Elka Mocker lo tiene claro: todo en la naturaleza guarda un equilibrio, y debemos recuperarlo si queremos disfrutar de una buena salud. La experta en alimentación y autora de Nutrición natural (Lunwerg), reconocida coach de salud y estilo de vida, graduada por la escuela Institute of Integrative Nutrition de Nueva York, está especializada en una alimentación vegetal que apoya la regeneración y recuperación del equilibrio intestinal.
“En 2010 me dedicaba al mundo de la moda, era estilista. Tenía una enfermedad que abarcaba prácticamente toda la superficie de mi cuerpo, psoriasis, y llevaba años acumulando mucho malestar por todo lo relacionado con mi estilo de vida. Un día vi claramente que la única vía de esperanza que tenía si quería otra cosa era frenar la vida que llevaba y sumergirme de lleno en mi propia transformación”, cuenta Elka. “Dejé mi trabajo, me distancié de mi círculo social y me encerré a leer libros de nutrición. Me dediqué durante varios años a experimentar con diferentes dietas y ayunos hasta que mejoré notablemente de mi enfermedad”, explica. En un mundo donde abundan los alimentos ultraprocesados, no es fácil conseguir alimentos naturales; pero Elka tiene la clave.
“Los alimentos ultraprocesados son muy inflamatorios, dañan la microbiota y suponen un mayor riesgo de enfermedad”
Despensa ideal
“Mi enfoque de la alimentación se centra en los alimentos que podría reconocer mi abuela, o incluso una persona que hubiera vivido hace 1.000 años; es decir, carnes, pescados, huevos, verduras, cereales, legumbres, frutas, semillas o frutos secos. Y priorizo los alimentos de temporada y de la zona que habitamos”. En su nuevo libro, Elka desgrana esa dieta y su rutina de ayuno y ofrece un batchcooking saludable por semanas.
“En mi despensa siempre tengo conservas de sardinas en aceite de oliva virgen, atún y caballa, aceite de coco y de oliva, aceitunas, vinagre de manzana sin filtrar, chocolate al 85-90%, tahini, especias, tés, café e infusiones”. En ella nunca encontrarás ultraprocesados, entre los que se incluyen dulces y bollería industrial. “Me refiero también a patatas fritas, salsas, mayonesas… Estos pseudoalimentos suelen contener aceites refinados y/o grasas trans y azúcares de algún tipo; son muy inflamatorias, dañan la microbiota y suponen un mayor riesgo de enfermedad”.
¿Ayuno? Sí, por supuesto
Elka apuesta por el descanso digestivo y el ayuno. Para ella, uno de los grandes problemas es la sobrealimentación. “Comemos de más, de muy poca calidad y a todas horas,lo que debilita enormemente nuestro aparato digestivo y nuestro sistema inmunitario, porque picar continuamente nos lleva a estar todo el tiempo en proceso de digerir y metabolizar la comida, en vez de realizar importantes tareas de mantenimiento. Tenemos que dedicar tiempo a la limpieza, la restauración y la depuración de células dañadas o cargadas de toxinas”.
Elka divide estos ayunos en descanso digestivo -que es la pausa que hacemos entre comidas y que puede ser de tres o cuatro horas- y el ayuno nocturno o intermitente -que es la pausa larga que hacemos coincidir con las horas de sueño y que se debe alargar idealmente de 12 a 16 horas-. “Debemos realinearnos con la naturaleza, respetar nuestros tiempos de descanso y, lo más importante, tenemos que conceder a nuestro cuerpo el espacio para la regeneración y la limpieza. Hay que aprender a respetar sus tiempos, a cuidarlo y nutrirlo. Con cariño, con constancia, alegría e ilusión”, concluye.
Menú diario
Desayuno: “Nada más levantarme tomo bastante agua, medio litro más o menos, y hacia las 9:00 h, un café o un té matcha con aceite MTC (hecho a base de coco y palma)”.
Media mañana: “Sobre las 11:00 h me tomo un revuelto de huevos con zanahoria rallada y tahini y, justo después, un litro y medio de agua mientras entreno”.
Comida: “A las 15:00 h suelo tomar un plato de quinoa o boniato con salmón a la plancha, ensalada de hojas verdes, verduras salteadas y aceitunas o aguacate. De postre, un trocito de chocolate negro al 90%”.
Media tarde: “Un ‘latte’ con cereales y cúrcuma o un té matcha”.
Cena: “Sobre las 20:00 h, me tomo un caldo de huesos”.
Cazuela de verduras horneadas con miso y huevos
Ingredientes (para 2 personas)
● 250 g de tomates ●1 berenjena pequeña ● 1/2 cebolla morada ● 1 boniato pequeño ● 4 dientes de ajo ● sal marina● 2 o 4 huevos ● brotes verdes ● un poco de perejil.
Para la salsa: ● 2 cucharaditas de miso blanco ● 2 cucharaditas de aceite de oliva ● 1/4 cucharadita de cúrcuma ● una pizca de pimienta negra recién molida ● un toque de miel● sal marina al gusto
Elaboración
- Precalienta el horno a 220 °C.
- En un bol grande, añade la berenjena troceada, los tomates partidos por la mitad, el boniato pelado y en rodajas, la cebolla pelada y cuarteada y los dientes de ajo partidos por la mitad.
- Sala y mezcla.
- Machaca las especias en un mortero y mézclalas con los demás ingredientes de la salsa hasta que emulsionen.
- Añade la salsa al bol y mezcla bien con las manos para que todas las verduras se impregnen.
- Colócalas en un recipiente con un ligero fondo de aceite. Hornea unos 20-30 minutos o hasta que estén tiernas.
- Añade los huevos, sube al grill y hornea hasta que estén hechos.
- Retira del horno, añade el perejil, los brotes y un chorrito de aceite de oliva.
Mis favoritos en la cocina
- Tres cosas que no deberían faltar en la cocina: “Un buen cuchillo, una buena tabla de cortar y especias, muchas especias”.
- Herramienta o gadget de cocina predilecto: “Máquina de hacer leche vegetal casera con granos y semillas. La he incorporado recientemente porque estaba muy cansada de acumular tantos bricks de leche vegetal ¡y no puedo estar más feliz! La recomiendo mucho a cualquier persona que sea consumidora de leche vegetal: por un lado te quitas los azúcares de las leches comerciales y, por otro, reduces el plástico”.
- El mejor consejo que puedes dar a alguien: “Cuando cocines, hazlo con alegría y con amor”.
- Una manía o costumbre a los fogones: “Mantener la cocina limpia mientras cocino, de manera que esté todo impecable y fregado antes de comer. No concibo cocinar de otra manera”.
- Último descubrimiento: “Estoy literalmente enganchada al tahini, pero el de verdad, el de importación. Viene de hace años, pero recientemente he descubierto que, mezclándolo con agua, hace una salsa cremosa deliciosa para acompañar cualquier plato. Se lo añado prácticamente a todo”.