Mesa en un comedor acristalado
Es otoño y las tardes invitan a disfrutar de una mesa aprovechan-do los últimos rayos de sol. No es tiempo de chimenea, pero me apetecía un lugar recogido donde una sienta cobijo. En un antiguo cortijo, en plena Sierra Morena, montamos un buffet en tonos azules y blancos. En este lugar, Trasierra, la improvisación entra dentro del caos más ordenado. Mires donde mires hay belleza, así que ponemos un mantel de algodón y una vajilla blanca con cenefa azul y utilizamos bandejas y soperas en los mismos tonos para servir la comida. Los comensales pasamos allí el fin de semana, así que una idea muy práctica es poner en las servilletas unos lazos blancos donde cada uno escribe su nombre. La mesa supletoria está llena de manjares. Ensalada de lentejas, pollo asado, tomates de la huerta… y, para terminar, una tarta de uvas elaborada por mi amiga Gioconda Scott que es una auténtica delicia.
Tarta de uvas
Ingredientes (para 6-8 porciones)
Para la base de la tarta
- 130 g harina integral
- 70 g harina blanca
- 160 g mantequilla (fría y cortada a daditos)
- 1 pizca de sal
- una cucharada sopera de azúcar integral
- unas gotitas de zumo de limón
- 2 cucharadas de agua helada (o más si hace falta)
Relleno
- uvas 400 g
- cucharada grande de azúcar integral
- cucharadita con tope de maizena
- ralladura de 1 limón
Para hornear
- yema de huevo batido
- brocha
- azúcar integral para espolvorear
Elaboración
Mezcla en un robot las harinas, la sal y el azúcar y agrega la mantequilla; pulsa hasta que parezca pan rallado grueso. Agrega el zumo de limón y el agua helada y pulsa hasta que veas que la masa se empieza a apelmazar (no hay que pulsar demasiado porque se puede hacer una pasta). Saca la masa y haz una pelota. Envuélvela en film, aplástala en forma de disco gordo y ponla en el frigo media hora. Ahora las uvas: obtén 400 g solo de grano. Mezcla en un bol con el azúcar integral, la maizena y la ralladura de limón. Masajea la fruta con la mezcla. Precalienta el horno a 180º. Saca la masa, alísala con un rodillo hasta hacer un disco de medio cm de grosor. Pon la base en una bandeja de horno, apila la fruta encima y pellizca la masa doblando hacia el centro para recoger la fruta, dejando un hueco en el centro para que se vea la fruta. Pinta la masa con la yema de huevo y espolvorea azúcar integral. Hornea 35-40 min hasta que esté dorado. Déjala reposar y sirve con yogurt griego o crema fresca.
Mi cuarto de baño
Quizás mi cuarto de baño sea uno de los rincones en los que más hincapié he hecho a la hora de decorar mi casa. Quería una bañera antigua que me restauraron con mimo en Sevilla y el mueble para mis productos de belleza, pulcramente ordenados, lo encontré en Olofane, en El Rastro de Madrid. El papel pintado le da un toque muy acogedor y los cuadros antiguos lo convierten en un pequeño salón inesperado. El suelo de barro, el toallero vintage y la lámpara que cuelga del techo le imprimen un acento especial. Un rincón para pasar las horas…
“El papel pintado le da un toque muy acogedor y los cuadros antiguos lo convierten en un pequeño salón inesperado”
Flechazos
Del huerto al plato
Le debo mi pasión por el huerto a Tomás Tante Mora. Quizás sea una de las personas más interesantes que conozco y con las que más me gusta pasar el tiempo. Tomás me ayuda a sembrar las verduras y frutas de temporada, a saber cuándo recogerlas y cómo mantener la huerta limpia y al día. Es un trabajo diario que requiere de constancia y paciencia, pero que a mí me resulta muy meditativo. El contacto de la tierra con las manos, el olor en verano de las tomateras y los pimientos y la satisfacción de hacer una ensalada con verduras que una ha visto crecer, no tiene precio.
Un día en San Martí Vell
Heredé de mi madre sin saberlo una icónica pulsera que me servía para completar cualquier look. Tan pronto la utilizaba con una camiseta blanca y unos vaqueros que me la ponía con un vestido largo. El Bone Cuff, diseñada por Elsa Peretti para Tiffany & Co, ha sido uno de los buques insignia de la diseñadora. Desde aquel momento decidí seguirle la huella y descubrir más sobre esta maravillosa mujer que hizo historia. Así que viajé a Cataluña, a San Martí Vell, un pequeño pueblo en plena naturaleza del que Elsa Peretti quedó prendada y donde adquirió varias casas.
Allí tuve el privilegio de entrar en sus aposentos, en los de sus invitados, en su maravillosa cocina y en sus salones, donde parece que se ha detenido el tiempo. Sentía que compartía espacio con sus seres más cercanos, desde Andy Warhol hasta el diseñador de moda Halston que ayudó a definir el estilo de los 70. Disfruté de la visita con ojos de niña para luego almorzar en una bodega ecológica, que fue propiedad de Elsa Peretti, con gastronomía local y toques de flamenco. Cuando la realidad supera el mito, entonces surge la magia.