Cada verano, el oriente asturiano se llena de rostros conocidos y, entre ellos, hace tiempo que destaca el de Inés de Cominges . Tras crecer entre Madrid, Asturias y Londres en el seno de una acomodada familia oriunda de Francia por el lado paterno y de Asturias por el materno, la conocida socialite se asentó en París, donde ha construido una vida de lo más cosmopolita. En una entrevista de trabajo, tras una fulgurante carrera en distintas empresas de moda, conoció a su hoy marido, el aristócrata belga François du Chastel de la Howarderie, fundador de la firma de sleepers de lujo Chatelles -favorita de Pippa Middleton, Maria de la Orden o Sassa de Osma- y, aunque el romance no fue inmediato, una vez que empezó resultó imparable: se casaron a los 14 meses en una espectacular ceremonia en el palacio del maharajá de Jaipur, íntimo amigo de la pareja, y tuvieron dos hijos en dos años: Gaston, de cuatro, y Casimir, de dos.
Una bio -muy resumida- que da una idea de cómo es hoy su cosmopolita día a día. Sin embargo, ella siempre vuelve a Asturias, la tierra de su madre, donde le gusta disfrutar de las pequeñas cosas junto a los suyos en el palacio familiar de Miravalles, muy cerca de Villaviciosa. Redecorado hace unos años por la célebre interiorista Isabel López-Quesada, el lugar es impresionante: cuenta con increíbles vistas al Cantábrico y a cuatro valles distintos (de ahí su nombre), además de con distintas zonas exteriores dignas de ser disfrutadas junto a los suyos, como el cenador de forja, la piscina climatizada semiinterior o el pintoresco campo de croquet. Y eso por no hablar de los inmensos campos de frutales que rodean la casa.
“Mi familia materna es asturiana y siempre nos ha querido inculcar la importancia de nuestras raíces”
-Háblanos de tu conexión con Asturias, Inés.
-Mi familia materna es asturiana y siempre nos ha querido inculcar la importancia de nuestras raíces. Asturias es muy especial para todos nosotros.
-¿Soléis pasar mucho tiempo en esta casa?
-Todos vivimos en distintas partes del mundo, pero siempre que podemos venimos y lo disfrutamos mucho, esta casa es nuestro safe place, ¡aunque siempre está llena de invitados!
“Todos vivimos en distintas partes del mundo, pero siempre que podemos venimos. Esta casa es nuestro ‘safe place’, ¡aunque siempre está llena de invitados!”
-¿Cuál es la historia de este sitio?
-Lleva mucho tiempo en nuestra familia, ¡no sabría decirte cuánto! Es una maravilla de casa, qué suerte tenemos. Es muy acogedora y, tras tantas historias acontecidas dentro de ella, cuando entras tiene un aire de casa familiar muy vivida. Las vistas, además, son para desmayarse. Nos encanta organizar partidas de croquet en el jardín y disfrutarlas en familia, lo pasamos bomba.
-¿Qué más soléis hacer cuando estáis aquí?
-Siempre venimos pensando que vamos a un plan muy relajado… Y después, bueno, ¡no paramos! Hay tanto que ver, visitar y disfrutar en la zona, que al final uno no puede quedarse quieto. En verano las verbenas son únicas, tan divertidas… Y, por supuesto, a la bajada del Sella no se puede faltar. Es un clásico que recomiendo a todo el mundo. Y las espichas en casas de amigos siempre son un planazo.
“Tras tantas historias acontecidas en la casa, cuando entras tiene un aire de casa familiar muy vivida”
-Cada vez colaboras con más firmas y entiendo que tus redes sociales son un trabajo en sí, ¿cómo lo llevas? Tiene que ser una presión bastante fuerte no poder tomarte unas vacaciones reales.
-(Risas) ¡Nunca lo había pensado porque lo disfruto mucho! Al final trabajo con las marcas que yo elijo y con las que me siento identificada y cómoda en sus códigos de valores, y trabajar tan cerca del equipo hace que los viajes sean más fáciles. Siempre que lo que no se ve, lo que hay detrás de una producción, sea con educación y divertido, me lanzo directa.
