"Soy una mexicana muy mexicana, y mi marido (Olivier Lechére, CEO de Chanel para España y Portugal) es un francés muy francés. Así que España nos hace de equilibrio perfecto”, dice entre risas Ximena Caraza, la directora de Casa de México en España. Una ventana al país situada en el centro de Madrid que se ha hecho muy popular gracias a su famosísimo altar de muertos. “Llevo en España 26 años. Me vine por amor. Conocí a Olivier en México y nos casamos allí. Después vivimos un tiempo en Italia y nos instalamos en Madrid. Esta es mi cuarta casa. Mi hijo Nico nació aquí y mi hija Carlota en México, pero se sienten totalmente españoles y mexicanos. ¡Y mi marido es un francés que ama España sobre todas las cosas!”, añade.
Hoy nos recibe en esa misma casa, en pleno Chamberí, junto a su amiga Sara Galindo, exeditora de moda en México y una de las comisarias de Hecho a mano México, la pop up de alta artesanía mexicana que Casa de México acoge dos veces al año. Sara, dueña de las tiendas multimarca Kilómetro 33 en México, que tienen como clienta a Máxima de Holanda, lleva poco tiempo instalada en la capital con sus dos hijos y su objetivo es dar a conocer la artesanía mexicana en Europa. Juntas forman un tándem perfecto.
-¿Qué papel juega la artesanía mexicana en el mundo?
-Ximena Caraza: México es un país que destaca en ese área; arte hecho por las manos maravillosas de los artesanos. Por eso, en Casa de México tenemos una colección permanente dedicada a ellos y, además, la tienda efímera Hecho a mano México (la próxima edición se celebrará del 26 de noviembre al 5 de diciembre). Promovemos la belleza que tiene México y no queremos que marcas de prestigio roben estas tradiciones. Si les das su crédito a los artesanos ganan todos, las marcas y el artesano. Nosotros vendemos a precio real y el beneficio es todo para ellos. Solo le añadimos el precio del transporte.
-¿Cómo y cuándo os conocisteis Sara y tú?
-Ximena: Fue gracias a este proyecto. Fui yo la que buscó a Sara y a Sofía Ballesteros, las dos comisarias de esta iniciativa, porque ellas conocen de verdad el arte popular.
-Sara Galindo: Traemos objetos que son un verdadero lujo, que han ganado premios nacionales... Estos artesanos replican las técnicas de generación en generación hasta llegar a la excelencia y se han posicionado en el mercado del lujo.
-Ximena, ¿cuál es el rincón de tu casa que más te recuerda a México?
-Ximena: Esta casa está hecha de muchas manos. Muchos amigos expertos que me aconsejaron y me ayudaron: Jorge Campos, Eugenia González, Jaime Arena... Mi padre además murió hace tres años y los mexicanos tenemos la costumbre de poner altares a nuestros seres queridos. Me fui al entierro y cuando regresé me encontré con la preciosa sorpresa de que Carlota, mi hija, me había hecho un altar en su memoria. También tengo libros de arte popular mexicano, una pieza antigua prehispánica que me recuerda a mis raíces, el alebrije que me regaló Jaime Arena. Y un águila que está en la entrada y que le regalé a mi hijo Nico cuando tenía siete años. Mi marido y yo estábamos pujando por ella en Ansorena a la vez sin saberlo para darle la sorpresa, porque se encaprichó de ella un día al pasar por el escaparate de la tienda.
-Sara, tú estás recién aterrizada en la capital. ¿Cómo es tu nueva vida aquí?
-¡Me encanta Madrid! Es el nuevo Nueva York. Estoy terminando de decorar mi casa. Vivo muy cerca de El Retiro y me encanta salir a pasear con mis niños y mi perrito. Adoro los lugares tradicionales de los españoles. Me fascinan La Parra, Horcher, La Bola para comer cocido... Tengo buenas amigas y amigos y he encontrado gente muy valiosa, como Ximena, con la que tengo esta continuidad. Me he encontrado con sororidad entre mujeres y también he hecho amistad con hombres, se puede hablar con ellos de negocios y de cosas creativas... La ciudad está en su mejor momento artístico, gastronómico, cultural y turístico. España es hermana de México y me siento en casa. Hablas un mismo idioma de verdad, compartes la educación, los valores, el respeto, la familia, el honor... Nos une mucho. Mi gran propósito y mi misión de vida es dar a conocer a los maestros artesanos mexicanos en Madrid y en el resto de Europa. Una cultura como la mexicana no podría seguir en pie si no fuera por ellos y muchos están en peligro de extinción debido a la globalización y al fast fashion.
-¿Cómo celebráis el Día de Muertos?
-Sara: Yo pongo un altar pequeño donde coloco las fotos de mis abuelitos, velas, calaveras, flores, pan de muerto... Cada familia prepara su menú, pero lo que no falla nunca es el pan de muerto. Después de la película Coco, todo el mundo entendió la dimensión de esta celebración y lo importante que es para nosotros. ¡Estaría padre que los españoles la copiaran!
-Ximena: Antes lo celebraba en mi casa y ahora lo hago en Casa de México. Es el día en el que les consientes el alma a tus seres queridos que ya no están. Para nosotros lo que se muere es el cuerpo y la energía nos acompaña. Por eso al mexicano no le cuesta hablar de la muerte. Ese día le preparas su comida favorita al muerto y luego te la comes en familia. Yo cocino muchísimo porque mi madre es una de las grandes cocineras mexicanas y fue en dos ocasiones presidenta de la Academia Mexicana de Gastronomía. Somos cinco hermanos y nos llevamos muy bien; y siempre que nos juntamos, cocinamos. Si me preguntan por el mejor restaurante mexicano de Madrid digo: “¡Mi casa!”. Me sale muy bien el mole y mi bebida favorita, como ya sabes, es el tequila.
-¿Qué sorpresa nos va a traer este año el altar de muertos de Casa de México?
-Ximena: Este año lo va a diseñar Eugenio Caballero, el creador de los escenarios de El laberinto del fauno. Va a ser un altar muy diferente, con una segunda y tercera dimensión muy especial. La idea del altar se me ocurrió porque creo que en Casa de México tiene que haber espacio para las tradiciones. Por eso damos la bienvenida a la primavera el 21 de marzo y llenamos de flores la fachada y cantamos las mañanitas a la Virgen de Guadalupe. En conclusión, queremos que la gente se sienta en casa cuando viene a vernos, aunque sea un edificio de 3.000 metros.
Iconos
- Altares: Suele tener flores, velas, fotos, calaveritas y recuerdos de la persona a la que se dedica.
- Alebrije: Coloridos y especiales, estas figuritas decorativas son populares en la región de Oaxaca. Animales fantásticos hechos de madera que dan vida a cualquier rincón.
- Catrina: Asociada a los difuntos y popularizada por el muralista Diego Rivera, la catrina es casi un símbolo nacional en México.