No era la primera vez que viajaba a México, pero sí, quizás, la más especial. Hace un par de meses Isa Hernáez cogía un vuelo con destino al país azteca, para acudir a la boda de una de sus mejores amigas de la infancia en Santiago de Querétaro, al norte de la capital. La celebración fue la excusa perfecta para disfrutar de unas merecidas vacaciones en un lugar al que siempre está deseando volver. “Viajé unos días antes para conocer la ciudad, que es preciosa, con las casas pintadas de colores vibrantes, como rojos y azules. Nos hospedamos en el hotel Casona de la República, un edificio del siglo XVII ubicado en el casco histórico. Aproveché para visitar el Museo de Arte, que está dentro de un claustro precioso; también restaurantes como El Mesón de Chucho el Roto y comer su especialidad, las gorditas queretanas -¡riquísimas!-, o el acueducto que cruza la ciudad.
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"La boda tuvo lugar en una bonita hacienda en el campo, a las afueras de la ciudad”, relata la periodista y prescriptora. La segunda parada la llevó a Puerto Escondido, Oaxaca, una zona conocida por el diseño minimalista de sus casas, pero también por su dimensión cultural, ya que ahí se encuentra Casa Wabi, fundación y residencia artística erigida por el arquitecto japonés Tadao Ando que alberga obras de distintos artistas internacionales. “Nos quedamos en una casa preciosa, diseñada por el estudio de arquitectura Ambrosi Etchegaray, al borde del océano Pacífico. Pasé unos días de relax haciendo yoga, yendo a la playa, leyendo y probando la gastronomía local. Oaxaca es famosa por su mezcal (tequila ahumado) y por las tlayudas, tortas de maíz rellenas. Me encantaron los restaurantes de los hoteles Terrestre y Punta Pájaros y la mezcalería Valiente Cobarde”.
La última parte del viaje, Isa la dedicó a Ciudad de México. “Lo que más me gustó fue pasear e ir de tiendas por los barrios de Polanco y Condesa, una colonia llena de pequeñas cafeterías, anticuarios, tiendas de ropa y bulevares preciosos”. También visitó el Museo de Antropología, con sus impresionantes colecciones de las civilizaciones mayas y aztecas, entre otras. “Me encantó cenar en Contramar, un restaurante que está super de moda y tiene unos tacos buenísimos. También me gustó mucho Salazar, por sus vistas a la estatua del Ángel de la Reforma y por su carne a la brasa. Y paseando por Roma Norte descubrí las cerámicas preciosas de Perla Valtierra. México es un país maravilloso al que siempre quiero volver”, concluye Isa.
No te puedes perder
- En Querétaro: Tomar el brunch los sábados en El Mesón de Chucho el Roto (hay que pedir las gorditas queretanas, unas tortas de maíz pequeñas rellenas de carne y queso). Salir a correr por avenida de la Universidad, un paseo muy agradable por el río que cruza la ciudad.
- En puerto escondido: Llevar encima siempre una loción antimosquitos, ¡imprescindible! Visitar Casa Wabi, la fundación obra del arquitecto japonés Tadao Ando que alberga también obras de artistas internacionales. Cenar en el restaurante Terrestre. Llevarte un buen libro para disfrutar de la poca conexión que tiene la zona.
- En ciudad de México: Cenar en los restaurantes Contramar o Blanco Colima. Desayuno en Rosetta. Disfrutar de los mejores tacos, en Expendio de Maíz. Pasear por Condesa y visitar 99 Records, una tienda de vinilos chulísima.