Nos costó mucho decidirnos”, dice emocionada Lucía Páramo sobre el destino de su luna de miel y el viaje que hicieron, ella y su marido, durante 18 días a principios de julio. “Él quería ir a África y yo a América; México o algún otro país de la zona. Así que la agencia de viajes que nos lo organizó nos recomendó poner por separado los lugares que siempre habíamos querido visitar y lo que queríamos hacer en ellos”. Había playa, aventuras, descanso, hacer hike, surf... Tras escribir las listas salieron los dos lugares que ambos tenían en común: Turquía e Indonesia. “La agencia, Just Go Travel, hace viajes muy personalizados y nos aconsejó buscar en Instagram el hotel Nihi, en Indonesia, en plena naturaleza salvaje. Cuando lo hicimos, alucinamos”, relata.
El viaje tuvo, a partir de entonces, un objetivo: llegar a la isla de Sumba donde estaba el hotel; una isla salvaje casi pegada a Australia donde los búfalos y los caballos viven en libertad. Pero el viaje no fue directo: “Hicimos parada en Estambul; visitamos la ciudad y también fuimos a la Capadocia. De Turquía volamos a Indonesia, a Bali. De allí a la isla de Komodo, luego a Sumba, y después de vuelta a Bali”, detalla. Casi al principio del viaje, Lucía y su marido vieron uno de esos paisajes que se te graban en la memoria: ver amanecer en globo en la Capadocia.
“Te levantas a las 4 a.m. y te recogen para montar en globo. El paisaje se va iluminando y parece una mezcla entre ‘Star Wars’ y ‘Marte’”. Pero Komodo fue otro de los puntos fuertes. “Nos encantó el viaje que hicimos los dos solos en barco por sus islas. Los paisajes, las playas paradisíacas sin gente, el snorkel...”. ¿Un consejo para futuros viajeros? “Que vayan con la mente abierta y, sobre todo en Indonesia, que conozcan a su gente, que es maravillosa”.
Un alto en Estambul
- Contraste de culturas: “Fue lo que más me gustó de la ciudad, junto con toda la historia que guardan sus barrios. Me apetecía hacer una visita cultural y me encantó. Recomiendo el restaurante Roof 16”.
- Santa sofía: “Es impresionante, y da una idea de la magnitud del Bósforo”.
- Barrio judío: “Balat fue uno de mis grandes descubrimientos. Es un barrio supermoderno, lleno de cafeterías, de tiendas vintage, con muchos colores”.