Este proyecto nació como una serendipia. En 2018, una amiga de Astrid Romero Veiga, periodista de carrera, le propuso hacer un mercadillo con la ropa que la mujer de su padre había dejado en la casa familiar, después de mudarse tras el fallecimiento de este. Iba a ser un “mercadillo de ropa entre amigos”, pero al ir a ver la casa, había muebles, menaje, decoración... Así que le propuso a la heredera del ajuar poner a la venta todo lo que había en la casa. Ya se había mudado y no necesitaba todo lo que quedaba. “El mercadillo fue un éxito y tuvo mucha repercusión entre amigos y conocidos. Todos decían lo mismo: ¡ojalá hubiéramos hecho esto con la casa de mis padres, de mis abuelos, de mi tía!”, cuenta la propia Astrid. A partir de ahí y junto a su socia, María José López Vázquez, restauradora, formaron un equipo con el que acompañan a familias ante la farragosa tarea de vaciar una casa: la “decoran” con todos los objetos que hay en ella y organizan ventas abiertas al público.
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“Nos gusta pensar que, a través de las puertas abiertas y la puesta en escena que hacemos, devolvemos a las casas su esencia y honramos el pasado de cada familia”, explican. “Vendemos absolutamente todo lo que hay dentro, desde el destornillador a la cómoda del siglo XIX. Las propiedades suelen estar en Madrid y alrededores: Toledo, Segovia… También tenemos casas en Alicante y esperamos llegar a más ciudades”. ¿Y qué es lo más valioso que se han encontrado en una casa? “Un tapiz francés Aubusson del s. XVIII, porcelanas del s. XVII y del s. XVIII… Pero el valor va más allá de lo económico. El verdadero valor está en el hecho de dar una segunda vida a cientos de objetos que, de otra manera, terminarían en un trastero o, en el peor de los casos, en el Punto Limpio”, explica Astrid. ¿Y el objeto más curioso? “Un albuminómetro, que es un instrumento que sirve para medir la cantidad de albúmina en la orina. En ocasiones, dentaduras. También muchos cubiertos específicos para servir espárragos, tomates, pepinos, pasteles… La era victoriana es una fuente inagotable de cubiertos y utensilios curiosos. En un par de ocasiones, también las cenizas del difunto”. Sorpresas que da la vida.
Datos de interés
- ¿Por qué deciden sus propietarios vender todos sus objetos? Puede ser por muchos motivos: la mayoría se mudan a casas más pequeñas y nos les caben todas sus cosas. A veces cambian de ciudad o país y se llevan lo imprescindible o solo aquello a lo que más apego tienen. En el caso de las herencias, es muy difícil asumir una casa completa cuando tienes la tuya ya montada y los dueños conservan las cosas de mayor valor sentimental.
- ¿Cómo son las casas que se vacían? La mayoría son casas grandes, familiares, con historia y de grandes dimensiones. Arquitectura del Orden no reforma; pone a la venta todos los objetos organizando un mercadillo en la propia vivienda.
- ¿Cómo acudir a una venta? Para conocer cuándo y dónde serán las próximas ventas de Arquitectura del Orden es necesario suscribirse a la newsletter de su web (arquitecturadelorden.com) o seguirlas en su cuenta de Instagram (@arquitecturadelorden) donde publican fecha, dirección y hora de los próximos mercadillos.