Una mesa en la granja
Recién entrada la primavera, aprovecho para montar una mesa para dos en el jardín de una casa donde las ovejas campan a sus anchas. Estamos en Extremadura y el viejo invernadero me sirve de inspiración. Los maceteros rotos por el paso del tiempo y las malas hierbas que crecen a sus anchas le dan un toque melancólico. Elijo unas sillas de ratán que compré en un mercadillo del sur de Francia y que adorno con cojines tapizados en toile de Jouy.
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La vajilla es sencilla para resaltar el mantel de cuadros que pongo encima de uno color crema. Me gusta jugar con los tejidos para darle más empaque a la mesa. La hielera de plata, los candelabros de madera, las ramas de pruno que me sirven de decoración y una bola de cristal para darle el punto excéntrico definen un rincón que invita al disfrute. Aunque el tiempo es soleado me decido por un menú invernal, alubias rojas con arroz. Los corderos acaban de nacer y mi hijo Pepe disfruta de las pequeñas crías que apenan tienen días. ¡Bienvenida, primavera!
“La hielera de plata, los candelabros de madera y las ramas de pruno definen un rincón que invita al disfrute”
Alubias rojas
Ingredientes
● 1 cebolla ● 2 dientes de ajo
● 1 zanahoria ● ½ pimiento rojo
● ½ pimiento verde ● 2 hojas de laurel
● caldo de verduras ● 1 chorrito de AOVE
Elaboración
- La víspera, pon las judías en remojo en agua fría.
- En casa siempre hago un sofrito con las verduras, luego añade las judías con las hojas de laurel, cubre con caldo de verduras y deja hervir a fuego lento durante dos horas.
- Retira y acompaña con arroz blanco.
Mi ruta del pan
Soy una apasionada y una firme defensora del buen pan. Ese de masa madre que tiene la miga compacta y que acompaña cualquier plato invitando a mojarlo en salsa. No concibo empezar en día sin una tostada bañada en aceite de oliva con pavo y tomatitos cherry. Tampoco soy perezosa a la hora de coger el coche e ir a descubrir las mejores panaderías de nuestra geografía. En La panificadora Hermanos Galán Matalana, Layos, encuentro las hogazas de toda la vida.
En su propio horno cuecen el pan y el sabor es indescriptible. En Illescas, me acerco a la Tahona San José donde, aparte del pan con nueces y pasas, elaboran una repostería que quita el hipo. Para comprar pan de maíz -ideal untado con mantequilla y mermelada-, me acerco a Pan Delirio. Javier, su dueño, es un encanto, y eso se transmite en todo aquello que hacen. Si queréis pan de masa madre y una gran variedad, os recomiendo acercaros a Levadura Madre. ¿Mi preferido? El pan de vino tinto, pasas y nueces. Al pan pan y al vino vino.
“No concibo empezar el día sin una tostada y no soy perezosa a la hora de coger el coche e ir a descubrir las mejores panaderías de nuestra geografía”
El señor de las camelias
En la Ría de Arousa, en tierras gallegas, se encuentra el pazo Gil Casares. Esta casa familiar es un vergel para la camelia, fuente natural del aceite que elaboran y que se ha convertido en mi secreto de belleza. La camelia es la flor de mi adorada Galicia y por ello quiero rendir homenaje a Luis Gil de la Peña, “el señor de las camelias”, por su gran labor y la belleza de su trabajo.
La producción del aceite es limitada por cuanto las semillas que se recolectan y prensan para obtener este aceite son de las camelias que crecen en su propiedad. El aceite lo aplico en el rostro, cuello y escote a diario. Al ser 100% natural la piel recupera su equilibrio natural, se ve luminosa y bonita y puedo asegurar que en poco tiempo se ven los resultados. ¿Mi recomendación? Atemperarlo primero en las manos para luego aplicarlo (info: pazogilcasares.es).
Senderismo en la Sierra de Gredos
Siempre que puedo me escapo a la Sierra de Gredos para hacer a pie la ruta de La Laguna de Los Caballeros, más conocida como “la ruta del agua”. El camino me sirve como meditación y, mientras subo hacia la laguna, garrote en mano, me encuentro a mi paso cascadas de agua cristalina que invitan al baño, cabras montesas que me miran curiosas y corzos.
En primavera el paisaje es de una belleza indescriptible. Me gusta alojarme en el Hotel Remanso de Gredos, en Navalonguilla, donde Leo nos atiende como si estuviéramos en casa. Despertarse en este entorno resulta un verdadero lujo. Caminante no hay camino, se hace camino al andar.
“El camino me sirve como meditación y, mientras subo hacia la laguna, me encuentro cascadas de agua cristalina que invitan al baño, cabras montesas curiosas y corzos”
Mis tips de la zona
- Alojaos en el Hotel Remanso de Gredos en Navalonguilla y arrancad el día con su desayuno casero.
- Visitad la localidad de Barco de Ávila, su plaza y su iglesia. Para comprar legumbres y las famosas judías de Barco de Ávila, acercaos a Judías Coronado.
- Almorzad en Casa Lucio o en el restaurante Almirez, de Francisco Álvarez. Tomad unos pasteles en Pinocho y unas tapas en Clipper.
- Si os gustan los productos “delic”, vuestro sitio es La Vinoteca en la calle Mayor, 22. Aquí encontraréis buenos vinos, quesos de la zona y chacinas. ¡Feliz Ruta!