Rodeada de verdes prados y un cielo azul añil, la casa de Cristina Lozano en Lupiana, Guadalajara, es un oasis de 80 hectáreas en mitad del campo al que escapa los fines de semana y festivos. Hasta allí nos desplazamos para hablar con una de las anfitrionas más cotizadas de la capital, además de artífice del alojamiento de moda de Menorca, Cristine Bedfor, y musa de Jan Taminiau, el diseñador favorito de las aristócratas. Con su característico pelo largo y su porte sofisticado, nos da la bienvenida acompañada de sus sobrinas María y Sofía -parte del equipo que rodea a la empresaria en su aventura hostelera- y la chimenea todavía encendida. Invitada imprescindible de cualquier sarao de postín, hoy es ella quien nos abre las puertas para hablar sobre el noble arte de recibir.
-Empecemos por el principio. ¿Cómo surgió la idea de crear Cristine Bedfor?
-Nace de muchas conversaciones entre amigos en las que comentábamos la necesidad de encontrar lugares especiales en los que quedarnos cuando viajamos. Sitios en los que sentirte como en casa, acogedores y sin pretensiones, donde poder vivir la experiencia local. Queríamos algo inspirado en los bed & breakfast ingleses en los que hay un anfitrión que se convierte en amigo y te enseña hasta el último rincón. Cuando encontramos Infanta 17 en Mahón, no dudamos en hacer realidad estos sueños.
-¿Por qué bautizarlo con un nombre casi homónimo?
-Cristine Bedfor es el personaje imaginario que da nombre al hotel. Representa a esa anfitriona que te recibe con los brazos abiertos. Que descubre sitios llenos de historia, gastronomía y arte, y que compra casas en lugares especiales que luego comparte. Le encanta recibir, los libros, las antigüedades, montar mesas y cuidar cada detalle. Se apoya en la comunidad para vivir con sus invitados experiencias únicas. Pone flores, cuida su jardín, hace petit point y cocina.
-Residiendo en Madrid, ¿por qué escogiste Menorca para emprender esta aventura?
-Menorca siempre ha estado en nuestras vidas en forma de escapadas en barco, veranos y familia. Así que era el destino ideal para empezar nuestro proyecto. Mahón reunía los requisitos y el enamoramiento fue instantáneo. Es un reducto de calma y belleza, con un mar increíble y una gastronomía cuidada, donde confluyen muchas influencias.
“Esta es una casa acogedora, fácil de manejar y con capacidad suficiente para disfrutarla con familia y amigos”
-Trabajas rodeada de familia y amigos. ¿Por qué tanta cara conocida?
-Rodearse de gente que habla tu mismo idioma es fundamental. Además de socios que son amigos, mi equipo lo forman mis sobrinas María Passi y Sofía Gallego de Chaves, ambas vinculadas al mundo de la hospitality , y mi marido [el empresario Juan Garnica Álvarez-Alonso], que lleva toda la vida trabajando en hoteles, lo que dota al proyecto de su carácter familiar.
“Ejercer de anfitriona está en mi ADN. Disfruto pensando cuándo y a quién invitar, qué planes hacer, los menús...”
-El círculo lo completa el interiorista Lorenzo Castillo, a quien recurres para decorar tus propiedades.
-Lorenzo es otro amigo clave en esta andadura. Me entiende casi sin hablar y plasma como nadie lo que necesito. Ya son muchos años juntos. Mis casas siempre han estado en sus manos y con el hotel de Mahón no podía ser de otra forma.
“Rodearse de gente que habla tu mismo idioma es fundamental. Además de socios que son amigos, Cristine Bedfor también lo forma mi familia”
-De hecho, esta vivienda también lleva su firma. ¿Cómo la habéis trabajado?
-Como siempre lo hacemos, de manera orgánica y con plena confianza. Él es un mago de la decoración y los tejidos y de colocar todos esos objetos personales y piezas que voy comprando hasta crear un espacio afín a ambos.
-Se podría decir que habéis acuñado un estilo propio. ¿Por qué ese regusto británico?
-Porque mi inspiración inicial está en los Cotswolds, pero nuestro estilo es, en general, europeo, fruto de viajes culturales en los que buceamos en miles de anticuarios ingleses, franceses, italianos, austriacos...
-¿Qué resultado buscabais en este caso?
-Una casa acogedora, fácil de manejar y con capacidad suficiente para disfrutarla con familia y amigos.
“Lorenzo Castillo es otra persona clave en mi andadura. Me entiende casi sin hablar. La decoración de mis casas siempre ha estado en sus manos”
-¿Tuvisteis que hacer mucha reforma para lograrlo?
-Cuando la compramos hace un par de años, tenía la base ideal y cumplía con nuestras expectativas. Nos dedicamos durante unos meses a vestirla y hacerla nuestra, e hicimos algún retoque en el jardín y ampliamos zonas como los cuartos de dormir y un salón para nuestros hijos. Pero las dimensiones, los materiales y la distribución eran perfectas.
-¿Venís mucho?
-Casi todos los fines de semana, menos en verano. También en Navidad y Semana Santa. Es una casa para los 365 días del año.
“Venimos casi todos los fines de semana, menos en verano. También en Navidad y Semana Santa. Es una casa pensada para los 365 días del año”
-¿Os gusta ejercer de anfitriones?
-Tanto a mí, como a mi marido y a mis hijos, nos encanta estar acompañados. Ejercer de anfitriona está en mi ADN. Disfruto pensando cuándo y a quién invitar, qué planes hacer, los menús...
-Mientras ultimas esta finca, estás preparando las próximas aperturas de Cristine Bedfor. ¿Qué nos puedes contar?
-Vivo en una eterna obra, pero me encanta. Tenemos previsto inaugurar en Málaga, con la participación de Marta de la Rica, y en Sevilla, con la de Lorenzo, en 2025.
-¿Cómo consigues capturar la esencia de cada destino?
-La única manera es descubrir la ciudad y conocer a sus gentes y costumbres. Pero, sobre todo, compartir con los locales el proyecto para que sea común. Hacerse un lugareño más.