-¿Cómo surgió el grupo de amigas -Maria de la Orden, Tatiana de Nicolay, Geraldine Guyot...- que siempre estáis juntas en París?
-Pues si te digo la verdad, creo que soy la más vintage en París de todas. Nos hemos ido uniendo todas por amigos o maridos a lo largo de estos años y ahora no hay quien nos separe. No paramos, hacemos muy buen equipo y aunque todas somos diferentes nos une una amistad muy grande, buena y sincera; nos apoyamos enormemente entre nosotras como si fuéramos hermanas. Muchas no son españolas y la gente cree que somos todo el grupo de españolas en París. Tengo suerte de tener tan buenas amigas, ¡Maria incluso es madrina de uno de mis hijos! Y los planes ya te puedes imaginar… de lo más divertidos. La mayoría de los viajes o reuniones están llenos de risas y anécdotas para recordar. A donde va una, van todas, por eso pasamos tanto tiempo juntas.
-¿Cómo es tu día a día normalmente?
-Cada día es un mundo, pero siempre me falta tiempo… No tengo una rutina diaria, así que cada día es una nueva aventura. Trabajo en Chatelles, la firma de zapatos de mi marido, llevando toda la parte de marketing y comunicación y como imagen de la marca. Aunque al final todo el trabajo nos lo llevamos a casa y trabajamos juntos en muchas otras partes de la empresa para estar los dos en la misma página. Y luego están los compromisos que tenga y, por supuesto, lo más importante, mis hijos.
-¿Como ha cambiado tu vida la maternidad?
-Pues no tanto como la gente dice o piensa, porque no he parado. Siempre digo lo mismo: tengo dos amores más en mi vida, pero como cuando me casé, eso no quiere decir que tenga que dejar mi vida de lado. Se puede con todo con buena organización.
-¿Cuáles son tus trucos para conseguirlo?
-Cuando viajo sin niños, suelo viajar mientras están en el cole para que no noten mi ausencia. Si no, donde yo voy, muchas veces ellos también van. Mi truco es una bolsa para cada uno llena de libros y buenas meriendas para tener un viaje medio tranquilo. Te puedes imaginar que con dos chicos que siempre pelean por el mismo juguete… ahora todo tiene que ser multiplicado por dos.
-¿Dirías que tus hijos son más franceses o españoles?
-Pues mira, en casa desde que nacieron yo les hablo en inglés, mi marido en francés y la nanny en español, así tienen un poquito de cada país. El mayor tiene un humor muy inglés y el pequeño es tan alegre como los españoles. ¡Lo francés creo que les sale cuando refunfuñan!
-¿Te gustaría tener más?
-Mi marido y yo venimos de familias numerosas y nos encanta la idea, es muy divertido. Después de dos niños, una niña sería un sueño, aunque también estaría feliz con otro niño, ¡y no tendría que cambiar armarios!
Direcciones
- De playa
“Las playas de la zona son un espectáculo: no dejes de visitar la de Rodiles, rodeada de eucaliptos; para mí es la más bonita de Asturias”.
- Para comer
“Siempre me escapo un día a cenar a La Pondala, en Gijón, todo un clásico... Aparte, cualquiera de los sitios de Nacho y Esther Manzano son un must”.
- Tradición
“Durante el verano hay mil verbenas en Asturias. A mí me encantan... Por supuesto, otra de las fiestas imprescindibles es el descenso del río Sella”.
- De visita
“Si nunca has estado, reserva un día para visitar el santuario de la Virgen de Covadonga. Es un lugar muy especial y está rodeado de un paisaje impresionante”.
-Ya para terminar, ¿dónde te sientes “como en casa” a día de hoy?
-Siempre digo que donde pueda poner una lavadora es donde me siento en casa: Madrid, Asturias, París o Londres serían para mí mi “casa”.
“Mi marido y yo venimos de familias numerosas y nos encanta la idea; es muy divertido. Después de dos niños, una niña sería un sueño”