,type=downsize)
Cuando era pequeña, su padre, el reconocido rejoneador Rafael Peralta, le repetía una frase a ella y a sus hermanos. “Haz lo que quieras, pero hazlo bien”. Una de las enseñanzas que Rocío Peralta ha aplicado a todo lo que ha hecho en su vida. Creadora de una de las firmas de moda flamenca más importantes del mundo -viste a todas las personalidades que pisan la feria y es la favorita de Eugenia Martínez de Irujo y Sofía Palazuelo-, la diseñadora nos abre las puertas de un espacio íntimo y familiar, muy pocas veces mostrado: la finca de sus padres en Sevilla. La casa de campo donde ella se crio, en la marisma del río Guadalquivir, rodeada de arrozales y pinares, a las puertas del parque de Doñana.
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
“Este tapiz es mi pieza favorita de la casa. Representa la convivencia en libertad entre el toro y el caballo en el campo”
-La cultura andaluza es parte de tu ADN, de tu vida y de tu trabajo.
-Andalucía es luz, es vida, es convivencia, es sentir que tenemos la oportunidad de poder vivir de una manera alegre, y eso hace que tengamos una filosofía de vida no solo de puertas hacia dentro, sino también hacia fuera. Mi padre ha sido buen ejemplo de esto, pues ha hecho de embajador de esta tierra a la que ama y la ha llevado con orgullo por todo el mundo.
-Háblame de esta casa, ¿cómo definirías su estilo?
-Puramente campestre, pero como hoy por hoy es la vivienda habitual de mis padres, diría que es una casa de campo con todas las comodidades. No la encuadro en ningún estilo marcado, y esto es lo que me gusta, que tiene personalidad.
-¿Cómo se ha decorado y quiénes han participado?
-Mi madre quiso tomar la iniciativa haciendo amplias y cómodas las salas de estar, puesto que es una casa abierta siempre a las amistades. Para la decoración usó muebles y piezas que ya tenía y las mezcló con otras que poco a poco ha ido adquiriendo.
-¿Cuáles son tus marcas deco favoritas?
-Le suelo dar más importancia y, creo que en la casa se puede ver, a los objetos y muebles que tengan alma, es decir, que sean artesanos o que tengan alguna historia, más que a las marcas.
-¿Cuál de los objetos deco que estamos viendo tiene más valor sentimental para ti?
-Hay varios, pero diría que la mesa de comedor, donde tan buenos momentos seguimos disfrutando, y también el mural de la entrada, que es un fresco pintado en pan de oro y representa la campiña en la que conviven en libertad el caballo y el toro. Perteneció a la casa de mis abuelos; se cortó la pared y se enmarcó en hierro para poderlo traer a esta casa.
-¿Te gusta recibir en casa?
-Para mí recibir es un placer, pero te diría que en mi familia es una religión tener la casa llena de amigos. Los menús son muy variados porque a Cayetano [García Soriano], mi marido, le divierte la cocina. Somos fieles a los platos tradicionales de elaboración lenta y, preferiblemente, de cuchara. De la mesa me encargo yo y suelo mezclar mucho: vajillas con dibujos, vasos pintados a mano, manteles con colores... ¡Necesito ver color! Me gusta que no falte ni un detalle.
“Esta casa es puramente campestre pero hoy por hoy es la vivienda habitual de mis padres y tiene todas las comodidades”
-¿Eres de las que cambia cada poco la decoración de casa o prefieres la estabilidad decorativa?
-No tengo por costumbre cambiar, pero siempre llega algún cuadro nuevo, fotografía u objeto que hace que la decoración esté viva.
-¿Cuál es tu rincón favorito?
-La cocina. Es donde hay más vida; ahí están la elaboración y la conversación con un vino, de repente es la hora del aperitivo y lo tomamos entre la mesa y la zona de las ventanas. Es un desorden muy íntimo y familiar, lleno de alegría, en la que no faltan las entradas y salidas de los niños.
“Para mí recibir es un placer. Te diría que tener la casa llena de amigos es una religión”
-Te criaste en el campo, ¿cómo recuerdas tu infancia?
-He sido muy feliz, tengo un recuerdo muy bonito y me considero una afortunada. La convivencia con mis padres y mis hermanos, mi pasión por el caballo... He disfrutado acompañando a mi padre a diario, que me enseñaba equitación. Hemos jugado siempre en el escenario único que es la marisma, su paisaje y sus sonidos.
-¿Qué te aporta el campo que no lo hagan ni la ciudad ni la playa?
-Es mi lugar natural, donde me siento cómoda y donde verdaderamente descanso y desconecto del día a día. También veo en mis hijos cómo les nace el amor por la naturaleza de una manera más profunda.
-¿En qué consistía el trabajo con tu padre antes de fundar tu firma de moda?
-Me licencié en Administración y Dirección de Empresas Turísticas y desde los tiempos de la Expo 1992 de Sevilla, en nuestras instalaciones del campo, se ofrecía la celebración de eventos en los que se representaba un espectáculo ecuestre y taurino especialmente destinado a congresos. Al terminar mi carrera me encargué de la gerencia del negocio durante siete años hasta que decidí empezar con la moda flamenca.
-¿Cómo vas a celebrar la Feria de Sevilla este año?
-Como siempre, rodeada de mis amigos y con la satisfacción de ver que en una pequeña parte he podido aportar a la estética de este escenario tan bello y tan único.
“Me encantaría ver a la princesa Leonor con uno de mis diseños. Sé perfectamente lo que me gustaría hacerle”
-¿Qué planes tienes y cómo suele ser un día típico de feria para ti?
-Suelo llegar al mediodía, me encanta disfrutar el almuerzo en la caseta y ahí empiezan las primeras risas; me gusta pasear en coche de caballos con mis amigas y, a media tarde, escuchar flamenco. Ahí es donde empieza el baile y, ya, ¡lo que el cuerpo aguante!
“El campo es mi lugar natural. Aquí desconecto y descanso y veo cómo nace el amor de mis hijos por la naturaleza”
-¿Cuál es tu vivencia favorita en el Real?
-El primer año que montaron a caballo mis hijos mayores Cayetano y Beltrán. Recuerdo que vestían unas chaquetillas que eran réplicas de la que usaba mi padre al torear y, cuando llegaron paseando a caballo donde estábamos mi padre y yo, al verle a él emocionarse, fue sin duda un recuerdo imborrable.
-¿A quién te gustaría ver con uno de tus diseños?
-Me encantaría ver a la princesa Leonor con uno de mis diseños. Sé perfectamente qué me gustaría hacerle.
Legado familiar
Piezas de estilo vintage , antigüedades y objetos familiares inspiran una casa donde la naturaleza y los caballos están muy presentes en todos los rincones.