Con apenas 21 años, la francesa Marine Tanguy empezó a trabajar en el mundo del arte. Ni siquiera había terminado su carrera de Historia del Arte y ya llevaba una de las galerías más interesantes del Soho londinense. Poco después, abrió la suya propia en Los Ángeles. Y allí, en contacto con las grandes agencias de representación de artistas -en ese caso, actores-, tomó notas para un ambicioso proyecto: MTArt Agency, una ‘agencia de representación’ al uso, pero para artistas. Algo de lo más innovador en el sector y que no tardó en triunfar a un lado y otro del Atlántico. Hoy, con oficinas en Londres, donde asentó su vida, y en París, es una de las más boyantes en el panorama artístico, gestionando contratos con instituciones y marcas para los artistas. Para hablarnos de ello, así como de la difícil tarea de ser CEO en su propia empresa, madre de dos niños -Atlas, de cuatro años, y Vivaldi, de casi uno- y tener, además, vida social y algún que otro hobby, como el ballet, nos reunimos con ella en su hogar, en el exclusivo barrio de Marylebone. Un lugar repleto, como no podría ser de otro modo, de arte y de personalidad.
-¿Cuál es la historia de esta casa?
-Data de 1745 y fue diseñada por el arquitecto Robert Adam, la figura principal del renacimiento de la arquitectura clásica que tuvo lugar en Inglaterra en el siglo XVIII. Me enamoré de esta casa en cuanto la vi, hace ahora cuatro años. Está rodeada por Portman Square, Manchester Square y la Wallace Collection y es ideal para formar una familia.
“Esta casa fue diseñada por el arquitecto Robert Adam, la figura principal del renacimiento de la arquitectura clásica que tuvo lugar en Inglaterra en el siglo XVIII. Me enamoré de ella en cuanto la vi”
-¿Cómo la convertiste en vuestro hogar?
-Como partidaria de diseñar tu propio entorno visual, quería que se sintiera más cálida, así que opté por azules profundos y colores crema mezclados con rojos por toda la casa. También aposté por latón y dorados para los muebles. Quería que fuera un refugio para mi familia, mis amigos y mis artistas. Cada semana se aloja un artista en el piso de abajo y es una alegría ver esta casa tan viva. Recuerdo cuando hicimos el documental de David Attenborough, con Apple TV, o cuando nuestro artista David Popa vino a tomar algo y yo acababa de dar a luz a mi segundo hijo, y él se puso a explicar su arte a mi hijo mayor, cuyos ojos estaban a punto de estallar de emoción. Es un sueño hecho realidad que todas las partes de mi vida puedan cohabitar en esta casa.
-¿Tuviste ayuda con el diseño?
-Sí, consulté a mi querida amiga Michelle, de Yohan May, y también a muchos de mis amigos artistas.
-¿Cuáles son para ti las piezas más especiales de la casa?
-Imposible decirlo, les tengo cariño a todos los objetos. Desde nuestros libros de primera edición, como el de “Atlas Shrugged”, hasta las obras de arte que coleccionamos o los dibujos de mis hijos. Quizás si tuviera que destacar algo sería la fotografía de maternidad de nuestra artista Àsìkò en conversación con la escultura de bronce de Léo Caillard; es un dúo que me encanta. Léo se centra en la mitología griega, mientras que Àsìkò nos muestra que solo conocemos la filosofía occidental y que hay mucho más ahí fuera que deberíamos explorar. También me encanta el recibidor que diseñamos en torno a las numerosas obras de arte que poseemos de David aiu Servan-Schreiber, es un pequeño santuario y mi habitación favorita para leer. Fue el primer artista que fichamos y un verdadero éxito.
“Quería que esta casa fuera un refugio para mi familia, mis amigos y mis artistas. Cada semana se aloja un artista en el piso de abajo y es una alegría ver esta casa tan viva”
-MTArt Agency es hoy una de las empresas más innovadoras y exitosas del sector. ¿Cómo surgió la idea de crear una agencia para artistas?
-Estoy muy orgullosa de lo que hemos construido. En el corazón mismo del proyecto está el deseo de construir la reputación de nuestros artistas de forma más eficaz, democratizando al mismo tiempo el mundo del arte e integrándolo en todas partes. Fuimos la primera B Corp en el mundo del arte y esta visión y nuestros valores siempre han sido los mismos desde que empezamos en 2015. La idea surgió cuando era copropietaria de mi propia galería en Los Ángeles, la De Re Gallery (llamada así porque nací en la Isla de Ré) y estuve en contacto con las principales agencias de talentos de Hollywood. Michael Ovitz, creador de CAA, una de las tres agencias más importantes, me introdujo en ese negocio. Pensé que esto faltaba en el mundo del arte, que estaba liderado por galerías y tenía una relación muy anticuada con el artista y la obra. Creí que esto tenía que cambiar. Mi frase cuando empezamos era: “No inviertas en arte, invierte en artistas”.
-¿Encontraste muchas dificultades al principio?
-Sí, lo más difícil fue no tener ni un céntimo. Cuando empecé no podía permitirme un alquiler, y mucho menos una oficina. Tuve la gran suerte de conseguir una gracias al programa del alcalde de Londres en Camden, llamado Camden Collective. Aunque fue duro, haber sido capaz de construir algo con tan poco es lo que me da tanta confianza y fe en lo que estamos haciendo.
“Les tengo cariño a todos los objetos de la casa. Desde nuestros libros de primera edición, como el ‘Atlas Shrugged’, hasta las obras de arte que coleccionamos o los dibujos de mis hijos”
-¿Cómo consigues conciliar todo actualmente?
-Siempre destaco mis privilegios cuando me hacen esta pregunta. Tengo la suerte de vivir a pocos minutos de mi oficina, lo que significa que puedo ver a mis hijos entre reunión y reunión y también puedo permitirme una guardería y ayuda. Hay que vivir como si cada día fuera el último, así que mis prioridades son mi familia, mi proyecto, mis amigos y el ballet, que de alguna manera tiene que encajar en cada uno de mis días. Me pongo los leotardos debajo de los vaqueros para poder estar lista en un segundo al llegar a la clase de danza, pero es factible. Me gusta este equilibrio y creo que me permite tener más éxito siendo feliz.
Espacios de trabajo
- Público vs privado
Diferencia con claridad tus espacios de trabajo: no es lo mismo una oficina en la que, simplemente, te tienes que sentir cómodo para trabajar a solas -en cuyo caso ha de primar la comodidad de la silla y la mesa- a un espacio en el que vas a recibir visitas. En este último caso, haz como Marine y ubícalo lo más cerca posible de la entrada principal, y apuesta por darle un toque elegante y moderno a través de algún color profundo que sirva de leit-motiv.
- La importancia de la luz
Vas a pasar muchas horas en tu oficina, así que lo más importante es que tenga una buena iluminación, por tu propia salud mental... y ocular. Si no dispones de un buen foco de luz natural, juega con la que haya y algunos puntos de luz artificial de apoyo, siempre evitando los focos cenitales directos y apostando por la luz blanca .
- Detalles que suman
Sea cual sea tu trabajo, especialmente si vas a recibir a gente en la oficina, huye siempre de las ‘obras de arte’ que las grandes cadenas venden en serie y que pueden verse tanto en la consulta de un dentista como en el salón de un estudiante. No tienes por qué gastarte mucho más... solo ser más creativo, y el espacio ganará en personalidad.
Una chica de ciudad
Toques arty mezclados con una elegancia atemporal y algún que otro guiño a su papel de madre: así puedes recrear la casa de Marine Tanguy en el elegante barrio londinense de Marylebone.