Aunque su agenda es un verdadero encaje de bolillos, Cristina Colonques ha heredado el nervio emprendedor de su familia. Hija de Héctor Colonques y Ana García-Planas, pertenece, junto a sus hermanos, a la segunda generación al frente de Porcelanosa. Han pasado más de cincuenta años desde que José Soriano y los mellizos Héctor y Manuel Colonques sembraran el germen del imperio azulejero que, a día de hoy, trabaja todo tipo de soluciones para el hogar. Solo hay que pasearse por la casa que nuestra protagonista tiene en Benicasim, embellecida con los revestimientos y pavimentos cerámicos de la firma, para darse cuenta de lo lejos que han llegado. Aquí, en Villa Vicentica, la directora de Comunicación Corporativa y Marketing del grupo español disfruta de largas caminatas por el paseo marítimo, salidas con amigos y encuentros familiares. Una vida que poco o nada tiene que ver con las formidables fiestas y eventos en los que le toca ejercer de anfitriona y que son capaces de convocar a la flor y nata del mundo entero, desde el actual rey Carlos III de Inglaterra a la socialité Isabel Preysler. Situada a pie de playa y con vistas al Mediterráneo, esta propiedad se presenta como el bálsamo perfecto tras una semana ajetreada o durante los meses de verano. Hasta allí nos desplazamos para pasar un día junto a la empresaria y su hija Claudia, una aplicada estudiante de Derecho.
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-¿Venís mucho?
-Pasamos aquí los fines de semana y los veranos. Es una casa familiar en la que nos reunimos todos.
-De hecho, queda a pocos kilómetros de la sede de Porcelanosa. ¿Fue uno de los motivos por los que os decantasteis por ella?
-Benicasim ha sido siempre la zona de veraneo para la gente de Castellón. Hay varias localidades similares, como Peñíscola u Oropesa, pero preferimos venir aquí durante la época estival. Queda cerca de Vila-real [donde se encuentran las oficinas centrales del grupo], con lo que nos viene muy bien para ir y volver casi cada día desde el trabajo.
“Aquí en Benicasim pasamos los veranos y fines de semana. Es una casa familiar en la que nos reunimos todos”
-¿Y cómo te organizas?
-Vivimos en Vila-real, pero viajamos mucho. En mi caso, al ser mis hijos ya mayores, me resulta bastante fácil planificarme. Algunos de mis hermanos lo tienen más complicado con niños pequeños, pero lo llevamos bastante bien. Al no tener la sede en Madrid, estamos acostumbrados a movernos.
-¿A qué se debe el nombre de Villa Vicentica?
-Muchas de las villas modernistas que recorren el paseo marítimo fueron construidas por grandes familias de empresarios, tanto de la vecina Castellón como de otros rincones de Valencia, y sus nombres están dedicados a las damas que formaban parte de tales clanes.
“Villa Vicentica es una de las villas modernistas que recorren el paseo marítimo, construidas entre finales del siglo XIX y principios del XX”
-Háblanos de la historia de esta propiedad. ¿Cómo llegó a ser lo que vemos hoy?
-Este conjunto de viviendas frente a la playa de Voramar fueron levantadas entre finales del siglo XIX y principios del XX y conservan casi el mismo aspecto original. Se conocen como “villas del infierno”, debido a la alta actividad de fiestas y eventos que concentró esta zona del paseo por aquella época.
-¿Qué es lo que más te gusta de este hogar temporal?
-La zona de la piscina, rodeada de palmeras, y la terraza, donde suelo pasar la mayoría del tiempo.
“Disfruto mucho de hacer deporte por la ruta verde que bordea el mar, salir a comer y cenar o estar en la playa. Es un lugar muy tranquilo”
-Estando aquí, ¿qué tipo de planes hacéis?
-En esta zona tenemos muy buen clima, por lo que se disfruta mucho haciendo deporte por la ruta verde que bordea el mar. La amplia oferta en restauración de la localidad permite salir a comer y cenar a distintos sitios y aprovechar su buena gastronomía. También hay variedad en el ocio, las playas están bien y es un lugar muy tranquilo, con muchas familias que vienen a pasar las vacaciones.
-¿Y cómo pasáis las vuestras?
-Solemos quedarnos en Villa Vicentica los meses de julio y agosto, lo que nos permite trabajar y descansar al mismo tiempo. Además, gran parte de nuestra familia veranea en Menorca y también nos escapamos allí algunos días.
-Las fiestas de Porcelanosa son ya legendarias y en ellas, te toca ejercer de anfitriona. ¿Disfrutas también recibiendo en casa? ¿O te apetece justo lo contrario?
-En mi tiempo libre, prefiero salir con amigos. En caso de organizar una cena, es con mi círculo más allegado. No soy de hacer planes con mucha gente, sino de quedar con aquellas personas con las que me siento en familia.
“Solemos venir los meses de julio y agosto y escaparnos algunos días a Menorca, aprovechando que gran parte de nuestra familia veranea allí”
-¿Qué has aprendido de todas esas veladas rodeada de lo más granado del panorama nacional e internacional?
-Realmente no he aprendido de los invitados, sino de las situaciones. Algunas veces son cenas más protocolarias en las que tratas de dar lo mejor de ti misma para que todo el mundo se sienta cómodo. Otras ocasiones son eventos más íntimos en los que te puedes relajar y dejarte llevar. Pero en cualquier contexto, disfrutamos de la oportunidad de celebrar en la mejor compañía.
-¿Cómo describirías Porcelanosa a alguien que no hubiera escuchado hablar de la compañía y de las familias que la sostienen?
-Diría que lleva en su ADN la excelencia, la innovación, la tecnología y el diseño, que son factores imprescindibles para nosotros. En cuanto a las dos familias, Colonques y Soriano, trabajamos parte de la primera, la segunda y la tercera generación y todos hemos crecido junto a la empresa. Sentimos que tenemos una responsabilidad para con ella, comenzando por mí, la mayor, que nací justo el mismo año de su fundación. Me gustaría que cualquier que no sepa qué es Porcelanosa, llegase a entender que somos una marca con una gama de productos para vestir el hogar al completo, desde el suelo hasta el papel pintado, la cocina o una piscina.
“Las Preysler son de la casa. Es una familia con la que estamos muy cómodos y tenemos mucha química”
-¿Por qué Isabel Preysler y Tamara Falcó encarnan tan bien vuestro espíritu?
-Las Presyler son de la casa. Llevamos muchos años colaborando con ellas y encajan perfectamente con los valores de Porcelanosa. Elegancia, profesionalidad, excelencia... son algunos de los atributos que compartimos. Es una familia con la que estamos muy cómodos y a ellas les pasa lo mismo. Hay muy buena química, y eso es fundamental.
“Mis zonas favoritas son la piscina, rodeada de palmeras, y la terraza, donde paso la mayoría del tiempo ”
-¿Te gustaría que tus hijos y sobrinos tomaran el relevo?
-En mi época el mundo no era tan global como lo es ahora. Hoy en día, la gente joven tiene muchísimas posibilidades de trabajar y viajar. Me encantaría que se dedicasen a lo que de verdad les guste y se sientan felices con ello, sea dentro o fuera de la compañía. Creo que hay que fomentar que viajen, se formen, disfruten y trabajen en proyectos que les interesen.