Suya es la llave de los estilismos -y nos atrevemos a decir que de los armarios- de Tamara Falcó, Isabel Preysler, Ana Boyer, Margarita Vargas, Lourdes Montes, Alejandra Gere o Astrid Klisans, todas ellas clientas con estatus de amigas y, seguro, con palco de honor en su ático al lado del nuevo Santiago Bernabéu. “Nos mudamos en 2023. Pertenecía a mi marido (el empresario Jorge Puras) desde hace unos años, pero no vivía en él. Hasta que decidimos casarnos y disfrutarlo los dos. Le costó un poco convencerme de dejar el barrio de Salamanca, donde he vivido los últimos quince años, pero ahora soy la mujer más feliz del mundo en esta zona. Si algo tengo que destacar es que es un ático lleno de luz todo el día”, cuenta la estilista Cristina Reyes. Eso y la terraza de más de cincuenta metros cuadrados con vistas privilegiadas al renovado estadio de fútbol, por un lado, y por el otro, al paseo de la Habana y parte de la Castellana. “Desde nuestra habitación y baño vemos la Torre Picasso”. Con semejante horizonte, ¿quién iba a resistirse a una mudanza?
-La terraza es como un palco vip en el Bernabéu...
-Sin lugar a dudas. Y, como buenos madridistas, desde que nos mudamos no hemos parado de recibir a amigos en los partidos importantes. Imagina ahora con los ‘conciertazos’ que vienen: Luis Miguel, Karol G... Se prepara jaleo tanto en el previo como en post. La verdad es que siempre estamos buscando excusas para organizar cualquier celebración. Nuestros cumpleaños son en verano y haremos fiesta en la terraza. De hecho, fue la primera zona de la casa en la que nos centramos, para poder invitar a gente. Compramos la barbacoa y algunas plantas, pero la quiero llenar con muchísimas más.
-¿Qué es lo que más disfrutas de ser anfitriona?
-Soy extremadamente detallista, me encanta que todo esté perfecto, que la gente esté a gusto y, por supuesto, que haya mucha comida y bebida. La decoración de las mesas me fascina y siempre cuento con la ayuda de mi hermana Moira, que lo borda. Me gusta que las flores sean las perfectas para cada ocasión, al igual que las vajillas. Mis favoritas son las de las de Vista Alegre y suelo tener un juego para interior e invierno y otro para exterior.
“A Jorge, mi marido, le costó un poco convencerme de dejar el barrio de Salamanca, donde he vivido los últimos quince años, pero ahora soy la mujer más feliz del mundo”
-¿Has llevado tú las riendas de la decoración?
-La reforma previa la había hecho Jorge unos años antes de casarnos, pero la decoración la hemos ido realizando poco a poco. Cuanto más vives en una casa, más te das cuenta de lo que realmente necesitas. Creo que es un proceso que no termina nunca al 100 %. Lo penúltimo ha sido la obra de arte contemporáneo que está encima de la chimenea, No Limits, que pertenece a The Ateliers C&S Davoy.
“La decoración de las mesas me fascina. Me gusta que las flores sean las perfectas para cada ocasión y tener un juego de vajilla para interior e invierno y otro para exterior”
-¿Has contado con la colaboración de alguien experto?
-Sí, de mi íntima amiga e interiorista Mercedes Pina, que me ha ayudado con la elección de los murales del salón. Tardé mucho en escogerlos porque quería algo que fuera acogedor pero que al mismo tiempo no me cansara de ver. Con el dormitorio principal me pasaba lo mismo, así que lleva un papel pintado muy sencillo que da tranquilidad. Mercedes también me ha ayudado mucho con los pequeños detalles de decoración. Como podéis comprobar, tengo pasión por las velas, los libros de moda y relojería -ambos invaden el ático-, las mantas de cashmere de Matarranz, los jarrones, las miniesculturas, las flores... siempre tengo que tener muchas en casa. Me parece que no hay nada que decore más y mejor.
-Cuéntanos cómo fue tu moodboard. ¿En qué te inspiraste?
-Sinceramente, no lo he tenido. Según iba viendo cosas que me gustaban, se las enseñaba a Mercedes y luego a mi marido. Por ejemplo, todas las lámparas me las hicieron a medida en una de mis tiendas predilectas, Katira, y clavaron lo que les pedí. Quería que el salón fuera en grises y verdes, nuestros colores favoritos, y este fue el punto de partida de la decoración. La mayoría de elementos decorativos, desde la obra de arte principal a las velas de Baobab Collection o los nudos de Sklo, los encontré en In Casa, donde tienen marcas que me gustan muchísimo, como Henry Dean o Alexandra von Fürstenberg.
-¿Tenías claro que el zapatero debía ocupar un lugar preeminente?
-La verdad es que eso se lo tengo que agradecer a mi marido porque justo antes de mudarnos se encargó de hacer una obra especial para que yo tuviera un buen vestidor y zapatero. Además, con tantos zapatos es imprescindible el orden o me vuelvo loca, y he contado con la ayuda de Toti Levy, que sigue las pautas de Marie Kondo .
“Como buenos madridistas, desde que nos mudamos no hemos parado de recibir a amigos en los partidos importantes. Imagina ahora con los ‘conciertazos’ que vienen”
-¿Has contado cuántos pares tienes?
-Demasiados... No sabría decir cuántos, y hasta he dejado de contar porque me da vergüenza saber el número. Creo que nos ocurre lo mismo a todas las mujeres que somos unas enamoradas de los accesorios. Y encima, como estilista que lleva más de catorce años en el medio, imagínate entre zapatos, bolsos y ropa… Aunque también te diré que ¡me he puesto todos!
“Antes de mudarnos, mi marido se encargó de hacer una obra especial para que yo tuviera un buen vestidor y zapatero. Para poner orden, he seguido las pautas de Marie Kondo”
-¿Trabajas alguna vez en casa o prefieres separar hogar y trabajo?
-Al ser estilista freelance, recibo los shoppings en casa para las sesiones de fotos. Pero, por otro lado, me gusta ir a los armarios de mis clientas para hacer los fitting, ya que es la mejor manera de organizar buenos looks .