Normann Copenhagen, Fritz Hansen, Paulin Paulin Paulin, De Sede y Artemide. También confía en iniciativas locales como Casa Quieta o Alfonso Marina.
- De ruta artesana: Una vajilla de barro hecha en Oaxaca, una hamaca tejida a mano en Playa del Carmen, unos floreros de Puebla... A la diseñadora le gusta apostar por piezas que preserven el patrimonio cultural y artesano de México. En Onor Casa, Nana Artesanos, Bomboti y Originario -cuya cuenta de Instagram recomienda seguir- encuentra verdaderos tesoros.
- Directos al corazón: Su último flechazo ha sido un sofá de Paulin Paulin Paulin y su último capricho, una lámpara de Louis Poulsen que compró recientemente.