A pesar de su juventud, a Linette Finat -prima hermana de la famosa Casilda- no le faltan las historias que contar. Mientras termina sus estudios, el doble grado en Derecho y Relaciones Internacionales en IE University, la joven aristócrata colabora con su abuela, Carmen-Cristina López de Becerra, en un proyecto educativo para jóvenes en Sierra Leona (África). Además, también ayuda a su padre, José María Finat, conde de Finat e hijo del conde de Pastrana, en su afán por proteger el lince ibérico. Una iniciativa que comenzó en la finca familiar, El Castañar, hace más de una década y que, apoyada por la Reina Sofía, ha logrado no solo concienciar sobre la importancia de su protección, sino que ha logrado multiplicar el número de los que allí llegaron y empezar a ‘exportarlos’ a otras fincas de España. Dos proyectos tan interesantes que le hacen difícil pensar en lo que vendrá después...
-¿Qué te gustaría hacer en el futuro inmediato?
-En el futuro inmediato quiero viajar, tengo un gran interés por la historia y el arte de otras culturas. Pero ahora mismo estoy centrada en mi familia, mis estudios, mis amigos y el campo, que me entusiasma.
-¿Cuáles son tus sueños?
-Trabajar en algo que me haga feliz y sea dinámico. Tener mi propia empresa y poder crear puestos de trabajo. Y también seguir apoyando a mi abuela Carmen, y otra gente, en su proyecto en África.
-Mencionas a tu abuela Carmen. ¡Háblanos de ella!
-Es una segunda madre para mí. Le encanta el arte antiguo -bueno, ¡y el arte contemporáneo!-, la moda y viajar, además de atender varias causas benéficas. Tengo la suerte de que sea joven y poder disfrutar de ella. Me enseña a diario y me inspiro mucho en ella en todos los aspectos. Es una entusiasta de la vida. Y también admiro muchísimo a mi tía, Belén Domecq, que es una de las grandes interioristas de España.
“Mi abuela es una segunda madre para mí. Le encanta el arte, la moda y viajar, además de atender varias causas benéficas. Tengo la suerte de que sea joven y poder disfrutar de ella”
-Y los hombres de la casa, ¿de qué manera te han influido?
-Mi padre y mis abuelos paternos me enseñaron el valor del campo y la naturaleza. A respetar el medio ambiente y todo lo que ello conlleva. Estar en el campo con ellos significa para mí paz, tranquilidad y felicidad. La finca de mis abuelos paternos fue la primera de España en acoger linces como parte de un proyecto de protección y repoblación, en un principio seguidos con collares. Aunque mi padre es empresario, su hobby desde hace ya muchos años es la fotografía y se dedica a fotografiarlos. Tiene dos libros de ello y el segundo, Filomena y los linces, es una secuencia de cómo vivieron ellos las diferentes etapas de la tormenta Filomena en el campo, cuando estábamos él y yo allí confinados por Covid.
-Creciste en Madrid pero pasas mucho tiempo en el campo y, sobre todo, en Jerez. ¿De dónde te sientes?
-Soy una madrileña de Jerez o una jerezana de Madrid.
“Mi padre y mis abuelos paternos me enseñaron el valor del campo y la naturaleza. A respetar el medio ambiente y todo lo que ello conlleva”
-¿Cuál es tu conexión con Jerez?
-Mi abuelo materno era de ahí y es donde vive mi abuela y donde se han criado mi madre y mis tías. La esencia de Jerez de la Frontera es única. El flamenco, las bodegas, su cultura… su gente, en definitiva. La feria de Jerez y la Semana Santa forman parte de mí.
-¿Pasas mucho tiempo allí?
-¡Intento ir siempre que puedo! Navidad, puentes, Semana Santa y, por supuesto, verano. Estar en casa de mi abuela, las callejuelas, la gastronomía, sus paisajes y el arte de Andalucía me fascinan.
“Creo que la cultura andaluza es una parte esencial de la historia de nuestro país y, en el fondo, la imagen de España internacionalmente”
-Y como jerezana de adopción... ¿sabes bailar?
-Toda mi familia de Jerez es muy aficionada al flamenco. A casa de mi abuela Carmen han venido siempre grandes profesionales y me he educado en ese arte. Di clases de sevillanas con Macarena de Jerez, que es una gran artista. Ahora bailo lo esencial, en época de ferias y en planes que incluyan flamenco. Soy una gran aficionada al baile, en general.
“La finca de mis abuelos paternos fue la primera de España en acoger linces como parte de un proyecto de protección y repoblación”
-¿Cómo representan, para ti, la feria y todo lo que la rodea la cultura española más tradicional?
-Es la esencia de Andalucía, su historia... La cultura andaluza es una parte clave de la historia de nuestro país y, en el fondo, la imagen de España internacionalmente.
“Soy una madrileña de Jerez o una jerezana de Madrid. Mis abuelos vivían ahí y es donde se han criado mi madre y mis tías. La esencia de Jerez es única”
Estilo clásico
- Miedo al vacío: Si quieres una casa ‘como las de antes’, olvídate del minimalismo y del culto al ‘beige’ actuales. Cuantas más cosas, mejor. Llena de libros las estanterías, de cuadros las paredes y de alfombras los suelos. A todo esto súmale paredes empapeladas o enteladas, molduras y grandes lámparas y apliques.
- Con pátina: Que nada se note ‘nuevo’; recórrete los anticuarios y mercados de la zona, las subastas y las ventas de segunda mano. Aunque, a ser posible, las piezas deberían llevar generaciones en la familia... lo ideal sería poder contar la historia del antepasado al que perteneció este cuadro o aquel mueble.
- ¡Hola, alfombras!: ¿Suelos vacíos? Ni hablar. Por regla general, las alfombras deben tener una medida de ocupe el 80% de la estancia, y no temas combinar varias en estancias, como el pasillo, que puedan requerirlo.
- Dorados: Algún toque de pan de oro es imprescindible en este estilo. Puede ser el marco de un cuadro, el filo de la vajilla, o los detalles de la lámpara... Pero recuerda incluir siempre algún guiño dorado.
“Toda mi familia de Jerez es muy aficionada al flamenco. A casa de mi abuela han venido siempre grandes profesionales y me he educado en ese arte”